jueves, 5 de marzo de 2009

Los mejores cuentos de Fitzgerald


Francis Scott Fitzgerald no tuvo una vida especialmente larga. Nacido en 1896 en St. Paul, capital del estado de Minnesota, murió cuando tan sólo contaba con 44 años. Si bien y esto es lo importante, aprovechó todo ese tiempo para escribir cinco novelas y docenas de relatos breves que lo consagrarían como uno de los más importantes escritores estadounidenses del siglo XX. Su obra más conocida es una novela, la magnífica “El Gran Gastby”, pero es a través de los cuentos donde Fitzgerald alcanzará su cenit literario. Estos, al igual que su propia vida, están llenos de mujeres audaces, arribistas sin escrúpulos, filósofos impostados y hombres para los que la valía personal se mide en dólares o en la reputación de un apellido. Nadie mejor que él para reflejar la desesperación de una generación de jóvenes de clase alta que no paran de buscar diversión, en un continuo empeño en quemar la vida.

Ese tipo de héroes son los que protagonizan los siete relatos que se incluyen en esta compilación de reciente aparición editorial, aprovechando el tirón del film “El curioso caso de Benjamin Button” de David Fincher. Este último, junto al guionista Eric Roth, se inspiraron en uno de esos cuentos menos conocidos de Fitzgerald. La particular historia de un hombre que nace anciano y se va haciendo joven conforme cumple años, al contrario de lo que dicta la madre naturaleza.

Quizás los cuentos más conocidos en toda la trayectoria del padre del Sr. Button sean “El palacio de hielo” y “El niño bien”. Ambos, al igual que el mencionado anteriormente, están incluidos aquí. El primero narra la historia de un amor que se torna imposible por causa de las diferencias entre el norte y el sur de los Estados Unidos. Expone a una joven dama sureña que tras enamorarse de un caballero del norte, hace las maletas para presentarse ante la familia de aquel y formalizar así el enlace. Una vez allí y tras verse involucrada en varios incidentes, se percata de cuanto echa de menos su tierra natal. El segundo cuenta la historia de un forever young de manual. Un niñato que renuncia al amor por vivir a lo grande y sin preocupaciones. Todo ello, visto en retrospectiva, hace que se replantee algunas de sus decisiones. Más aún cuando toma consciencia de que, tras disfrutar a full de la borrachera, es tiempo de padecer la resaca.

La pareja de “El viaje al extranjero” y el próspero empresario de “Retorno a Babilonia” guardan ciertas similitudes con el niño bien. Tanto los unos como el otro se dan cuenta de que necesitan darle un nuevo enfoque a su vida y purgar los errores cometidos en el pasado. El joven matrimonio pretende asentarse y dejar esa huida hacia adelante continua en la que consistió su periplo europeo. Mientras tanto, el industrial tratará de volver a la ciudad en la que pasó sus mejores años para enmendar un terrible error que marcara su vida.

También son muy Fitzgerald las acaudaladas señoritas que protagonizan “Bernice a lo garçon” y “La última belleza sureña”. En ambos casos se trata de muchachas que consumen sus días pavoneándose en público y disfrutando de la vida. En todo caso “Bernice a lo garçon” me parece más interesante. Es más, creo que es el mejor cuento del libro. Y es que ese juego de odios encubiertos entre las primas, con venganza final incluida, resulta maravilloso a la par que terrorífico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...