lunes, 13 de enero de 2014

El Roto vs Kapuscinski

Ya hacía tiempo que no me echaba a la boca alguna muestra, de las que aún se montan en esta ciudad deteriorada en todos los aspectos, y salía de ella plenamente satisfecho. Fue el pasado viernes cuando, aprovechando la tregua que me daba mi maltrecha espalda (aunque luego se la cobrara ¡Y vaya si se la cobró!), me di un paseillo por el centro de la ciudad y me metí en la exposición sobre El Roto del Centre Cultural La Nau. Antes de eso también me di un garbeo por la exigua muestra de fotografías de Ryszard Kapuscinski que se exponen en la tercera planta del MuVIM. Aunque esa es otra historia.
Así que vayamos por partes.

La exposición de El Roto aka “El Roto, OPS, Rábago. Un viatge de mil dimonis (i un parell d'àngels)”, es, como la obra del dibujante madrileño en general, una auténtica maravilla que no os deberías de haber perdido. Y sí, no me he equivocado en el uso de los tiempos verbales, porque para desgracia de todos aquellos que no la vierais, la muestra ya no se expone en nuestra ciudad. Desconozco si van a llevarla hasta otros lugares del espectro patrio o si la exposición fue montada para goce y disfrute exclusivo de los ciudadanos de Valencia. En todo caso, si se diera el primero de los supuestos, no perdáis la ocasión y visitadla, no os arrepentiréis. Porque la obra de Andrés Rábago es merecedora de esta amplísima exposición y, como afirmaría vehementemente el Luisma Floriano, no solo de esta ¡¡¡sino de muchísimas más!!!

Estructurada en tres niveles, la parte de la muestra que más me impactó fue aquella dedicada a las primeras obras de Andrés Rábago. Hablo de cuando se refugiaba -que no es lo mismo que esconderse- bajo el sobrenombre de OPS. La fuerza de las escenas, su dureza, la poesía visual, el onirismo y el recurso a lo surreal, convierten a estos cuadros y viñetas en algo digno de ser visto. La verdad es que me impresionó una barbaridad. Y es que, que este tipo fuese capaz de hacer todo eso en el momento en el cual lo hizo, ¡con la que estaba cayendo!... buah... brutal es poco. En este sentido podemos apreciar cierta continuidad entre este OPS primigenio y la obra pictórica que constituye el tercer nivel de la exposición. Si bien, al menos según lo veo yo, a los cuadros de Rábago les falta algo de la poesía y bastante de la fuerza de OPS. No sé, quizás se deba al lógico cambio en las condiciones circundantes o no, o tal vez tenga que ver con que el hombre se hace mayor o yo que sé.

Entre OPS y Rábago tenemos a El Roto que todos conocemos. La selección de viñetas, muy buena como no podía ser de otra forma, le resultará conocida a todos los lectores de El País. Como siempre El Roto no deja títere con cabeza, critica todo lo criticable y más, pero sobre todo reivindica el concepto de persona por encima de esa noción de individuo que la modernidad engendró y los nuevos tiempos establecieron como dogma de fe.

En fin, lo dicho, que por una vez y sin que sirva de precedente, los de la terreta hemos podido gozar de una fantástica exposición. 

Respecto a “Kapuscinski (Ryszard). L'ocàs de l'imperi”, no voy a comentar nada aquí. Me lo he pensado y, sobretodo por respeto al genio de Pinsk y a todas las grandes tardes de lectura que me ha dado en esta vida -el mismo respeto que parece no le tuvieron los programadores del MuVIM al montar esta mierda de exposición-, mañana le dedicaré un post a parte.

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