miércoles, 25 de febrero de 2009

El MTV Winter Valencia 2009


Anoche me acerqué a ver el MTV Winter 2009 que se celebraba en la Ciutat de les Arts de Valencia. No me podía perder un evento supuestamente gratuito, pero que nos ha costado un millón de euros a todos los valencianos… Será por aquello tan de la terreta de “els diners i els collons són pa’ les ocasions”. Reconozco que fui más por el convoy que por ver a los grupos. Si bien, sería injusto no reconocer que el cartel era bastante decente. Desde luego mucho más interesante que el del año pasado.

Supongo que por ese motivo, además de la gratuidad, el recinto se puso a tope. Se notó el tirón de unos Franz Ferdinand que venían a presentar su nuevo disco “Tonight: Franz Ferdinand”. Pero la velada comenzó con la actuación de los valencianos Polock, un grupo del que no tengo demasiadas referencias y al cual, para que os voy a engañar, pasé de ver. Se estaba más a gusto en un bareto de los alrededores tomando unas birritas y manteniendo una animada discusión sobre lo divino y lo humano. Tendré que creerme eso de que consiguieron meterse al público en el bolsillo con su rock en inglés. Al menos eso comenta el corresponsal del Levante-EMV. Después de mis paisanos salieron a escena unos patéticos Starsailor. Y sí, he dicho patéticos que es lo más suave que se me ocurre. Mientras hacía cola para agenciarme una empanadilla y una Fanta escuché alguno de sus hits, como el estomagante “Four to the floor”. Y eso que es de lo poco decente que han publicado estos ingleses cuya trayectoria musical no pasará a la historia. El resto de canciones ni me sonaban y he leído que son las del nuevo trabajo. Tiene una pinta horrorosa.

A continuación vino el primer plato fuerte de la noche, protagonizado por los suecos Mando Diao. Proyecto de gran grupo garagero que, vistos los derroteros que está tomando su sonido, va en camino de convertirse en el enésimo ejemplo de lo que pudo haber sido y no fue. Con todo y pese a lo frustrante que resulta el comparar las canciones de sus dos primeros elepés con el nuevo material, la actuación no estuvo nada mal. Los tipos se lo curraron y supieron adecentar el sonido de muchas de esas nuevas composiciones, prescindiendo de la deriva ñoño-melódica que presentan enlatadas. Encima se vieron espoleados por un público entregado. Con hordas de Erasmus rubios copando las primeras filas y con banderas al viento.

Y ya llegamos al final y a la apoteosis generalizada. El cierre del festival y por lo que el personal no había pagado, salvo que fuesen contribuyentes valencianos como este menda: La presentación de “Tonight: Franz Ferdinand”. Y los escoceses comenzaron regulero. Muy fríos, a todo con la noche valenciana. Encima me pareció que el sonido era bastante malo. Por suerte la cosa cambió de forma milagrosa a partir de la cuarta o quinta canción. “Do you want to” animó al personal hasta enloquecerlo, surtiendo un efecto revitalizante en el cuarteto de Glasgow que, de ahí hasta el final, se desempeñó con un brío ausente al comienzo. Al final y para mi sorpresa, el show estuvo de putísima madre. Dignificando incluso aquellos cortes más brasas. ¡Si hasta los bises estuvieron geniales! En una onda más roquera que bailonguera, lo cual, visto el material de partida, es de agradecer. 

Visto en comparativa, el MTV Winter 2009 fue un evento más satisfactorio que la edición 2008. Con aquella mediocre actuación de los otrora grandísimos The Cure o la de unos teloneros de chichinabo como From first to last, protagonistas de una de los peores bolos que jamás haya presenciado. La frialdad de unos góticos para nenazas como HIM no mejoró mucho la cosa. Encima este año no ha hecho el frío que hizo el pasado, en el que el dios Itzlacoliuhqui, cabreado por el desempeño de los artistas, decidió dejarnos los cojones del tamaño de perdigones. Por lo demás, la organización repitió los mismos errores. ¿Cómo coño se puede montar un concierto sin vender nada de alcohol? Y no me vengáis con moralismos vacuos en defensa de una juventud que, como no puede ser de otra forma, se las ingenió para pasar litronaskalimotxos, petacas y botellones de todo tipo. Eso por no hablar de otras sustancias. De hecho, desde mi posición presencié cómo miembros de Protección Civil habían de intervenir, en no menos de seis ocasiones, para atender a chavales bastante perjudicados. Y no creo que por potomanía, vaya. Otro error repetido, estructural en este caso, tiene que ver con un recinto que no sé si es el adecuado para la celebración de este tipo de eventos. Vale que hay que vender la imagen de Valencia al mundo y que mejor sitio que los “hierros blancos” de Calatrava. Pero meter a tantas personas en un espacio alargadísimo, con una sonoridad tan deficiente y una visibilidad mínima, no hace sino desmerecer el espectáculo. Vale que casi cada megaconcierto o súper festival comparta problemática. Porque se prima más la cantidad que la calidad y a la gente le interesa más verse metida en el embrollo que disfrutar del show por el que ha pagado. Pero vaya, aquello del mal de muchos…

Ojalá estas cuestiones se solucionen cara futuras ediciones del festival. Porque se van a celebrar más, ¿lo sabíais? Al menos dos según me cuentan. A eso se ha comprometido la Generalitat con la MTV. ¿Alguien ha dicho crisis? Yes we Camps.

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