El miércoles pasado, no ayer sino la semana pasada, tuve ocasión de reencontrarme con Nada Surf en el lugar en el que los vi por vez primera. De aquello hace ya dos décadas y es que uno va peinando canas. Dignamente. Es cierto que la sala está un tanto cambiada e incluso tiene otro nombre. Por aquel entonces aún mantenía el original, el auténtico, el único para algunos y es que, pese a sus tropecientos cambios la actual discoteca Moon es y seguirá siendo la Roxy por siempre jamás. El concierto se celebró en un martes frío. El primero realmente frío de la temporada. A pesar de ello, hubo un lleno total. Sorprendentemente. Gratificante. La ocasión lo merecía. Habituales de la escena y algún que otro farandulero, amén de gentes de salida y borrachera esporádica, se dieron cita para disfrutar de un show inolvidable. Tremendísimo en su parte final. Bolo que sirvió a los de Mathew Caws para confirmar que siguen ahí por méritos propios. También porque nunca se han ido. Y es que la ristra de buenos discos en la trayectoria de la banda neoyorquina viene de lejos. Nunca han despegado el pie del acelerador e incluso en sus peores momentos de forma es fácil encontrar más luces que sombras en sus trabajos. Si tenéis dudas al respecto, pegarle una oída a su último y maravilloso "You know who you are". Uno de los mejores de este 2016 que se nos va, sin duda alguna.
jueves, 1 de diciembre de 2016
Mooolt, Xicons...
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