Cuentan que Jack White, líder de los maravillosos The White
Stripes, es un tipo muy feliz. Sobre todo porque la suerte le sonríe en todo aquello
que se propone. Incluso si se la juega montando una banda paralela junto a tres
amiguetes, sin mayor pretensión que pasarlo bien. Al cabrón le suele ir bien y su
nombre se asocia a éxito. Y no me refiero a ventas, que pueden ser consecuencia
o no del buen hacer de un músico, sino a que los dos álbumes editados hasta el
momento por The Raconteurs, que así se llama la otra banda de Mr. White,
son dos tremendos de discos de rock y así se le reconoce. De esos que los pones
a rodar y te alegran la mañana, la tarde, la noche y la semana entera. Con esa fórmula
de rock’n’roll garagero, con ecos a los setenta y a bandas
clásicas como los Rolling Stones, además de esos pasajes que remiten a los
mejores momentos de folk americano.
Los Raconteurs, conocidos como The Saboteurs en Australia debido a la existencia de grupo anterior registrado con ese nombre, son la reunión de cuatro amigos que se juntaron en Detroit a principios del 2006, para tocar música y, suponemos, beberse cuatro birras entre canción y canción. Entre sus miembros, además del mencionado Jack White a la voz, guitarra, teclado y sintetizadores, están Jack Lawrence al bajo, el bataca Patrick Keeler - ambos miembros de The Greenhornes-, además de Brendan Benson, a la sazón corresponsable de la faceta lírica y guitarrística.
Los Raconteurs, conocidos como The Saboteurs en Australia debido a la existencia de grupo anterior registrado con ese nombre, son la reunión de cuatro amigos que se juntaron en Detroit a principios del 2006, para tocar música y, suponemos, beberse cuatro birras entre canción y canción. Entre sus miembros, además del mencionado Jack White a la voz, guitarra, teclado y sintetizadores, están Jack Lawrence al bajo, el bataca Patrick Keeler - ambos miembros de The Greenhornes-, además de Brendan Benson, a la sazón corresponsable de la faceta lírica y guitarrística.
No sería hasta mayo del 2006 cuando vería la luz su primer álbum, “Broken
Boy Soldiers”, del cual se extraen los tres vídeos que acompaño a esta
entrada: “Steady, As She Goes”, “Broken Boy Soldiers” y “Level”.
Ya en 2008 y casi por sorpresa, saldría publicado un segundo trabajo
titulado “Consolers of the Lonely”. Y es que fue anunciado con tan sólo
una semana de antelación con la intención de que los críticos no tuvieran
tiempo para revisarlo. Dejando esta tarea a los seguidores. Suponemos que esto no
debió hacerles mucha gracia a los sectarios miembros del clan de la crítica
musical. El caso es que servidor, como seguidor y crítico aficionado, tiene en
gran estima este segundo álbum. Gustándome incluso más que el formidable disco
de debut, que ya es decir.
Así pues deleitaos con la poesía ruidosa de estos cuatro fantásticos músicos de Detroit -¿Alguien sabe cómo coño es el gentilicio para los de Detroit?- Es lo mejor que podéis hacer.
Steady, as she goes
Así pues deleitaos con la poesía ruidosa de estos cuatro fantásticos músicos de Detroit -¿Alguien sabe cómo coño es el gentilicio para los de Detroit?- Es lo mejor que podéis hacer.
Steady, as she goes
Broken Boy Soldiers
Level
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