miércoles, 30 de abril de 2014

La Bestia Negra, el que mea colonia, su amigatxo el del plátano y su otrora amigo Pito

Según los de la RAE un macaco es un cuadrumano muy parecido a la mona Chita, pero más pequeño, con cola y el hocico saliente y aplastado. Por otra parte en ciertos países de América Latina como Chile o Cuba, si te dicen que eres un macaco, te están llamando feo y deforme. In Spain, hasta donde me llega el intelecto, se asimila macaco a mono chiquitito y es utilizado en demasiadas ocasiones como insulto racista. Y como seguro sabréis a los macacos, a los monos y a los primates en general, les gustan mucho los plátanos. De ahí que un pre-mental de 25 años, entrenador de chiquillos para más Inri, decidiera que lanzar un plátano a Dani Alves era una estupenda manera de provocar al fino lateral del FC Barcelona. ¡Se quedaría contento el tontoloscojones! Pues que le aproveche, porque le ha salido el tiro por la culata. A quien más ha perjudicado la acción es a sí mismo, quedando retratado como lo que es, un racista de mierda. Supongo que el tipejo tampoco se esperaría la repercusión que iba a tener su acto. Pero que se joda, ¡haberlo pensado antes!

Todo fundamentalmente porque, contra todo pronóstico, la reacción del brasileño del Barça fue para quitarse el sombrero. Recogió el plátano lanzado por el mónguer de turno, lo peló y, desafiante como es él, se lo jaló antes de lanzar un córner. Y este simple gesto, que podría haber pasado desapercibido en el marco de un mundo en el que, lastimosamente, se sigue consintiendo el racismo, obtuvo un enorme eco mediático. Hasta el punto de que innumerables personalidades del mundo de la farándula, el deporte y hasta la política, se han mostrado en las redes sociales comiéndose una banana en apoyo a Alves y por extensión en favor de la lucha contra el racismo. Y hasta aquí todo fenomenal. Incluso la rápida reacción del CD Villarreal, club responsable del estadio en el cual se produjo este asqueroso acto. No habían pasado ni dos días desde el incidente y el energúmeno ya estaba identificado, expulsado del club y puesto a disposición policial. Pero como pasa casi siempre, ni todo es rosa en el amor, ni todo lo que brilla es oro.

Y es que la cosa se habría quedado aquí y este menda no tendría nada más que alegar de no ser por el propio Alves. Me contentaría con haber alabado la reacción de crack, afear el comportamiento del racista y exigir que tanto la sociedad civil como, muy especialmente, quienes tienen responsabilidades en esta materia, se pongan las pilas en un asunto como el del racismo que apesta de lo más. Pero ha sido Dani quien no ha querido dejarlo ahí. Lenguaraz como siempre, el lateral derecho titular de la canarinha ha soltado por su boca lo que no está escrito. Y en esa espiral se han colado algunas sandeces. Como cuando le ha dado por afirmar que aquí, se entiende que en España, donde lleva la friolera de once años residiendo y se supone que conociendo a gentes de todo tipo y condición, somos todos una panda de racistas. Vamos, que nos vendemos como un país del primer mundo pero que no... que estamos muy atrasaditos, vaya. Y ciertamente lo estamos, no seré yo quien lo niegue, pero no única ni mucho menos principalmente por un tema como este. Y no es cuestión de establecer comparativas con su país de origen u otros que ahora, a través de la prensa e incluso las redes sociales, tratan de darnos lecciones. Porque aquí hay actitudes racistas que hemos de condenar y atacar y no debemos escudarnos en el hecho de que otros también padecen esta lacra. Incluyendo al país de origen del afectado, en donde, según me cuentan, no están para tirar cohetes -tan solo recordar la polémica elección de la pareja de presentadores de la gala del sorteo de grupos del Mundial de Fútbol 2014-. Tampoco es consuelo. Pero no todos somos racistas. Ni unos hipócritas como Daniel Alves. Y aquí quería yo llegar. Un tipo que recurriendo al viejo truco de confundir la parte por el todo, nos pretende dar lecciones sobre algo para lo que no está legitimado.

Wow!!! Ya lo sé, estáis flipando. ¿Cómo que no está legitimado para denunciarlo?, pensaréis. Si un tipo que ha sufrido el racismo en sus propias carnes no lo está, ¿quien coño lo está? Pues quien es coherente y lo denuncia tanto cuando lo padece él, como cuando lo padecen otros a su vera. Aquel que no se calla como una puta cuando eso ocurre tan solo porque en ese momento no conviene a sus intereses y colores (entiéndase que no hablo del negro o el blanco, sino del blau i el grana y por encima de todo del morao de los billetes de quinientos). Y sí amigos, os hablo del vergonzante affaire “mucho morro” protagonizado por Sergio Busquets y Marcelo. ¿Lo recordáis? Pues sí, ahí estaba de actor secundario don Daniel Alves, que no fue capaz de decir ni y eso que, según el mismo cuenta, es intimo amigo de Marcelo y tal... Se ve que el lateral izquierdo del Madrid no es lo suficientemente negro como para merecer la consideración de "hermano" por parte de Dani el bocachancla. Eso o que hay negros de primera y de segunda, y el pelucón no es más que un negro de mentira, como aquellos personajes que aparecían en las películas de D. W. Griffith. 
En fin Serafín, pa' que seguir...

Enlazando con esto también pensaba comentaros algo sobre la actitud de un amigo de Daniel. Me refiero al falso humilde que mea colonia, ahora comandante de la Bestia Negra munichesa. Pero entre lo sucedido ayer noche en la capital bávara y lo reflejado en esta columna de opinión firmada por Alfredo Relaño, que suscribo de pé a pá, mejor me lo ahorro y de paso quedo como un señor.

Ya para acabar y darle sentido al título de esta entrada, que podría estar suscrito por algún imitador de tercera de John Le Carré, vamos con lo de Tito Vilanova. Joer que pena. En serio, que mazazo. Se lo comentaba el otro día a un colega vía Facebook. Venía en un taxi, medio pedete después de un buen festuki y en la radio estaban hablando de ello. La verdad es que casi se me saltan las lágrimas. Y sí, lo sé, no debería ser tan importante, al fin y al cabo, el fallecido no es alguien cuyos méritos le den para trascender. ¿Y qué?
Descanse en paz. 


Y hasta aquí hemos llegao... Que no es poco. 

2 comentarios:

  1. Excelente escrito con el que estoy completamente de acuerdo de manera integra. Dani Alves es carne de Bayern, no me sorprendería que lo ficharan, encaja perfectamente en la política de fichajes del club bávaro: malo defendiendo y bocazas. No puedo decir que me alegre de lo de ayer, pero tampoco me entristeció, el tiempo pone a cada uno en su sitio y los alemanes quedaron en evidencia. Esto huele a décima y bien merecida, las cosas como son.
    Por último, quiero decirte, ya que olvidé comentarlo vía FB, que cuando murió Vilanova, acto seguido me tragué el Madrid-Olympiakos (en baloncesto arrasáis, que espectáculo de equipo) y creo que nunca me había conmovido tanto un gesto como el de la afición blanca con el minuto de silencio. No se oyó ni una mosca, silencio sepulcral que dirían Soziedad Alkoholika. Chapeau! ahí se ve que el fanatismo muchas veces es solo cosa de energúmenos y periodistas.

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  2. Pozí, hay cosas que aún se respetan, a Dios gracias que diría un christian...

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