lunes, 22 de febrero de 2010

Shutter Island, Scorsese se saca la chorra y nos mea encima

Dependiendo del cariño que le tengáis a Martin Scorsese, del visionado de Shutter Island podéis extraer tres conclusiones bien diferentes. Si sois de los que pensáis que el director neoyorquino está claramente sobrevalorado, con esta película os reafirmareis en vuestra posición. Si os encontráis en el grupo de los que pensamos que la mejor época de Scorsese ya pasó, también os vendrá bien verla y así añorar aquellos tiempos en los que este tipo rodaba cosas como Taxi Driver o Toro Salvaje. Si por el contrario sois incondicionales del amigo Martin, al que consideráis un crack capaz de  convertir en oro todo lo que toca, pues una de dos, o salís de la sala pensando que hasta los más grandes tienen derecho a cagarla alguna vez, o bien aceptando la máxima de que los pedos de Scorsese huelen a flores, os ponéis la venda en los ojos y proclamáis a los cuatro vientos que Shutter Island” es una obra maestra. Si os hayáis entre estos últimos, siento comunicaros que los cuescos de Scorsese huelen igual de mal que los que nos echamos el resto de los mortales. En ocasiones incluso peor.  

Dicen los que saben de esto que el cine del neoyorquino es esencialmente formal y que cada una de sus nuevas películas supone un experimento en el cual tan importante es la historia como la forma de contarla. Sin embargo, lo que le salva del artificio es su pasión por los personajes, habiendo asumido que sin ellos no hay buen cine. Pues muy bien, como teoría me parece genial, el problema es que en su puesta en práctica patina a base de bien. Scorsese junta muchas imágenes supuestamente perturbadoras que no pasan, en el mejor de los casos, de desconcertantes pero en el mal sentido. Vamos, que uno tiene la impresión de que Scorsese ha jugado a ser David Lynch y no ha salido muy bien parado del experimento. Una decepción total.

Y la cosa no mejora si entramos a valorar la historia y los actores. Estamos ante un folletín detectivesco en el cual dos agentes federales acuden a una remota isla en la que se ubica un hospital psiquiátrico, para investigar la desaparición de una peligrosa asesina allí recluida. Hasta ahí bien, pero como la cosa va de los inescrutables senderos de la mente humana, el protagonista al tiempo que se enfrenta al caso, lo hace también a sus demonios interiores. Y eso justifica toda una serie de apariciones, alucinaciones y demás parafernalia onírico freudiana en forma de imágenes, que resulta bastante ridícula. Estas rayadas se corresponden con la distorsionada percepción que de la realidad sufre uno de los agentes, el prota de la peli, que está interpretado por el patético Leo di Caprio. Quien, como no podía ser de otra manera, lo hace de puta pena. Maldita sea la hora en la que Scorsese cambió a Robert de Niro por este niñato, ¿es que no había nadie mejor en el mercado? Y lo peor es que ni siquiera desentona en el conjunto, ya que sus compañeros de reparto Mark Ruffalo, Michelle Williams o Emily Mortimer, están incluso peor.

Vamos, que la peliculita es mala de solemnidad. Una paja mental que si recoge alguna buena crítica será única y exclusivamente porque viene firmada por este prestigioso director. O porqué parece inspirarse en la serie televisiva de moda “Perdidos” en algunos planteamientos y situaciones, lo cual habrá encantado al engreído de J.J. Abrams (“¿Scorsese copiándome a mi?”). Aunque, debemos ser justos y reconocer que, probablemente, toda la culpa no sea suya. Me han dicho que la novela de Dennis Lehane en la que se basa “Shutter Island” es canela fina. Eso sí, nadie le ha puesto una pistola en la cabeza para que escogiera adaptar esa mierda de libro. Y eso, para alguien que se jacta de entroncar con los clásicos en su condición de director que trabaja siempre con guiones ajenos, no es un pecado menor. Siendo uno de los pocos privilegiados que están en posición de permitirse hacer las películas que les salgan de la punta del nabo.

¡Ah! Y si habéis leído por ahí esas declaraciones en las que Scorsese confiesa referencias en su obra que van desde “Recuerda”(Alfred Hitchcock, 1945), a “La mujer pantera” y “Yo anduve con un zombie”(Jacques Tourneur 1942 y 1943, respectivamente), además de al cine expresionista alemán de los años 20 o a la literatura de Kafka, no les hagáis ni puto caso. ¡Este tío se ha vuelto loco! Vamos, que si algún gafapasta hace suyo semejante delirio y os recita estas palabras de viva voz, le escupís en la cara de mi parte.

En fin que, como comenta Mick LaSalle, crítico cinematográfico del San Francisco Chroniclela leyenda se interpone en el camino del artista (...) Scorsese debería dejar de intentar hacer obras maestras y probar a hacer buenas películas. Pues eso. 

-----------------------------
PD. Lo único interesante que encontré en Shutter Island” no es obra de Scorsese, sino de los responsables de los Cines Babel, la sala valenciana a la que acudí a ver la película. En la ficha informativa de la misma traspusieron un breve estudio sobre la historia de las instituciones mentales que, por su interés, enlazaré mañana. 

6 comentarios:

  1. Después de tu crítica se me han quitado las pocas ganas que me quedaban de ver lo último del gran Martin. Me incluyo en la segunda categoría que estableces, pero visto lo visto me abstengo de tirar tiempo y dinero viendo el bodrio de adaptación fílmica de un bodrio literario. Demasiada mierda en cadena, me temo.
    Porque, tío, ni se te ocurra leerte el libro: ni siquiera sirve para limpiarse el culo.
    I.

    ResponderEliminar
  2. Y el tío no se corta a la hora de enumerar inspiraciones. El gran Kafka... con dos cojones.

    ResponderEliminar
  3. ...y por que le cortó el entrevistador, que con lo embalado que iba se hubiera comparado hasta con el más prolífico escritor de todos los tiempos, el sr. Anónimo.

    ResponderEliminar
  4. Por fin parece que esta conexión asquerosa me da un respiro para comentar.Como dirían los finos,estoy hasta donde la espalda pierde su casto nombre de internet,pero en fin a lo que iba...Agradezco este post,porque definitivamente después de leerlo,paso del tío Martin.Ya me tragué varios fraudes como "Al limite",que no dejar de ser un pastiche de la insuperable "Taxi driver" y ese mierdón de tomo y lomo llamado "Gangs of New York",así que en vistas de como esta de ego este hombre y el nivel paúperrimo de sus últimas obras,me refugiaré en el recuerdo de "Malas calles","Toro salvaje","Jo! que noche"...como se puede degenerar tanto? el caso es que hay algunos directores que estropean su leyenda,como éste o como Coppola (insufrible "Tetro"),pero al menos siempre quedarán esos clásicos como tú bien dices.
    Saludos,gentlemen!

    ResponderEliminar
  5. Ah! se me ha olvidado decirte,que lo de Di Caprio es incompresinble,no sé que tiene ese tío pero es que no pega para ningún papel,pero de verdad creo que el resto del reparto está elegido adrede para que el parezca algo mejor,porque vaya tres!! sobretodo Ruffalo,protagonista de la peor película sin discusión de todos los tiempos (bueno...puede que las haya peores,pero esta es un horror,palabra),"En carne viva".
    Ahora si,ciao pescao :)

    ResponderEliminar
  6. ...pues fíjate que "Al límite" parece haberse reivindicado después de ver esta. "Gangs of NY" ni por esas, no la salva ni Daniel Day-Lewis, sobreactuado como nunca. Lo que me flipa es lo bien que están valorando los críticos la actuación del Leo... "madurez" "contención" "lo mejor de di Caprio hasta el momento"... en fin, pa' mear y no echar gota...

    Au cacau!!!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...