No
sé porque he tardado tanto en escribir sobre esta gran serie. O
bueno, quizás
sí. En algún momento me planteé volverla
a ver del tirón, intentando captar algunas de las cosas que, a buen
seguro, se me pasaron durante
el
primer visionado. Pero ya han transcurrido
varios meses desde que me acabé la primera temporada y aún no he
procedido a su revisión. Así
que ya
es
el momento de que plasme
mis impresiones al respecto.
A
ver. Vaya por delante que no me considero lo suficiente formado en
cuestiones seriófilas como para decir de forma tajante que este
drama policíaco es lo mejor que le ha pasado al género. Supongo que
de hacerlo huestes de adictos a este tipo de emisiones televisuales
por entregas me afearían el no haber visto nosecual
historia sobre gánsters
con corazón o aquella otra protagonizada por corrosivos empleados de
oficina. Series que, no me cabe la
menor
duda, serán absolutamente maravillosas además de imprescindibles
para cualquier cinéfilo de medio pelo. Es por ello el que no afirme
lo que parece que sí estoy afirmando y me refugie en una cómoda
posición de equidistancia entre productos vistos
y no vistos.
Eso sí, manteniendo una enorme sonrisa en el rostro fruto del goce y
disfrute que me ha proporcionado el visionado de las escasas ocho
horas de metraje en las que consiste
esta fábula protagonizada por los
policías,
Rust
Cohle y
Martin Hart, además
de un
asesino en serie que
está más
loco que una cabra y con
el paisaje de
fondo, como un personaje más de la trama,
de
la
preciosa
planicie
costera del sur del estado de Luisiana. Un espacio digno del mejor
gótico sureño, con
todo el respeto para Grant Wood cuya referencial obra se sitúa un
poquito más al norte.
El
planteamiento de la serie es bien sencillo. Vemos como a través de
varias
líneas temporales,
un par de detectives se dedican a perseguir a un peligroso asesino
ritual. La broma durará
diecisiete años en
los que la vida de sendos detectives
dará
no un vuelco sino dos (o tres). Es por ello el que la historia
mezcle
la investigación criminal
con
el drama personal de dos
tipos
bien diferentes entre sí, cada uno con sus locuras y sus certezas.
Uno cojeando del pié derecho y el otro del izquierdo, pero
en definitiva los dos cojos.
Irán
pasando los capítulos y la intrincada
investigación de Cohle y Hart nos
irá
descubriéndo
la implicación, en este
y
en otros crímenes,
de peligrosos delincuentes, seres
marginales, sectas
de chalados y hasta una
influyente
iglesia
evangélica
comandada
por un poderoso
pastor
ligado
a las altas esferas del poder político-económico
de Luisiana.
Ya
me he referido con anterioridad al paisaje de Luisiana como una de
las cosas que más me han gustado de la serie. Las otras son la
magistral interpretación del otrora encasillado en papeles de
guaperillas “sin
chicha ni limoná”
Mathew McConaughey. Él hace de Rust
Cohle,
mientras que Woody Harrelson pone cara a Hart. En lo que a este
último
respecta
no estoy tan satisfecho. Y es que no acabo de creérmelo en según
que situaciones, por mucho que su actuación haya sido alabada tanto
por la crítica como por el público. Otro aspecto fantástico de la
serie es el clima de misterio que
se respira desde el principio hasta el final. Un gran acierto por
parte de los creadores.
Y como no las comentadísimas referencias al enigmático "Rey
Amarillo" y al
misterioso
enclave
de “Carcosa".
Una
bonita manera de retrotraerme hasta
los
cuentos de H.P. Lovecraft
y a algunas otras
olvidadas
lecturas de juventud.
Por
otro lado y homenajes más o menos sutiles aparte, el
final me
ha parecido sublime. Sobretodo por poco
habitual en éste tipo de historias. Y
por
coherencia interna. Digamos que el hecho de que se
centre
en la obtención de paz interior para
un
atormentado Rust Cohle,
cerrando
el
círculo vital que fue
la caza al
asesino, me
parece una
forma excelente de
acabar la historia. Y
hacer borrón y cuenta nueva, porque como ya sabréis y sino yo os lo
cuento, la segunda temporada de “True detective” no tendrá ná
que
ver con esta. Ni con la historia ni con sus personajes. Y
sí, ya lo sé, al
final se
dejan varias
cuestiones
por resolver pero, al fin y el cabo, ¿que es la vida sino un camino
plagado de interrogantes
a
los que no encontramos respuesta? Pos
eso.
...y con una fotografía muy bonita, que no lo había dicho.
...y gran banda sonora, compadre! precisamente ayer escribí sobre el tema principal de The Handsome Family, previa citación a esta entrada, claro :P
ResponderEliminarSeguí tu consejo y la vi hace unas semanas, y tuve la misma intención fallida, pero pendiente, de volver a verla del tirón, zampándome los ocho capitulos seguidos para quedarme de nuevo con lo detalles que se me escaparon.
Yo tampoco soy un seriéfilo o como se les llame a esos que devoran series sin gota conocimiento (esta expresión a lo mejor es un poco aragonesa...quiero decir que sin ton ni son), pero creo que no andaremos muy lejos de lo que piensen los expertos, afirmando que es sublime.
Los escenarios, el guión, los personajes, los silencios, el telón de fondo...todo es un himno visual.
En vistas de lo que me han gustado tanto esta como 'Breaking bad', de la que por cierto te debo un comentario ladrillo en el post que le dedicaste, voy a hacer caso total a cada recomendación que vea por estos lares sobre teleseries. Ahora tengo en mente echarle un vistazo a la de 'Fargo'...a ver que tal...
Por cierto, se rumorea que la próxima temporada de 'True detective' la protagonizará Brad Pitt y collons, en solitario.
Es verdad. De hecho estoy suscrito a una playlist que un tío del Jotdown ha hecho a base de las canciones que suenan en la serie y es una pasada.
ResponderEliminarA mí creo que aún me ha gustado más que Breaking Bad. Sobretodo por aquello del gótico sureño que siempre me ha parecido un aspecto súper atractivo, aunque también y porque no decirlo, por la duración. 8 capítulos le confieren una condición de producto autoconclusivo abarcable por cualquier ser humano normal. Las tropecientas temporadas de BB exigen un esfuerzo bastante más grande (aunque bastante gratificante).
Respecto a lo de Brad Pitt tb lo he leído y no me parece tan mal. Pero es lo del personaje femenino, que ahora no recuerdo quien es, pero daba bastante grimita. A sus pinrreles gachón!!!