Con pocas referencias a las que agarrarme y algún que otro prejuicio ocasionado por la nacionalidad de su director, acudí a principios de semana a ver el film “Canino” (Kynodontas – 2009) del realizador griego Yorgos Lanthimos. No voy a abundar sobre el tema, puede que más adelante dedique algún post al respecto, tan sólo diré lo siguiente: ¡cuánto daño le ha hecho al cine griego el plasta ese de Angelopoulos y sus películas de tres horas!
Además, justo un par de días antes, le había leído al crítico cinematográfico del ABC que la película podía parecer tediosa y exagerada “pero espere un par de días y verá cómo le ha mutado la criaturita en alguna cavidad interna oscura y húmeda. Dos consejos, pues: no se la pierda, y ojo a quién se la recomienda”. Aunque la crítica es buena, reconozco que a mí eso de “tediosa y exagerada” no me había hecho ni puta gracia, más aún teniendo en cuenta que apenas sobrepasa los noventa minutos de duración. Pero mira tú por dónde que el hecho de ser una peli cortita fue lo que me decidió en ir a probar suerte. ¿Lo peor que podía haber pasado?, tirar hora y media a la basura, ¿asumible, no?
Pues bien, “Canino” me ha gustado un huevo. No en el momento de terminarla, ya que salí del cine un poco desconcertado, sino transcurridos un par de días, confirmando así la predicción del amigo periodista.
.
¿Y de que va “Canino”? Vale, os pongo en situación. Digamos que tenemos una familia griega, de clase media alta, que vive en un chalet a las afueras de no se sabe que ciudad. Vemos como esa casa está rodeada por altos muros que los tres hijos de la familia nunca traspasan. Y cuando digo nunca, es nunca. O sea, ni para acudir al colegio, ni para ir al médico, ni para cualquier otra cosa. Su vida se desarrolla íntegramente encerrados sin tener ningún contacto con el exterior. Además la convivencia dentro de la casa se ajusta a unas estrictas y estrambóticas reglas impuestas por sus padres que buscan mantener un espacio puro, casi mágico, ideal para educar a unos niños. Un sitio a salvo del corrompido mundo exterior. El problema es que ese idílico enclave no es más que una gran mentira, un gigantesco engaño orquestado por dos adultos que se afanan en ocultar ciertos detalles de la vida, para lo cual incluso llegarán a crear una jerga propia. Un idioma no contaminado por el mundo exterior en el cual un avión no es más que un juguete, una autopista un viento fuerte, una carabina un ave blanca, el mar es una butaca de cuero, un coño es una lámpara, el teléfono es el salero y un zombie una pequeña flor amarilla. Con todo, el montaje se irá a la mierda, cuando la única persona proveniente del mundo exterior con permiso para entrar a la casa, cometa una imprudencia.
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Áspera, fría, extraña, enfermiza y desconcertante. He leído por ahí que es deudora del mundo de Buñuel. Probablemente sí, pero a mí también me ha recordado un poquito al gran Haneke. Confirmado, la criatura mutó.
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¡¡¡Puto Angelopoulos!!!
viernes, 28 de mayo de 2010
jueves, 27 de mayo de 2010
Mis favoritos del post-rock
Muchas de mis bandas favoritas se
incluyen dentro de esa cosa que los críticos musicales han tenido a bien en
denominar post-rock. Digo esto porque tengo serias dudas de si se
puede considerar al post–rock como un género o un estilo musical,
teniendo en cuenta lo diferente que suenan entre sí muchas de las formaciones a las
que se les cuelga esa etiqueta. Al parecer, con el término se pretende
catalogar a aquellos grupos que utilizando instrumentos propios del rock,
incorporan ritmos, melodías, timbres y progresiones armónicas que no
se encuentran dentro de la tradición del género. La teoría es obra de Simon Reynolds, cuando en el año 94 escribió dos célebres reseñas que fueron publicadas
en el Mojo y en The Wire. No seré yo quien le lleve la
contraria a este eminente crítico musical, pero a poco que conozcáis a
algunas de las bandas de post-rock os daréis cuenta de
que lo único que tienen en común es el producir música puramente
instrumental. Y a veces ni eso. Lo que no es discutible es que muchos de los etiquetados
son una autentica pasada, como es el caso de Mogwai, Godspeed You! Black
Emperor o mis amadísimos Explosions In The Sky, con los cuales
he pasado horas y horas de goce y disfrute. Ya puestos, paso a relacionar lo
mejorcito del género. Mis álbumes favoritos del post-rock.
1. Tortoise - Millions Now Living Will Never Die (1994)
El quinteto de Chicago es considerado
por muchos como el auténtico pionero de este sonido. A pesar de lo cual, a los
más puristas les cuesta reconocerles el mérito, considerando que lo que hacen Tortoise
vendría a ser otra cosa. En fin... Al margen de discusiones que no llevan a ninguna parte, hay que reconocer que Tortoise son un pedazo de banda y este
disco es buenísimo. Encima es del año 1994, el del advenimiento del post-rock.
2. Sigur Rós - Ágætis byrjun (1999)
Para mí el mejor disco de los
islandeses. Entre otras cosas por contar con el sencillo Svefn-g-englar (Ángeles
sonámbulos), una de las mejores canciones de toda su discografía y, por que
no decirlo, de todo el género. Además viene acompañado de un
precioso vídeo que enlazo, aunque probablemente ya lo habréis visto.
3. Godspeed You! Black
Emperor - Lift Your Skinny Fists Like Antennas to Heaven (2000)
Este
colectivo canadiense, difusor de las artes menos comerciales y los sonidos más
experimentales, es para muchos el principal representante de la causa creada
por Monsieur Reynolds. La mega banda
de Montreal firmó este disco tremebundo, el cuarto en su trayectoria, allá por
el año 2000. Probablemente sean los más innovadores dentro de la escena, si
bien, no los incluiría entre mis favoritos. A excepción de esta maravilla de la que aún recuerdo el impacto que me causó en su primera escucha. Para
mí es lo mejor de su carrera y con diferencia, por encima del aclamadísimo “Yanqui U.X.O.” en el que nunca acabé de entrar. Esperemos que pueda
recuperar sensaciones con los próximos lanzamientos, si es que los hay. Y es que, según parece, los nueve fantásticos andan un tanto dispersos últimamente. Por cierto que
el documental japonés de culto del cual extrajeron su nombre, es una marcianada
harto curiosa.
4. Mogwai – Rock Action (2001)
Sobre
los escoceses hay diferentes opiniones entre los acólitos al movimiento. Y sobre la calidad
de sus discos también. A mí personalmente me gustan mucho y el que más este “Rock Action”, bastante infravalorado si lo enfrentamos a la consideración alcanzada por otros álbumes firmados por la banda de Glasgow y que, honestamente, me parecen obras menores a su lado. En plena promoción vinieron a mi tierra -¡¡¡milagro!!!-, concretamente al Fra
de Alacuás ... Y servidor, pese a que tenía entradas para verles, se los
perdió. ¡Imperdonable!
5. Mono - One Step More and
You Die (2002)
De
esta banda japonesa ya os hablé hace un tiempo. Comentando ahí que no me apasionaban y en ese momento era verdad. Y es que reconozco que por aquel entonces no los tenía muy escuchados. A día de hoy
siguen sin ser de mis favoritos, pero me gustan bastante más, sobre todo tres de sus
discos. Podría haberme decantado por “You Are There” o el
maravilloso EP que grabaron en 2006 a medias con Pelican,
pero razones sentimentales me obligan a elegir este. Y también por su título, ¡que mola mazo!
6. Isis – Oceanic (2002)
Casualmente estos días se anuncia la separación de este quinteto de Boston que tan
buenas tardes me hizo pasar. Dejan a sus espaldas cinco magníficos trabajos de
entre los cuales destaca el ya mítico “Oceanic”. Y
vale sí, Isis no es propiamente una banda de post-rock, si acaso
de post-metal. Ok, me parece fenomenal, pero yo ahí no entro. Lo único
que digo es que este disco es una puta barbaridad... En todos los
sentidos.
7. Explosions In The Sky -
All of a sudden I miss everyone (2007)
Lo
mejor de los mejores de la
escena. Tuve el inmenso placer de asisitir a uno de sus shows hace un par de años y fue la hostia. Sobrecogedores. ¡Que viva Texas hostia!
8. Pelican – City of echoes (2007)
De
este disco os quería hablar, ya que llevo un tiempo en el que no paro de
escucharlo. Hoy mismo lo traía enchufado en el i-pod justo antes de entrar al curro -¡¡¡así he empezado el día!!!-. Californianos a los que la crítica especializada tacha de post-metaleros, como a Isis, pero
estos en una versión más purista al no incluir voces en ninguno de los cortes. A mí
este “City of echoes” me tiene
enamorado y eso que en el momento de su publicación le presté nula atención.
Ahora me estoy desquitando. Si no les habéis escuchado, echadle un ojo y dos orejas a este vídeo. Pedazo de canción y gran videoclip. No os perdáis el
final.
9. Do Make Say Think - You,
You're a History in Rust (2007)
Estos
no son aptos para todo tipo de paladares. De hecho acabo de agenciarme su último
larga duración -“Other truths” (2009)- y por mucho que lo intento no acabo de entrar
en él. Sin embargo no me costó nada con este “You, you're a history in
rust”. También son canadienses, como Godspeed You! Black Emperor -o sus hijos Silver Mt. Zion, a los que no he incluido en esta lista- y tal vez por
ello son más de orquestar, incluyendo instrumentos de viento, algunas cuerdas, electrónica, así
como percusiones más propias del mundo del free jazz. En fin, que disfruté y disfruto
mucho con este disco.
10. This Will Destroy You - This Will Destroy You (2008)
Otra
gran banda texana de apocalíptico nombre. Muy parecidos en lo musical a sus hermanos mayores los Explosions
in the Sky.
Probablemente este sea su mejor disco, aunque su trayectoria musical todavía es
corta. Tengo muchas esperanzas puestas en ellos. Veremos como evolucionan. Por
cierto que ya os hablé de este álbum hace un
tiempecito.
11. Russian Circles – Geneva (2009)
Un
descubrimiento vía Txarls. Poco más a añadir a lo que el maestro reseñó en su entrada. Más post-metal del güeno. ¿Para cuando una gira por aquí gachones?
12. Caspian – Tertia (2009)
Opus mágnum. Fantastische! C'est
magnifique!!! Lo más grande que ha parío
el género. De lo mejor que he escuchado en tiempos y no me ciño exclusivamente
al mundo del post-rock. Con este “Tertia” los de Berkeley dieron un
puñetazo sobre la mesa y pasaron de ser otra banda más del rollo, a la consideración de genios creadores de
una obra maestra. Creadores y productores. Nadie mejor que ellos para saber que
querían conseguir en el estudio. ¡Bendito momento de inspiración!
(Más sobre el disco aquí mismito. En els cagallons, ¿dónde si no?)
(Más sobre el disco aquí mismito. En els cagallons, ¿dónde si no?)
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Lo
dejo aquí, que esto me está quedando la polla de largo. Tan solo y para terminar mencionaré a otras
tres bandas que, si bien no hacen post-rock,
o no se las incluye dentro de ese mundillo, sí que han creado maravillosos
álbumes que contienen reminiscencias y evocan a tan glorioso género. Se trata de Will Haven y su mítico “WHVN” (1999), Earth y el no menos mítico “Hex; Or printing in the infernal method”
(2005), y por último las islandesas Amiina, un delicado cuarteto de cuerda compuesto por cuatro chicas, amigas de los Sigur Rós y que gracias a “Kurr” (2007) pasaron a ser una de mis debilidades personales.
Hala,
c’est fini.
martes, 25 de mayo de 2010
Conciertazo de Eli "Paperboy" Reed
El talento, esa cosa de la que tanta
gente alardea pero que tan pocos tienen realmente... ese gran desconocido… definido
como la capacidad para desempeñar o ejercer brillantemente una actividad, se le
puede (y se le debe) considerar como un potencial. Al menos eso he leído en la Wiki, fuente de sabiduría
inagotable. Por lo tanto un tipo talentoso es aquel que dispone de una serie de
características, aptitudes o destrezas sobresalientes respecto al grupo, para
realizar una tarea determinada en forma exitosa. Okay. Lo apuntare en mi libreta de cosas que me importan una mierda. Ahora hablemos de música.
Anoche y casi por obligación, acudí con
unos amigos para presenciar el soberbio espectáculo ofrecido por un blanquito
de Boston, que por su forma de cantar más bien parece un negro de Harlem.
Responde al nombre de Eli “Paperboy” Reed y junto a los True Loves, su
banda de acompañamiento, nos regaló a los allí presentes una de las mejores
actuaciones que yo recuerde. Y sí, ya lo habréis deducido, Eli es uno de esos escasos músicos que pueden
vanagloriarse de tener talento. No sé como se lo habrá agenciado, si esa
maestría es hereditaria o adquirida, ¿el artista nace o se hace?, ¡y yo que
coño sé! ahora, es evidente que nuestro amigo tiene mucho de eso y no como los
cantamañanas que participaban en el programita de Cuatro. Talentoso,
carismático y con esa cosa que los anglosajones llaman feeling, ¡a raudales! Magnetismo sobre el escenario y fuera de él. Lo digo porque previamente a comenzar la
actuación nos lo encontramos en el baño afeintándose y ya transmitía algo…
¡puto crack!
El conciertillo comenzó temprano, lo
cual se agradece al ser el domingo un día poco indicado para la comisión de
excesos, por lo que terminó pronto. Incluso demasiado. En primer lugar porque
el telonero anunciado, un tal Harper Simon, no concurrió. No sé porqué, nadie
dio explicaciones. Pero principalmente por enfermedad del baterista, un negro
de enormes rastas y sonrisa Profidén
que le pegaba a los toms y a la caja como si le debieran dinero. Una lástima,
porque la escasa hora y cuarto que duró la actuación fue fantástica. Un magnífico
espectáculo musical para goce y disfrute de los sentidos. Así que cortito, pero
intenso. Suficiente para confirmar
todo lo bueno que se había dicho y escrito sobre él y que le ha convertido en
el hombre del momento para todos los amantes de la música negra. Y eso que, a
día de hoy, tan sólo cuenta con dos discos publicados, Roll with you y el que vino a
presentarnos Come and get it.
En fin, que vimos un concierto estupendo. Un regreso
al pasado por un presente llamado Eli “Paperboy” Reed, un genio de la música. Decir recomendable
sería quedarse corto. No os lo perdáis.
viernes, 21 de mayo de 2010
La última de Jarmusch
El otro día vi “Los
límites del control (The Limits of Control, 2009)” de
Jim Jarmusch, película protagonizada por Isaach De Bankolé, el negro cabrón de
"Manderlay", que pasó sin pena ni gloria por la cartelera española y ello a pesar
de que está rodada en Madrid, Sevilla y un pueblo de Huelva. Y la verdad es que
lo entiendo, porque es rara de cojones. Una paja mental no apta para todo tipo
de paladares, en la que
Jarmusch se aleja un poco de su particular universo y se
aproxima al de David Lynch. Una película de esas en la que, o entras desde el
principio, o te levantas cabreado y te vas. El caso es que yo entré. Y me
pareció maravillosa.
La historia va de un
hombre misterioso y solitario al que encomiendan una extraña misión, al margen
de la ley, por lo cual se desplaza hasta España. El tipo no confía en nadie,
por lo que desconocemos sus intenciones, aunque está claro que no son nada
buenas. El film nos muestra cual es su itinerario hasta cumplir su cometido. Un
camino en el cual se insertan, como etapas intermedias, una serie de
surrealistas encuentros co-protagonizados por extraños personajes.
Siguiendo el paradigma jarmuschiano, la película es hermética y
silenciosa a más no poder, más incluso que otras obras del mismo autor. No es
casual. Nuestro protagonista viene a ser “el salvador del arte y de las
ciencias”, personificados por la caterva de secundarios que he mencionado antes,
frente a la realidad y las fuerzas que la controlan. Para
lograr ese cometido utilizará el poder de la imaginación y por eso, al final
del camino, conseguirá entrar en la megafortaleza del malo maloso, protegida
por altos muros, alambradas y agentes armados, empleando únicamente ese
superpoder. O sea, Jarmusch nos muestra como se puede derrotar al control a
través del uso de la imaginación… empleando una elipsis de esas que
difícilmente pasan desapercibidas.
En serio, aunque no lo
parezca, es chulísima. Una marcianaza deliberadamente anticomercial, pero
extraordinaria.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Cuentos de Horacio Quiroga
Me
acabo de terminar una colección de dieciocho relatos firmados por Horacio
Quiroga, quien, no os voy a engañar, no es Santo de mi devoción. Este cuentista,
dramaturgo y poeta uruguayo – argentino es considerado como el maestro del
cuento latinoamericano y el padre literario de todo un Premio Nobel como Gabriel García Márquez , lo cual no es poca cosa. Sin
embargo, a mi no me ha acabado de gustar. Precisando lo anterior, no es que no
me acabe, es que muchos de sus cuentos, directamente, no me gustan nada. Independientemente
de si son de su etapa inicial, la de niño bien de provincias, más bien
romántico, y que lo entroncan con el universo Poe, como si se trata de sus últimas creaciones, escritas
a la vez que ejercía de barbudo pionero en la provincia de Misiones (Argentina),
sufriendo los rigores de la selva y sirviéndose de ellos para elaborar sus
historias.
Precisamente
de esta última época son aquellos cuentos que le otorgaron un mayor reconocimiento.
Relatos breves de mensúes y plantaciones de yuca, de desarrapados e hidalgos
que dieron con sus huesos en los territorios más inhóspitos de la Argentina. Esos en
los que la naturaleza se erige como principal protagonista, como enemiga del
ser humano bajo rasgos temibles y horrorosos. No es casual, la vida de Horacio Quiroga
estuvo marcada por la tragedia, con accidentes de caza y suicidios de por medio, incluyendo el suyo
propio en un Hospital bonaerense y tras conocer que padecía cáncer de estómago.
Esa circunstancia queda reflejada tanto en su forma de escribir como en los
temas sobre los que escribe. Raro es el cuento en el cual no veamos reflejada
la vida de su autor en algún pasaje o escenario real. Un aspecto éste que
desconocería, de no ser por las interesantes notas a píe de página que incluye
la versión de los “Cuentos” de la editorial Cátedra : Letras Hispánicas.
Antes
he dicho que muchos de los cuentos no me gustan nada. Pues bien, tengo que ser
justo, también los hay que me agradan e incluso mucho. Sobretodo aquellos con
los que se abre y cierra la edición que yo me he leído. Como los dos primeros incluidos
en “Cuentos de amor de locura y de muerte”, publicados originalmente en 1918 y que están en la onda de las
“Narraciones Extraordinarias” de Edgar Allan Poe. También me parece muy bueno
el que les sigue y que se titula “A la deriva”, si bien no tiene nada que ver ni
en la forma ni en la temática, tratándose de un relato de corte naturalista. Ahora,
si he elegir uno, me quedo con el que cierra el libro: “El hijo”, el más
estremecedor de todos ellos. Muy logrado el desasosiego de ese padre, claramente
reflejo del propio autor, que sufre por los peligros que acechan a su hijo en
la selva, en donde ambos conviven. Muy bueno y con un final cojonudo. Pese a
todo lo cual, insisto en lo dicho al comienzo… no he logrado que la prosa de
don Horacio me cautive.
lunes, 17 de mayo de 2010
Hasta siempre
-->
Como ya dije en un post anterior, la semana pasada fue bastante
penosa para mí. Y como colofón, ayer mismo se produjo el
tristísimo cierre de los Cines Albatros.
Un sitio en el cual he pasado grandes momentos y que me ha dado a conocer a gentes como
Fernando Meirelles, Roberto Begnini, Michael Haneke, Hayao Miyazaki o Aki
Kaurismaki, por poner sólo unos pocos ejemplos. Un sitio al que iba con
asiduidad, ya que, una de cada dos veces en las que me apetecía ver alguna película acababa en
los Albatros. Encima es el cine que tenía más próximo a mi
domicilio, con lo cual, cada vez que tenía el día tonto y decidía refugiarme de
la realidad circundante, terminaba allí metido. En
fin, que ayer fue el último día de vida para los Cines Albatros… y que suena raro… hasta muy raro. Lo dicho, mierda de
semana!!!
El cierre ha pasado casi
desapercibido para gran parte de esta ciudad tan aficionada a los grandes fastos. También
es verdad que algunos cinéfilos valencianos ya se habían hecho eco del rumor,
luego confirmado, a través de sus blogs
y/o de grupos de Facebook. Lo que
pasa es que todos ellos, con alguna honrosa excepción, se han centrado en
criticar la clausura de esta mítica filmoteca con argumentos bastante absurdos,
pasando a convocar movilizaciones frente a la Sala para así presionar a los
propietarios y evitar lo inevitable. Una patochada de primer orden a la que,
obviamente, no me sumé. Si todos esos que se han apuntado a estas
manifestaciones hubiesen acudido regularmente al cine, otra gallo hubiera cantado.
Tan fácil como eso. Es cosa sabida que los Albatros
palmaban pasta desde hacía unos años y la incapacidad de remontar el vuelo es lo
que, a la fin y a la postre, ha ocasionado este trágico desenlace. Una auténtica
pena, porque quien pierde es Valencia. Y
mucho. La capi se queda sin uno de los escasos lugares en los que se ofrecía
una programación alternativa a la de los multicines de Centro Comercial. Esas
megasalas con pendientes dignas de la cordillera del Himalaya, en las que se
programan siempre el mismo tipo de películas, osease, naderías de tetas y culos, pelis de tiros y salsa de tomate,
dramas romanticotes protagonizados por Meg Ryan o Sandra Bullock, terror
japonés del palo o españoladas de escaso nivel muy del gusto del público
adolescente. En fin, que se pierde una opción cultural. Otra más. Y es que los Albatros siempre se caracterizaron por su
exquisita selección de largometrajes, con representación de casi todas las
filmografías del planeta, aunque prestando especial atención a las producciones hechas
en Europa.
Como
ya he dicho antes, no me uní al acto de protesta convocado para el domingo. Oficié
mi despedida de una forma menos crispada, acudiendo a ver una última película
el pasado viernes. La elección me la puso en bandeja un amigo, que me habló
maravillas de “Ciudad de vida y muerte”,
dirigida por el chino Lu Chuan. Y vaya manera de despedirse. Una peli cojonuda
en la que se nos cuenta como debió ser la masacre de Nanking al cargo de las
tropas del ejército imperial japonés, tras la caída de la por aquel entonces capital China, el 13 de diciembre de 1937. Se trata de un film coral en el cual la cámara
sigue el destino de varios personajes, algunos de los cuales son testimonios reales,
que luchan por sobrevivir entre el horror de la matanza indiscriminada. También veremos
como ese horror se apodera de los verdugos, algunos de los cuales se vuelven
locos, incapaces de asumirlo.
En
fin, una película que te pone los pelos de punta y que, curiosamente, pese a ser china, no responde
para nada al modelo de cine hecho por orientales. Una obra maestra que nada tiene que envidiar a las mejores
producciones de cine bélico.
Cuando
dentro de unos años recuerde los Cines
Albatros, lo haré con nostalgia y con muchísimo cariño, reconociendo todas
las horas de placer que me ha proporcionado. ¡Hasta el último momento!
Por eso agradezco que la despedida y cierre haya sido con esta fantástica producción china.
sábado, 15 de mayo de 2010
Con todos ustedes Shonen Knife
-->
¡Oye!,
un concierto más que decente el que nos ofrecieron las veteranas Shonen Knife en su primera visita a
Valencia. Con quince discos a sus espaldas y más de treinta años de carrera, el
trío de Osaka se ha decidido por incluir España en su gira europea, saliendo de
su país en donde son muy conocidas. Mi idilio con la banda se remonta a
principios de los 90, cuando fueron elegidas por Nirvana para abrir sus conciertos durante el “Nevermind Tour”. Kurt Cobain fue quien las escogió, declarando
que “era tan fan de la banda que cuando
por fin las pude ver en directo cada noche, me sentía como una niña adolescente
en un concierto de The Beatles”. Sin embargo tengo que reconocer que no les
he hecho seguimiento desde entonces. No me apasionan. Su música, una especie de punk rock, muy en la línea de los Ramones o de los Buzzcocks, en la cual
insertan elementos propios del j-pop,
me parece muy divertida y, visto lo visto ayer, muy solvente en directo, pero poco
más.
Recuerdo
cuando compré el primer disco, de los dos que tengo, de estas chicas. En plena
fiebre mundial del grunge, con mi
camisa de leñador, la melena convenientemente enmarañada y los ojos inyectados
en sangre (je je), me acerqué hasta una tienda de discos de mi ciudad, hoy día
desaparecida, para adquirir alguna novedad musical proveniente del planeta Seattle. Y allí, en un bonito escaparate
repleto de cosas interesantes (¡que chula era esa tienda!), estaba la
fotografía de tres sonrientes japonesitas, de tamaño mini, junto a Cobain y
Novoselic. Evidentemente el trío de chicas era la formación original de Shonen
Knife, con las hermanas Yamano (Etsuko, la guitarra y vocalista principal, aún
sigue en la banda) y su amiga Michie Nakatami. La técnica promocional surtió su
efecto y tanto yo, como mi colega, cargamos con un álbum de las japonesas.
Estos
recuerdos de juventud son los que me impulsaron a gastarme los más de 18 euros que
costaba la entrada de ayer. Y hombre, pese a que el precio me parece algo
desmesurado, hay que reconocer que las tías se lo curraron a base de bien,
haciéndonos pasar un buen rato rockanroleando.
Con una mención muy especial para la actual bajista de la banda, un terremoto
de mujer que responde al nombre de Ritsuko Taneda, que irradia un buen rollo
increíble… bueno eso, y que tiene un pelazo flipante!!!
Llegamos a dudar si era de verdad o llevaba una peluca.
En
fin, que lo pasamos muy bien, pese a que comenzaron un poco tarde y acabaron
aún más (a la 01:30 y al día siguiente a currar!!!)… y pese a los teloneros de
la gira patria, Jugoplastika, que
perpetraron una de las actuaciones más lamentables que recuerdo. ¡Joder, si
estuvo hasta graciosa la coreografía que nos ofrecieron tanto ellas sobre el
escenario, como una cuadrilla de grupies
quinceañeros que se situaron en la primera fila! Un toque muy friki, o muy japo, que no le vino nada mal al evento.
Ale,
konnichi wa.
viernes, 14 de mayo de 2010
Semana de mierda
Me
referiré en primer lugar, como no podía ser de otra manera, al Plan de ajuste
económico decretado por el Gobierno Central que, como tampoco podía ser de otra
manera, afecta principalmente a los “sucios” funcionarios y a los “chupópteros”
de los pensionistas, esa gentuza por culpa de la cual hemos llegado a la
precaria situación actual. Resulta que la solución a todos los males de este
país es aplicarnos un recorte salarial medio del 5%. Un mísero porcentaje que,
tampoco nos engañemos, no nos deja en la indigencia como tampoco antes nos
sacaba de pobres. Pero no es eso. Se trata del mensaje que conlleva la medida. Se culpabiliza
a un colectivo de 1.600.000 trabajadores que, curiosamente, son aquellos cuyos
ingresos y aportaciones al erario público están más controlados. Una medida
populista, porque responde al sentir de gran parte del pueblo llano. El pueblo
llano… el pueblo soberano… una panda de mandriles que ahora se darán golpes en el pecho por haber humillado a este
“privilegiado” colectivo. Eso sí, los mismos que después se irán a beber birras y a fardar con los amigotes por
la pasta que le han sacao al primo de
turno revendiendo el piso de la abuela, o por lo que le hemos ocultao a Hacienda, ¡en este país somos
así de listos! Pero claro, la culpa de la crisis no es de ellos, es de los
Bancos, del Gobierno de turno y, como no, de los servidores públicos que cobran
mucho y no hacen nada. Y mientras tanto, a ellos, a los especuladores, a los
Bancos, a las grandes fortunas, a todos esos que “generan riqueza”, a esos ni
tocarlos. A los bomberos, a los policías, a los profesores y maestros, a los
médicos… a todos esos funcionarios, que les den por el culo, por vagos y
maleantes y porque lo dicen “los expertos”, que de esos hay muchos en este
país.
Casi
a la par que el Presidente Zapatero dejaba caer su “bomba” en sede
Parlamentaria, el magistrado instructor de la causa abierta para investigar un
supuesto delito de cohecho atribuido a Paco Camps, entre otros, dictó una
providencia por la que acuerda citarles a declarar en calidad de imputados ante
el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Y pensareis “¡hostias!,
esa es una buena noticia”, pos
no!!! No, porque es lamentable que al representante electo de millones de
valencianos lo hayan trincado por meter la mano en la caja y llevárselo crudo.
O mejor dicho, por dejar que sus amiguetes lo hicieran, defraudando la
confianza que el pueblo depositó en él, a cambio de tres trajes de mierda. Y a
mí, como valenciano, me duele. Me jode que esa sea la imagen que damos al resto
del estado. Es simplemente lamentable y no hay excusa que valga.
Y
por si no nos hubiera avergonzado lo suficiente, al menda no se le ocurre otra cosa que soltar lo siguiente: “Todo el mundo en España, los 45 millones de
españoles, saben que soy honrado, que tengo lo mismo que tenía cuando llegué y
nadie en España se puede creer que el presidente de una Comunidad tan
importante como la valenciana pueda venderse por tres trajes, es absurdo (…) Lo
cree el PP, la
Comunidad Valenciana entera y todos mis compatriotas, desde
Finisterre hasta Cabo de Gata, toda España”. Pues parece que yendo hacia el
Cabo de Gata no lo tienen tan claro, si no que le pregunten a Monsieur Ripoll.
Y
no acabo aquí, todavía hay un par de cositas más. La suspensión de empleo y sueldo de Paco González, director del Carrusel
Deportivo de la SER y el
inminente cierre de los Cines Albatros.
Respecto a lo primero, que puedo decir, independientemente de si existen motivos
o no para despedirlo o suspenderlo o apartarlo o lo que vayan a hacer con él,
lo que está claro es que la radio (deportiva) española pierde uno de sus
mejores profesionales. Desde luego servidor echará en falta a un tipo que
siempre era capaz de poner un punto de cordura en un mundillo tan dado a la
demagogia y a la exageración como el periodismo deportivo. Y que son muchos
años escuchando la voz del asturiano…
Respecto
al cierre de los Cines Albatros, pues
que queréis que os diga, después del cierre de L’altre espai, o del teatro de marionetas La Estrella, ahora le toca a esta emblemática filmoteca, un lugar
en el cual he pasado algunos de los mejores momentos de mi vida. En fin, que
Valencia se está quedando huérfana de espacios culturales, por el contrario cada
vez afloran más espacios de corte chic.
Aunque no sé si podemos quejarnos, como en el caso de Camps, es lo que hemos
elegido, ser un reducto de pijos y chorizos. Si la gente hubiese ido más a
los Albatros, en lugar de quejarse
ahora a toro pasado, otro gallo cantaría.
En
fin, que hay semanas que dan ganas de soltarle un guantazo a alguien… no lo
haré, mi refugio es el Metal!!!
miércoles, 12 de mayo de 2010
Todo arrasado, todo quemado
“Todo
arrasado, todo quemado” es el
primer libro del canadiense Wells Tower y ha
sido todo un acontecimiento en el mundo literario norteamericano. Publicado
originalmente en 2009, se trata de una colección de relatos que ha maravillado tanto
a crítica como a público estadounidense, de hecho, algunos prestigiosos medios
como el New York Times o el Publishers Weekly han dedicado elogiosas
palabras a su joven autor, llegando a calificar su ópera prima como “uno de los mejores debuts literarios de los
últimos tiempos”. He de reconocer que yo desconocía todos estos datos
cuando me decidí por comprar el libro. Supongo que me pilló en un momento de
esos en los que estoy cabreado con el mundo, leí el título del libro y decidí
que me venía al pelo. Bueno, no sólo el título es el responsable, también la
portada con esa escena en la que hay un vikingo barbudo, una noria de colorines
y una cartografía antigua al fondo. El caso es que me alegro de haberme
decidido por este libro.
Las historias
en él recogidas describen diferentes y variadas situaciones que sirven a Tower para
hablarnos de las cosas del querer, del fracaso y de la frustración, de las
diferencias insalvables que se abren entre los seres humanos, y todo ello sin lanzar
juicios morales. Esta claro que su forma de escribir entronca con la mejor
tradición literaria norteamericana, desde Cheever a Carver y a sus características
historias de losers. Aunque a mí,
quizás, me ha recordado más a los autores de la “Generación quemada”,
muy especialmente a George Saunders o al añorado David Foster Wallace,
sobretodo en el modo como introduce elementos de humor en los relatos.
Dentro de esa galería de
personajes a la deriva que protagonizan los relatos de “Todo arrasado, todo quemado”, merece
una mención especial el del vikingo deprimido del último cuento, justo el que da
título a la antología.
Lo que se nos narra es una historia de vikingos (y va en
serio), pero no a la vieja usanza, ni empleando los recursos propios de la
novela histórica, sino los propios de un escritor contemporáneo. El prota se
expresa igual que lo haría un mecánico de Ohio y sus planteamientos y
reacciones no distan demasiado de los que tendría cualquier personaje de
Raymond Carver.
Por lo demás y pese a que todos los cuentos me parecen muy
buenos, mis favoritos son aquellos que están protagonizados por hombres. Como
“La costa marrón”, en el cual un carpintero que ha perdido casa, trabajo y
esposa, marcha a la residencia de playa de su tío para intentar alzar el vuelo,
o “Retiro”, en el cual un par de hermanos que no se llevan demasiado bien,
pasan unos días juntos en una cabaña en plena naturaleza.
martes, 11 de mayo de 2010
ZzZzZzZzZzZ
Nazanín
Aminian es una escritora, traductora y politóloga iraní. Reside en España desde
hace un porrón de años, a donde llegó como exiliada política. Imparte clases en
la UNED y en la Universidad de Barcelona, también da charlas en diferentes foros y
es habitual colaboradora de la prensa escrita, por ejemplo en el diario Público, donde escribe una columna todos
los domingos. Así es como yo he llegado a conocer a esta admirable mujer.
¿Os
acordáis de aquellos anuncios tan marcianos de colchones Flex en los que, haciendo un sencillo juego de palabras, se decía que el pronunciar cualquier vocablo que incluyera la sílaba “flex-“ producía la necesidad de
reposo inmediato tanto en quien lo dijera como en el que lo oyese? Eran bastante graciosos, la verdad. Estaban protagonizados por personas de todo tipo y condición que, estando en diferentes situaciones y tras pronunciar palabras como “flexible”
o “flexionar”, caían rendidos y se ponían a dormir allí donde les pillara. Pues
bien, a un servidor le pasa igual con los artículos de la señora Aminian. Es
leer “Punto y seguido”, de NazZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZz… y "me quedo roque". Y es que no
puedo con esta mujer. ¡¡¡Que peñazo por Dios!!! Y eso que, a veces, escribe sobre
temas interesantes de los que se supone sabe bastante… pero ni por esas… ¡¡¡esta mujer aburre a las ovejas!!!
Pues
eso es lo único que quería decir hoy. Hala…
De regalo este somnífero gratuito. Que lo disfrutéis.
lunes, 10 de mayo de 2010
Alicia según Tim Burton
Pues
a mí me gustó la Alicia de Tim Burton, que le vamos a hacer. Que no será lo
mejor que haya parido el genio de Burbank, de acuerdo, y que la elección de
algunos de los actores para encarnar a los personajes creados por Lewis Carroll
ha sido bastante desafortunada (con especial mención para la sosa Anne Hathaway
en el papel de la Reina Blanca ), pues
también. Y que, en definitiva, de Burton uno espera siempre un poquitín más, ídem
de lo mismo. Pero con todo y con eso, servidor pasó un buen rato en el cine.
En
primer lugar porque visualmente me ha parecido impecable y, en contra de lo que
opinan la mayoría de crítica y público, muy bonita… incluso iría más allá, ¡es preciosa!
Me gusta que Burton haya cogido el espíritu de la novela adaptándolo a su imaginario
particular, creando una serie de personajes que entroncan claramente con ese
gótico amable tan identificable en todas sus producciones. En este sentido, me
parecen fantásticos los personajes de la Reina Roja ,
interpretado por su esposa Elena Bonham-Carter, o los gemelos Tweedledee y Tweedledum, e incluso el peculiar ejército capitaneado por el
malvado Ilosovic Stayne. Por el contrario, me ha dejado un poco frío el Sombrerero Loco, interpretado por el
habitual colaborador del universo burtoniano,
Mr. Johnny Depp, más sobreactuado que nunca (que ya es decir!!!).
Y añadiré algo más. Se ha criticado mucho a Burton
por ser poco fiel al relato de Carroll y haber creado una especie de “Alicia 2: El regreso”, que poco o nada
tiene que ver con el espíritu original. Yo no lo veo así. Bendito desbarre el
de Tim, en buena hora desmontó el cuento para irse por los cerros de Burbank. Ahora
Alicia ya no es una cría soñadora e inocente, sino una adolescente que llega a
“El País de las Maravillas” huyendo de una realidad que comienza a asfixiarla. Un
mundo real en el que todos se creen con derecho a decirle que tiene que hacer,
como se ha de comportar, o con quien se debe casar. Es por eso que Alicia se
rebela escapando a ese país maravilloso en el que ya estuvo de niña. Un viaje
de purificación que permitirá a Alicia retornar con los suyos y decirles lo que
piensa, algo de lo que antes era incapaz. Sinceramente, me gusta mucho más este
mensaje freudiano de vuelta a la
infancia para saber cual es la mejor decisión en la vida adulta, que el contenido
en el libro de Lewis Carroll.
Y
lo de que está rodada en 3D, pues que
queréis que os diga, no le va mal, pero tampoco hubiera pasado nada si hubieran
prescindido de transformarla a ese formato tan de moda. O bueno sí, que me
hubiese ahorrado unas pelillas con la entrada.
Por
cierto, no me gusta mucho la portada elegida por la Disney.
Por eso me permito ilustrar este post con la "Alicia" de Natalie Shau, fotógrafa e ilustradora
lituana.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Generoso regalo sonoro
Que tu jefe se tire un peo en tu cara no mola... lo mires como lo mires no mola. Y por muy gracioso que pueda resultar contarlo en el marco de una conversación de barra de bar, o ponerlo por escrito en un blog de chichinabo como este, lo cierto es que no es nada guay.
La cosa fue más o menos así:
Me hallaba yo el pasado lunes por la tarde en mi redil funcionarial haciendo como que trabajaba. Serían sobre las 20:00 horas, cuando en estos ambientes no queda ni el Tato, o al menos eso creía yo. Sin temor a que se produjese alguna intromisión extraña que me perturbase y con la convicción de que yo era el único pringado echando horas, entreabrí la puerta del despacho. No pasaron ni cinco minutos cuando escuché un ruido de pasos aproximándose a mi puerta. Me dio la sensación de que el responsable tenía algo de prisa, de hecho, de no ser por lo que ocurrió a continuación, no me hubiera dado tiempo ni a levantar la vista y ver de quien se trataba. Pero como el sujeto tuvo a bien soltar una bomba nuclear justo a mi vera, me dio tiempo a ver/sentir/oler a mi jefe, que casi a la carrera, se dirigía hacia el otro lado de la planta. Visto/sentido/olido el "regalito", deduzco que iba hacía el cuarto de baño y que sus prisas estaban más que justificadas.
¡Menudo cuesco que se soltó el gachó! Y sin despeinarse tú!!! Vale que el señor no sabía que yo andaba por allí, pero joder, podía haber mirado, que si llega a soltar metralla me pone fino. Y además otra cosa, si ese cuerpecillo escuchimizado es capaz de librar semejante trueno mortífero, es que algo en su interior no funciona muy bien. Yo me lo haría mirar.
En fin, que al día siguiente no pude mirarle a la cara. Todo trajeado combinando colores, noblísimo cual barón inglés, impecable como siempre, sí sí... lo que quieras, ¡pero yo te he visto en la intimidad!¡¡¡So guarro!!! Sí, un tío muy serio y responsable, ¡pero podrío por dentro!
La cosa fue más o menos así:
Me hallaba yo el pasado lunes por la tarde en mi redil funcionarial haciendo como que trabajaba. Serían sobre las 20:00 horas, cuando en estos ambientes no queda ni el Tato, o al menos eso creía yo. Sin temor a que se produjese alguna intromisión extraña que me perturbase y con la convicción de que yo era el único pringado echando horas, entreabrí la puerta del despacho. No pasaron ni cinco minutos cuando escuché un ruido de pasos aproximándose a mi puerta. Me dio la sensación de que el responsable tenía algo de prisa, de hecho, de no ser por lo que ocurrió a continuación, no me hubiera dado tiempo ni a levantar la vista y ver de quien se trataba. Pero como el sujeto tuvo a bien soltar una bomba nuclear justo a mi vera, me dio tiempo a ver/sentir/oler a mi jefe, que casi a la carrera, se dirigía hacia el otro lado de la planta. Visto/sentido/olido el "regalito", deduzco que iba hacía el cuarto de baño y que sus prisas estaban más que justificadas.
¡Menudo cuesco que se soltó el gachó! Y sin despeinarse tú!!! Vale que el señor no sabía que yo andaba por allí, pero joder, podía haber mirado, que si llega a soltar metralla me pone fino. Y además otra cosa, si ese cuerpecillo escuchimizado es capaz de librar semejante trueno mortífero, es que algo en su interior no funciona muy bien. Yo me lo haría mirar.
En fin, que al día siguiente no pude mirarle a la cara. Todo trajeado combinando colores, noblísimo cual barón inglés, impecable como siempre, sí sí... lo que quieras, ¡pero yo te he visto en la intimidad!¡¡¡So guarro!!! Sí, un tío muy serio y responsable, ¡pero podrío por dentro!
lunes, 3 de mayo de 2010
Velada musical en compañía de Jonston y Tórtel
El viernes por la noche y viendo que no tenía nada
mejor que hacer, accedí a acompañar a un par de amiguetes hasta el Wah Wah Club en donde iba a tener lugar
la enésima fiesta organizada por los chicos de Vinilo Valencia. Los invitados de esa noche eran Jonston, un madrileño al cual se ha
llegado a calificar como “el Ray Davies del momento” y que gracias a su nuevo disco, “Taller de Memoria”, ha conseguido alabanzas hasta del mismísimo Kiko
Amat (La Vanguardia); y Tórtel, el supergrupo de la terreta, liderado por Jorge Pérez (líder de Ciudadano o Maderita) y
acompañado por gentes como Pau Roca de La
Habitación Roja , Manolo Tarancón o Gilbertástico, nuestro Rufus Wainwright particular (¡eso
quisiera él!).
Bastante puntual salió Jonston a ejecutar su ñoño show, lo cual es muy de agradecer. Ya
sabéis, si va a ser doloroso, pues cuanto antes mejor… No le vamos a negar al
hombre que tiene un universo particular, repleto de mundos de fantasía y demás,
pero no es menos cierto que sus canciones parecen extraídas del repertorio infantil
de Rosa León. Se supone que hemos de calificar su música como conceptual, esa bonita
pero inútil etiqueta que gusta tanto a los críticos y que en
realidad no quiere decir nada. El "Ray Davies patrio" habla de
cuestiones que tienen que ver con el salto desde la infancia hasta la madurez…
¿la madurez? ¿seguro? En fin, a mi me pareció una soberana mierda. Las composiciones son
horrorosas, la puesta en escena de puta pena, la voz del tipo patética y el
concepto… ayyyyyyy el concepto!!!… Con
deciros que lo mejor del evento fue lo que transcurría fuera del
escenario. Concretamente frente al tablao. Y no me refiero a la colla de
treintañeros barbudos con pantalones de la talla 36 de la primera fila, sino al espectáculo de gordas danzantes que increpaban a la peña por que, supuestamente, no les dejaban escuchar a la banda de sus
amores… canelita fina.
Después vinieron los valencianos Tórtel. Una banda cuyos miembros están ya curtidos en
mil y una batallas. Reconozco que mi expectación era mínima, por mucho que su líder,
el mencionado Jorge Pérez, hubiese manifestado en algunos medios internetiles que lo iban a dar todo en
su tierra, por lo que “el 30 será
un día especial para el grupo, así que la actuación también pretende ser única”.
Pues bien, vale, pos m’alegro… no sonó
mal, una suerte de pop intimista con “elegantes
matices folklóricos cuyo intenso y diáfano sonido es complicado de explicar en
palabras”… pues eso, que es muy difícil explicarlo con palabras. Al menos
debemos agradecerle a Tórtel que ese
folklorismo no les llevara a versionar nuestro “grandioso” himno regional (“…per a ofrenar… noves glories a Espanya…”)
y en su lugar prefirieran un sentido homenaje a Mr. Daniel Johnston (“Devil
town”). Sin duda, el único momento rescatable de una actuación que, por lo demás, más aburrida no pudo ser.
Para rematar la faena “Los Átomos Dj´s” hicieron bailar al personal. Aunque de esto último
no puedo hablaros, ya tenía bastante carnavalito por esa noche. Por cierto que
no os he dicho que Gilbertástico hizo
doblete. Entodaía tengo pesadillas
con sus bailecitos hawainos y las poses ayquemetrenque de este ilustre patillero. En fin, que cosa más aburrida. Un querer y no poder... esa es la cuestión.
Eso sí, la fotografía que ilustra el post, y que corresponde a este mismo evento pero celebrado en Madrid, es bastante chula.
Fuente: efeeme.