La cosa va tal que así.
Un colega te dice que hay un evento el jueves que pinta bastante guapo. Un músico,
de nombre artístico Petit, balear para más señas aunque residente en Barcelona,
ha montado un conciertillo en petit comité
en una terracita del valencianísimo barrio
de Patraix. La coartada es, según se informaba en la página del evento, que
ante la escasez de salas para montar conciertos en esta puta ciudad, que mejor idea
que llevarlos a tú propia casa. Pues cojonudo. Me pareció de puta madre. Una
cosa íntima que podía estar la mar de cachonda. Y si encima lo que había podido
escuchar del tipo no sonaba nada mal, pues tanto mejor. "Tan sólo hay que
confirmar en una página de Facebook"-
me dice mi amigo - "y una vez allí desembolsar cinco mauros". Está bien… Así que confirmamos (yo, él y otros tres
incautos) y allí que nos plantamos. Nos cuesta encontrar la calle, pero en un
momento dado vemos como un calvo nos hace señas desde las alturas. Nos miramos
los unos a los otros y pensamos, "pues ahí debe ser", así que p’arriba. Unas chicas muy
majas nos abren la puerta de un piso muy cuco y encima nos invitan a cervezas. La cosa pinta bien. La terraza es grande y el ambiente es agradable, ya que tan sólo somos una treintena, ni pocos ni muchos, los justos. Al instante se forman grupitos, como no podía ser de otra forma ... ¿O sí? Lo digo porque, para
ser exactos, tan sólo había dos grupos, uno compuesto por nosotros cinco y el otro por todos los demás,
incluyendo al Petit. ¿Extraño no? Pues no. Resulta que aquello era
una especie de fiesta privada montada, maj
o menoj, para unos chavales que iban
a cometer la locura de casarse al día siguiente. Y nosotros allí, con todo nuestro morro, en casa ajena, bebiéndonos las birras de los otros (que gran título para una peli), asistiendo a un entierro en el que nadie nos dio vela… Joer,
¡si hasta el Petit nos preguntó que carajo hacíamos allí!. Con todo os he de
decir que la cosa estuvo bien… divertida ...para repetir. Incluso a la hora de marchar le comentamos a una de las
chicas que por favor nos avisaran si volvían a montar una de estas… Con dos no... ¡¡¡con
tres cojones!!! La próxima vez le diré a mi colega que mejor lo montamos
nosotros. O nos emborrachamos en algún bar y a tomar por culo.Hala, como diría el Wyoming mañana más pero no mejor, porque eso es imposible. Che numeri!!!
viernes, 30 de septiembre de 2011
martes, 27 de septiembre de 2011
Donde el agua se una a otras aguas
"Me fascinan los arroyos y la música que crean.
Y las corrientes, entre prados y cañas, antes
de tener oportunidad de convertirse en arroyos.
Me fascinan sobre todo
por su sigilo.¡Casi olvidaba
decir algo de las fuentes!
¿Hay algo más hermoso que un manantial?
Pero también me encantan las grandes corrientes.
Las bocas abiertas de los ríos cuando se unen al mar.
Los lugares donde el agua se une
a otras aguas. ¡Conservo esos lugares
en mi mente como si fueran sagrados!
Me gustan como a otros les gustan los caballos
o las mujeres atractivas. Me pasa una cosa
con esa agua fría y veloz.
Sólo con mirarla se me acelera la sangre
y se me eriza la piel. Podría sentarme
a mirar estos ríos durante horas.
Ninguno es igual.
Hoy tengo 45 años.
¿Me creería alguien si le dijera
que una vez tuve 35?
¡Mi corazón seco y vacío a los 35 años!
Tuvieron que pasar cinco años
antes de que empezara a latir de nuevo.
Me tomaré todo el tiempo que quiera esta tarde
antes de dejar mi sitio en la orilla del río.
Me gustan, me encantan los ríos.
Me encantan desde su fuente.
Me encanta todo lo que crece en mí."
Raymond Carver
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El viernes fue mí cumpleaños...
jueves, 22 de septiembre de 2011
Ya queda menos...
Acabo de volver del remedo
de vacaciones que he tenido este año. He estado en Turquía visitando a un buen
amigo, haciendo un poco de turismo, tomando fotos, descansando en la medida de lo posible,
bebiendo bira a escondidas cual
enemigo de Ataturk y viendo como la selección española de baloncesto lograba la
enésima medalla para el país (¡brutal los 5 tapones de Air Congo en la final!). Y la verdad es que me ha ido bien. He
conseguido olvidarme, aunque tan sólo sea por unos días, de esos problemillas
que me han llevado de cabeza en los últimos tiempos. Y se lo debo agradecer
fundamentalmente al Fèlix, que dista mucho de ser la Virgen, pero que es quien me ha revelado aquello de que "a vegades ens en sortim". También tuvo algo que ver la magia de Estambul, capital
turca, antigua Constantinopla, la ciudad a la que Orhan Pamuk dedicó ese
maravilloso retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal,
llamado “Estambul, ciudad y recuerdos”. Un libro en el que el premio Nobel nos cuenta como “la misma sensación de opresión, pérdida y
tristeza que a Estambul le había proporcionado el desplome del Imperio Otomano
por fin nos había alcanzado a nosotros, aunque fuera un poco tarde y con otra
excusa”.
En
fin, que ya estoy de vuelta. El lunes a currar. Sigo recogiendo pedacitos… pero cada vez quedan
menos.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Turborock! 2011
Ayer ya os conté lo que realmente
me interesaba contar sobre el Turborock!
2011, pero, como lo prometido es deuda, ahí va una crónica al uso de lo que
pudimos ver y oír los pasados viernes y sábado en la Sala Delirium de la discoteca KM
Garden en Benidorm. ¡Coño!, aquí viene la primera crítica. ¿Un festival
como este celebrado en una discoteca de makinetos
sita a las afueras de la capital de la caspa? Pues sí amigos. Los
promotores del evento tuvieron a bien el sustituir la ubicación inicial por esta
cosa, una especie de matadero con ventiladores de techo que daban un yu yu que te cagas. Se supone que para
llegar allí había que coger un autobús gratuito habilitado para la ocasión,
pero, oh!... surprise… el puto Turbobus era más caro de ver que un billete
de quinientos. Tampoco hubiera costado nada el que hubiesen anunciado los
horarios del mismo, como prometieron a través de la web. Algunos nos hubiésemos ahorrado un dinerito en taxis. Aunque lo
peor de todo ni siquiera es el cambio de recinto, sino la forma como se
produjo. Con nocturnidad y alevosía, ¡a un día vista de que comenzara el
festival!, nos avisaron a través del Facebook.
Y ello sin tener en cuenta que, muchos de los asistentes ya teníamos reservas
en hoteles y pensiones en los alrededores del Parc de l’Aigüera, donde se habían de suceder las actuaciones según
el programa original. Y la excusa del cambio… ¡pa’ mear y no echar gota! ¡En
previsión de fuertes lluvias en Benidorm durante el fin de semana! Tócate los webs!!! Dos tronaetes mediterráneas que hubieran venido cojonudo para refrescar
el ambiente… en fin, supongo que es la excusa que se les ocurrió para evitar
contarnos el verdadero motivo. Quizás la escasa afluencia de público, muy por
debajo de las previsiones iniciales, tuviera algo que ver. No sé tíos…
En fin, a lo que íbamos. Bandas
y actuaciones por jornadas.
Viernes día 2
Layabouts: Rock sin paliativos cantado en un muy buen inglés al cargo de estos chicos provenientes de la capital del Reino. Temas muy cañeros, llenos de rabia y adrenalina, pero no por ello exentos de cualidades bailongas. No les había visto nunca y me causaron una muy buena impresión. Supongo que repetiré en unas semanas ya que he visto que actúan por Valencia.
Jesse Malin & The St. Marks Social: El mal llamado poeta del punk neoyorquino es un brasas de tomo y lomo. Vamos, hasta el
punto de que nos saliéramos fuera a fumar. Nunca entendí demasiado bien la
degeneración operada en todos los miembros de D-Generation tras deshacer la banda madre. Aunque debe ser cosa
mía, me cuentan que Springsteen se pirra por sus huesos. Bufff… que le aproveche.
The Del-Lords: Very well maes!!! Muy buen
concierto el ofrecido por estos veteranos del Vietnam que, pese a los años
transcurridos desde su época de esplendor -a principios de los 80-, fueron
capaces de defender más que dignamente su “nuevo rock americano”. Como anécdota
mencionar que el vocalista de la banda neoyorquina viene a ser la evolución
lógica de Andy (o Lucas, que nunca me queda claro quien es quien) dentro de
veinte años. Y el guitarrista principal es una mezcla perfecta entre Dan
Aykroid y mi amigo el Don… ja ja ja.
Buzzcocks: Junto a Slim
Cessna’s Auto Club los mejores del día. Dicen que los viejos rockeros nunca mueren y los de
Manchester hacen bandera de ello. Energía instrumental, agresividad rítmica,
cinismo lírico, melodías ramonianas…
un concierto maravilloso al cargo de un grupo de abueletes con un brío y una
fuerza que ya quisiera yo para mí ahora, siendo veinte o treinta años más joven
que ellos. Supongo que el tocar en la ciudad más guiri de toda España les hizo crecerse.
Urge Overkill: Ufff… “els de
morat” como los bautizó un compañero de penurias. La banda secreta de
Christopher Walken, conocido aquí como Nathan “Nash Kato” Kaatrud. El problema
de estos es que nunca hubo vida más allá del “Sister Havana”. Quizás se
esperara algo tras su minuto de gloria, gracias a Tarantino y “Pulp Fiction”,
cuando versionearon el “Girl, you'll be a woman soon”de Neil Diamond, pero ni por esas. Dice el refrán que quien tuvo retuvo, pero aaaaay de quien nunca tuvo… Están más
acabados que las maracas de Machín. Sus mejores momentos ya pasaron y ni
siquiera sé si fueron tan buenos.
The Bellrays: Ok, son muy buenos y su vocalista y front-woman, Lisa Kekaula, es espectacular, pero no me acabaron de
enganchar. Y es que, excepto en momentos puntuales, los noté un pelín fríos.
Muy correctos, ofreciendo una buena
dosis de garage rock sin descanso que
entusiasmo al respetable, incluyendo a mis amigos, pero sin alma. Y vale que
servidor estaba grogui en esos momentos, lo cual puede pesar a la hora de
plasmar mis impresiones, pero no sé tíos, como que no, como que todas las
canciones eran una única canción… en fin. Eso sí, el final apoteósico,
sobretodo gracias a ese fabuloso batería achinado que le pega al cacharro que
lo rompe.
D-Generation: ¡Y el brasas de Jesse Malin volvió al escenario! Ahora acompañado de
la banda que le dio nombre y reconocimiento a comienzos de los 90. Pero cualquier
tiempo pasado fue mejor Jesse. Eso sí, la peña y los cronistas oficiales (al
menos los que yo he leído) encantados con la faena. Vale sí, lo reconozco,
menos peñazo que en su versión
cantautor. Tolerable y hasta bailable y/o
cabeceable con un par de birras
en el cuerpo. Poco más.
Slim Cessna’s Auto Club: Otra liga. Sólo por ellos mereció la pena acudir al Turborock! Sobrecogedores. ¡Brutales! No
sé tíos, algo inenarrable… leeros el post que colgué ayer. Lo mejor del festival con muchísima diferencia. Y eso a
pesar de un hijo de la gran puta cuarentón que se empeñó en jodernos el
concierto. O de una golfa guayonga
que, aprovechándose de su embriaguez, intentó pimplarle la cartera al bueno de
Munly Jay Munly. Escoria de peña!!! Pero ni así… Fantastische!
The Nu-Niles – The Tormentos – Los Derrumbes: De estos no os puedo contar gran cosa porque ni les
vi. El día anterior, el post-concierto y la Pensión
Rosa Benidorm (fine cinnamon!!!) hicieron
estragos en mi salud y no estaba yo como para acudir después de comer a rockanrolear.
King Salami & The
Cumberland Three: Guauuuuuu!!! Gratísima sorpresa la de este cuarteto de
expatriados afincados en alguna barriada de Londres. Y con una propuesta musical
ciertamente inclasificable. Los tipos presentan un batiburrillo de influencias
considerable, desde el punk, al rockabilly, el soul o el r’n’b, pero lo
que destaca por encima de todo es la rotunda presencia de su vocalista, un
caribeño con muchas ganas de fiesta que, según he leído por ahí, profesa amor
incondicional por toda la música negra que se creó durante los años 60 y tiene
en un pedestal a gentes como “Screaming”
Jay Hawkins, Bo Diddley, André Williams y similares. Se nota, les homenajea
constantemente y sin esconderlo. Por ponerle un pero a su actuación, diré que
tocaron demasiado pronto, lo cual seguro no fue culpa de ellos. Visto el nivel
de las bandas que tocaron a continuación y vista su capacidad de crear buenrollismo y diversión, merecieron
estar cerrando (o casi) la velada.
The Sadies: Con Slim Cessna’s Auto Club
y, en menor medida, los Buzzcocks, la
mejor actuación del Turborock! 2011.
Elegantes hasta decir basta. Ya les tenía amor gracias a sus maravillosos y
casi inencontrables álbumes, pero después de verles en directo aún les quiero
más… ¡incondicionalmente! Los tíos nos ofrecieron una clase magistral de cómo
se debe interpretar música sobre un escenario. Una exhibición de virtuosismo a
las cuerdas inolvidable, incluyendo un maravilloso cruce de guitarras en las
postrimerías del concierto, que se produjo justo después de otro momento
memorable, ¡un duelo guitarra vs violín!
Impresionante.
Gigolo Aunts: No sé tíos, la gente salió muy contenta, pero yo no. Vale que nunca
fueron Santo de mi devoción, demasiado mollets
para mi gusto, demasiado “limpios”, sin embargo albergaba la esperanza de que
en directo fuera otra cosa. Pues no. Se confirmó aquello de que no hay vida tras
“La chica de ayer” in english. Esperaba
poco de su regreso y aún ofrecieron menos.
Matthew Sweet: Más de lo mismo. O incluso peor que sus amigos de Gigolo Aunts, con quienes compartieron un par de canciones nada más
comenzar. Al menos a los anteriores se les pudo silbar. Nunca me ha caído bien
la peña de Nebraska, por el capullo de Monty Clift y ahora por el gordo éste…
ja ja ja
Nada Surf: Sonaron regular tirando a mal y no recuperaron ni una sola de sus
mejores canciones. Y precisamente porque no se hayan en su mejor momento, aún sorprende
más la decisión de no incluir ninguno de esos memorables hits. Pero con todo y con eso, estos tíos siempre han tenido algo
especial, en incluso al 25% de su nivel son mejores que la mayoría de bandas de
power pop que pululan por las salas
de este Universo. He de reconoceros que me lo pasé bien tirando a muy bien. Un
poco despagado por el repertorio, cierto, pero inspirado por el siempre animoso
Dani Lorca y sus rastas del demonio. Al
final hasta nos hicimos una foto con el amigo Mateo Caws – vocalista y guitarra-.
Man or Astroman?: Despedida y cierre al cargo de una banda que me
apetecía muchísimo ver. Extraño grupo de pirados que afirman ser
extraterrestres cuya nave se impactó contra la Tierra y que decidieron formar
una banda para poder infiltrarse entre los humanos. Sus canciones,
principalmente instrumentales, vienen a ser una mezcla de surf con rock, punk y lo
que le echen, todo ello dentro de una atmósfera espacial ciertamente curiosa.
Al final de la carrera, lo que queda es una suerte de post-rock-surf interpretadas por cuatro locos con muy poca
vergüenza y muchas ganas de fiesta. El culmen
se produjo justo al final, cuando el líder de la banda de Alabama le pegó fuego
al theremin que habían usado durante toda
la actuación. Sin embargo, para desgracia de todos nosotros, el espectáculo
duró unos escasos cuarenta y cinco minutos. Poca cosa para tanta espera. Que se
lo hagan mirar para la próxima vez.
En fin, ahí tenéis mi particular
visión del Turborock! 2011. Veremos
que nos depara el futuro. A mí y todos los típicos que acudimos siempre a los
conciertos celebrados en esta Comunidad de mierda. Y es que siempre somos los
mismos, joer… ¡savia nueva ya!
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Urge Overkill
martes, 6 de septiembre de 2011
Algo digno de ser visto
Se supone que hoy -con cierto retraso ya lo sé-, debía
aparecer en este espacio mi crónica personal sobre lo acontecido durante el
pasado fin de semana en el marco del festival Turborock 2011. Es más, contra mi proceder habitual, tomé
notas a pie de escenario con la intención de elaborar un post resumen empleando mayor rigor informativo que el habitual. Pero
da igual, paso de ellas, paso del festival, paso de Benidorm e incluso paso de
la música, después de ver en directo a Slim
Cessna’s Auto Club todo lo demás no importa. Y la cosa tiene su aquel… porque ya me lo advirtió Txarls y yo no le
hice caso… descreído… encara et passa
poc, mec!!!
Los que sigáis habitualmente este espacio ya sabréis que eso
que se ha venido en llamar country gótico,
con los magníficos 16 Horsepower como
precursores y gentes como Wovenhand, Lilium,
Tarantella, Jay Munly en sus variadas formaciones, The Denver Gentlemen, Those Poor Bastards y estos Slim Cessna’s Auto Club como alumnos
aventajados, es uno de mis “estilos” musicales predilectos. No os sorprenderá
por tanto que os diga que la sola presencia del quinteto de Colorado en el cartel del Turborock
justificaba para mí el pagar la mordida de rigor. Y por si no estaba ya satisfecho por el mero hecho de poderles ver en directo, la
cosa aún fue mejor… ¡qué cojones!... fue mucho mejor!!! ...una auténtica barbaridad. Vamos, creo no
exagerar si os digo que es la experiencia religioso – musical más impactante a
la que nunca he asistido. Y os aseguro que van unos cuantos conciertos ya.
Y es que la propuesta del amigo Slim
Cessna junto a su socio Munly Munly aka Jay Munly es algo digno de ver y
contar. Una misa oscura celebrada en la casposa Benidorm, con una escenografía redneck traída desde el último rincón de
América. Esos dos tíos desgarbados vestidos de riguroso negro, con botas
camperas, sombreros de cowboy, llamativas
hebillas en los cinturones, junto sus tres compañeros de fatigas, algo más
discretos en la indumentaria a parte de una variada imaginería cristiana de un kitsch que te cagas, que nos ofrecieron un
bolo memorable, una actuación de esas que crean afición. Con una escenografía
sobrecogedora en la cual cobró especial importancia la participación del cadavérico
Munly, a quien un servidor cual converso a la religión hillbilly
llegó a acariciar la cabeza, chocar la mano y tocar su escuálido hombro. Y mientras éste
se mezclaba entre el público para anunciarnos el inminente advenimiento del
Apocalipsis, su socio agachado a pie de escenario me anunció a mí ¡y solo a mí!
que el camino a la salvación está en Jesús… y he de deciros que le creí… I believe!!!
Lo sé, es difícil de entender si no estuvisteis por allí. Pero aún
será más difícil de olvidar para los que tuvimos la suerte de presenciarlo. Un fabuloso
encuentro y un maravilloso espectáculo que bien vale lo que te quieran cobrar. Y
aunque sé que va a estar complicado, espero con ansia el retorno de estos dos
predicadores de Denver, allí estaré yo para recibirles con los honores que merecen. God bless Slim Cessna’s Auto Club!!!
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PD. Mañana crónica del Turborock 2011. Lo prometo.
PD. Mañana crónica del Turborock 2011. Lo prometo.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Holidays
Hoy comienzan mis vacaciones, ¡por fin! Aunque menuda mierda
de vacaciones… ¡no presagiáis nada bueno hijas de puta! También es verdad que
siempre será mejor esto, que tener que levantarme todas las mañanas para acudir
a mi nuevo trabajo de mierda. Mira... igual hasta me marcho de viaje. Con un poco de suerte me subo a una montaña y me pasa lo que al capullo este de la foto:
Ale... ...agur hermanos. Ahí os dejo con la “alegría” de los Vampire Weekend. Sed felices y comed perdices, si no sois vegetarianos y/o perroflauticos.
Ale... ...agur hermanos. Ahí os dejo con la “alegría” de los Vampire Weekend. Sed felices y comed perdices, si no sois vegetarianos y/o perroflauticos.
El final del video, con esos tíos ataviados con indumentarias de la nobleza dieciochesca sacudiéndole a un par de surferos, es sencillamente glorioso. Sólo faltaba por ahí el niñato del anuncio del Colacao.
Sulo Pekka Resmes
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