viernes, 19 de diciembre de 2014

Lo milloret de lo milloret 2014 - Del 30 al 21

30. Alt-J - “This Is All Yours”
Estamos ante un disco de absoluta confirmación. Y es que con este “This is all yours”, segundo álbum en la carrera del trío de Leeds (antes eran cuatro), se reafirman como una de las propuestas más interesantes dentro del panorama musical internacional. Responsables de un sonido sutil y preciso hasta lo matemático, tanto en líneas instrumentales como en las voces, su planteamiento sigue siendo idéntico, si acaso un poco suavizado. También en lo que se refiere a combinar diversos y hasta variados estilos. En este sentido “This is all yours” continua la senda iniciada por el aclamadísimo debut de Alt-J y, aunque no encontrareis (casi) nada novedoso en él, tampoco echareis en falta algo de lo que convirtió a “An Awesome Wave” en uno de los discos del año pasado. Es más, lo que “Breezeblocks” fue para aquel primer disco, ahora es cosa de “Every other freckle”. Otro pepino dispuesto a perdurar. Con todo y con eso, si que se aprecia una cadencia más relajada en un álbum que se erige como una oda a los medios tiempos, complejos y brillantes, como marca el saber hacer de esta panda de viejóvenes.


29. Weezer - “Everything Will Be Allright In The End”
Personajes ilustres dentro de la crítica especializada han saludado la publicación del décimo álbum de Weezer con calificativos como "espanto", cuando no directamente como "aberración". Los hay quienes incluso se ha atrevido a recomendarles la disolución, como si estuviéramos hablando de la banda terrorista ETA. “Álbum ridículo que produce vergüenza ajena y hasta sonrojo”, leí que decía otro. En fin... ¿Pues que queréis que os diga gachones? Yo me lo paso teta escuchando“Everything will be allright in the end”. Es más, perdónenme vuesas mercedes pero pienso seguir moviendo el esqueleto al ritmo de “Go away”, “The British are coming”, “Back to the shack”, “Da Vinci” o “Cleopatra”. Y sí, ya lo sé, no todo es maravilloso en el último disco de la banda californiana. Entre sus trece cortes se cuela alguno que, quizás, esté de más. Pero de ahí a considerarlo un esperpento, media un largo trecho. A mí me parece que Rivers Cuomo y sus chicos han facturado un buen disco de power pop, tremendamente disfrutable y que, por encima de todo, respeta la esencia de lo que han sido, son y serán Weezer. Además, en cierto sentido, vuelven al sonido marca de la casa. El de los mejores tiempos de la banda. Del que se habían desviado un poco (demasiado) en sus dos últimos lanzamientos.
¿Que el álbum azul, el verde y hasta "Pinkerton" son mucho mejores que este? Ya. Y el “Revolver” de los Beatles, ¡no te jode!

28. Miquel Serra - “La Felicitat dels Animals”/“El Perfum Dels Vegetals”
No solo de Rafa Nadal vive Manacor. De allí también viene Miquel Serra y sus dos maravillosos álbumes complementarios publicados en este 2014. Una perfecta continuación de aquel celebrado y no por ello demasiado conocido “Roses místiques” (2013).
Pero es que encima el bueno de Miquel ha sido capaz de ampliar la paleta de colores dentro de un concepto más o menos folk, con buena presencia de ruiditos que nos adentran en los senderos de la psicodelia or something like that.
Con todo, nada sería lo mismo sin esa voz. Un registro que emociona y nos llega hasta lo más profundo, tanto en su versión eléctrica, en “La felicitat del animals”, como en acústico, en“El perfum dels vegetals”. Ah! Y todo ello cantado en la lengua de Raymundus Lullus y su retatatataranieto Sergi Llul aka Lull Llull Llull Llull!!!

27. Ty Segall - “Manipulator”
Vuelta al ruedo la de este loco y prolífico veinteañero. El mismo que iniciase la diáspora garagera desde la bahía de San Francisco hasta Malibú Beach hace un par de discos. Y como no podía ser de otra manera lo hace a lo grande, sin renunciar a esa suerte de garage surfero que tanto nos gusta a algunos y que tanto denostan otros.
Manipulator” es un disco fácil, al menos todo lo fácil que puede ser un disco de garage, lo cual, aunque parezca contradictorio, se agradece. Y es que, muy posiblemente, estemos ante el álbum más accesible realizado por Ty hasta el momento, pero también, al menos para quien suscribe estas líneas, su mejor obra. ¿Contradicción again? Sure. O simplemente es que el rey del fuzz californiano es un manipulador del copón y siempre consigue llevarme al huerto. A ver, me explico, es evidente que en “Manipulator” Ty Segall arriesga poco o nada. Tira de sus consabidas habilidades guitarreras, su psicodelía raruna
y el punto cómico habitual. Y todo eso lo plasma en forma de veinte canciones que quizás se antojan demasiadas para un solo álbum. ¿Sobra alguna? Pues quizás sí, pero ¿y qué? Todas, hasta las peores del repertorio, son más que aceptables. Y luego están las mejores... y “Feel”... y "The singer"... y...

26. Centro-matic - “Take Pride In Your Long Odds”
Esta mini crónica - alabanza de lo último firmado por la banda de Texas, debería titularse “gallina vella fa bon caldo”. Y es que ese refrán tan valenciano -al menos en la versión que me trasmitieron a mí- es una verdad como un templo. Eso lo sabemos bien, gracias a las cabecitas, manos y pies de Will Johnson, Scott Danbom, Matt Pence y Mark Henman, quienes se han sacado de la manga otra gema más y ya van....
Sonido Centro-matic 100%. En ese punto intermedio entre el alt- country y el indie norteamericano en el que la versión más rockera de Johnson se encuentra tan a gusto. Con sus ecos al Springsteen originario y a los Crazy Horse, con o sin Neil Young, pero también a J. Mascis, Sebadoh y hasta Pavement.
Como he dicho anteriormente la virtud de este "Take price..." es, precisamente, que estamos ante una obra madura en la que se reconoce claramente la autoría. No hay experimentación en él pero, ¿qué queréis que os diga? Ni falta que hace. 
Como todo lo firmado por el cuarteto de Denton, el disco esta contraindicado para poses pasivas. Aquí se viene a rockanrolear y sino pues no se viene. ¿Qué queréis algo más reposado? El 75% de Centro-matic te lo ofrecen a través de su filial South San Gabriel. ¿Qué preferís recluiros en la introspección? Entonces os podéis acercar a los maravillosos mundos de Will Johnson en solitario.
Y es que in Will Johnson we trust, forever and ever...

25. Wild Beasts - “Present Tense”
El nuevo disco de estas bestias pardas supone un regreso a la buena senda y obviamente me estoy refiriendo a aquel maravilloso "Smother" que Wild Beasts publicaron en el 2011. Eso implica que este "Present tense" no sea un disco fácil de escuchar, en parte porque Wild Beasts tampoco son una banda para nada fácil. Y es que la trascendencia y la pretenciosidad informan toda su propuesta, incluso en cortes supuestamente accesibles como "Wanderlust" o "Mecca".
El cuarteto inglés continua mostrándonos su particular manera de entender el pop. Una propuesta densa e intensa, con unos sintetizadores heredados de la cold-wave, en la que adquiere un papel fundamental la extraña y emocionante voz de Hayden Thorpe. El álbum, además, resiste las comparativas con la mejor versión de The XX, o con la parte menos barroca de Yeasayer. Si bien tengo que reconocer que esta última está un poco forzada.
Un discazo. Otro más en su cuenta. Aunque cueste cogerle el punto, que también es verdad. Y es que apreciar la riqueza de matices y texturas requiere una escucha reposada y atenta. Pero el esfuerzo compensa. Feu-li cas al pare.

24. Zig-Zags - s/t
De entre todos las bandas de revival Sabbath que han sacado disco durante este 2014, el debut de este trío de Los Ángeles me ha parecido el mejor. Y que me perdonen los fans de los Hornss, que también molan, pero menos.
El disco de presentación de los Zig-Zags incluye doce chupinazos que te dejan sin aliento desde el primer minuto. Y es que a intensidad pocas bandas les ganan. De eso ya se habían percatado gentes tan importantes en este negociado -y generacionalmente tan distantes- como Iggy Pop o Ty Segall. De hecho este último personaje, del que ya os he hablado un poco más arriba, es parcialmente responsable del sonido stoner-noise-rock estruendoso, a la par que cavernoso, que se respira en todo el álbum. Y es que fue el hacedor del "Manipulator" quien puso el estudio de grabación para que fuera posible. 
Fantástico debut de una banda a no perder de vista.

23. Jack White - “Lazaretto”
El segundo disco en solitario del que fuera líder de los White Stripes es uno de esos álbumes que gusta tener en vinilo. Y puestos a pedir, en su versión "Ultra LP". Y es que el genio de Detroit se ha sacado de la manga, a través de su propio sello, una auténtica virguería para coleccionistas. Cuidadísima edición especial en la que se altera el orden de los cortes, se incluyen canciones escondidas y hasta hologramas que tan solo se pueden ver cuando lo pones a rodar en el tocadiscos. Además la cara A se reproduce de dentro hacia afuera y ambas caras terminan con una ranura cerrada que hace que el vinilo continúe sonando con un loop infinito, al igual que hicieran los Beatles en la cara interna del Sgt. Pepper's. Por si no había suficiente, la intro de la magnífica "Just one drink" puede ser eléctrica o acústica, dependiendo del lugar en el que caiga la aguja. Y ya sé que suena marciano pero e vero. Se debe a la utilización de tecnología dual-groove, que no sé que mierdas es, pero mola.
Bueno. Y a parte de las bizarradas ¿qué más tiene este "Lazaretto" que lo haga merecedor de este ranking? Pues qualité. La propia del Sr. White, rey Midas del rock contemporáneo. Riffs de guitarra marca de la casa, cierta cadencia bluesera y esa búsqueda de refugio en la música de raíces que ya se apreciaba de forma indiciaria en "Blunderbuss". Sin embargo todo en "Lazaretto" es más sólido, coherente y compensado. Y es que hasta los genios maduran... Y se toman su tiempo. Más aún sabiendo como sabemos, que todas las canciones de este disco tienen su origen en una colección de relatos, poemas y canciones que el Sr. White escribió en su casita cuando tenía 19 años.

22. Parquet Courts - “Sunbathing Animal”
Tercer disco de la prolífica banda de los hermanos Savage bajo la etiqueta "Parquet Courts”. Digo esto porque desde finales del 2011, el cuarteto tejano -ahora afincado en la Gran Manzana- lleva facturados un par de discos más bajo la marca Parkay Quartz (que debe significar lo mismo que Parquet Courts pero en gaélico o en neo-lengua o yo que caralho sé). Por lo qué, realmente, estamos ante el quinto en su cuenta. 
La fórmula en éste y en todos los demás es exactamente la misma: sencillez y contundencia. Lo cual no quita que estemos ante un disco tremendo que bebe de la mejor tradición indie-rock al margen del mainstream y que a la vez se aleja del hipsterismo militante y la ridícula modernez imperante. 
"Sunbathing animal" nos ofrece la mejor versión de una banda acostumbrada a dar siempre lo máximo. Aquella que los emparenta con gentes como The Clash y los Ramones, pero también con Pavement y los Strokes. Ahí es .

21. Nick Waterhouse - “Holly”
Es curioso, pero de un tiempo a esta parte se ha producido una explosión de bandas que reclaman una vuelta al soul más clásico, al de los éxitos de la Motown o la Stax. Vale, okey, hablar de explosión tal vez sea algo exagerado. Más aún cuando esta gloriosa liberación simultánea de energía calórica, lumínica, pero sobretodo sonora, no ha recibido mucha más cobertura que las cuatro elogiosas críticas a otros tantos artistas en algún medio de corte generalista. Excepción hecha del fenómeno Amy Winehouse, claro está. Y es que la contralto londinense fue quien inició el proceso, eso hay que reconocérselo. Pero además del malogrado proyecto Amy, durante los últimos años hemos visto surgir a gentes como Black Joe Lewis, Eli “Paperboy” Reed, Jeff Hershey & The Heartbeats, JC Brooks & the Uptown Sound, Sharon Jones & the Dap-Kings o Nick Waterhouse, que es quien nos importa por ser responsable de uno de los mejores álbumes del 2014: “Holly”. Un disco que aplica a la perfección las enseñanzas del masterfucker James Brown y en el que se respira negritud por los cuatro costados y eso que el amigo Nick es más blanco que la leche.
En“Holly” no hay canción que baje el nivel medio, lo cual desde un punto de vista conceptual resulta glorioso. Otro asunto es para el directo, pero de eso ya hablé en su momento y ahora no viene al caso.
Un álbum profundamente disfrutable dotado de una horrorosa portada, por mucho que la tal Holly esté de buen ver.

1 comentario:

  1. Este es el trozo de lista que me es mas familiar, y aún así me das a conocer a esos Zig-Zags, que me han supuesto una descarga de energía matinal revitalizante (vitaminada y mineralizada también, como le pasaba a Super Ratón). Con lo que dices de Alt-J, Centro-Matic y Weezer, no puedo estar mas de acuerdo. Lo que comentas que se ha dicho por ahí de los de Rivers Cuomo, solo puedo decir, que son sandeces. Cuanta memez, ya si tenemos que valorar los discos de una banda por lo que han sido antes o por lo que se habla de ellos dentro del moderneo indie, apaga y vámonos. Seguro que esos mismos han tildado el último de The Black Keys como 'disco de madurez'. Stop staffs, hombre!

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