Hace un
par de años -si no más- y por recomendación de mi compadre Ivanrojo, me
aficioné a ese particular escritor nacido en Pasco y residente en Portland que
atiende al nombre de Chuck Palahniuk. Entre la obra de este tipo se destacan
varias novelas que son referentes de la literatura contemporánea. Si bien, en demasiadas
ocasiones encontramos sus lanzamientos en la sección de nuevos escritores.
Teniendo en cuenta que el tipo cuenta ya en su haber con una decena de novelas,
la última a puntito de salir en castellano, no se entiende muy bien el criterio.
Pero vaya, deben ser cosas del marketing utilizado por las editoriales
y/o los libreros. La cosa suena aún más rara toda vez que Palahniuk es responsable
de maravillas como “Superviviente”, “Nana”, “Rant” o esta “Asfixia” de
la que a continuación os paso a hablar.
Y es que durante estos días se estrena en nuestras salas la adaptación que
de “Asfixia” dirigió el hasta ahora guionista Clark Gregg. La historia de
Victor Mancini. Aquel artista del timo y el engaño, adicto al sexo, figurante en
un parque temático dedicado a la América colonial, hijo angustiado e
insospechado héroe romántico que protagoniza la cuarta novela de Palahniuk. Junto
a él y acompañándole en esta historia, se encuentra su amigo Denny, así como su
madre Ida Mancini -una demente internada en un manicomio regentado por monjas, cuyos
elevados costes suponen el origen de que Víctor se consagre profesionalmente al
arte del engaño-.
Pues bien, poco convencido de la cosa, me acerque al cine para ver que ofrecía la
película. Las dudas venían porque “Asfixia”, como toda obra de Palahniuk, me
parece muy difícil de adaptar al universo del celuloide. De adaptar bien, se
entiende, para sacarle todo el jugo. Además la única referencia que tenía de su director, era la participación como guionista en la nefasta “Lo que la verdad esconde” (2000) de Robert Zemeckis, así que... Pero vaya, una
vez vista he de deciros que la cinta está bastante conseguida. No solo eso,
sino que se erige desde ya como la mejor adaptación que de este admirable
escritor se haya hecho hasta la fecha. Pasando por delante de la sobrevalorada “El club de la lucha” (1999), de David Fincher y a expensas de lo que nos deparé el
estreno de “Monstruos invisibles”, que se anuncia para el 2010.
Así pues ya sabéis… Si os interesa pasar un buen rato viendo este alocado paseo
por el mundo de las adicciones, los trabajos de mierda, la identidad indefinida
y los más insondables anhelos del personal que puebla la América contemporánea,
acercaos hasta el cine más cercano. Aunque ya puestos, mejor sería que le
hincarais el diente a la excelente novela en la que se inspira. Y ya de paso, a
cualquiera de las otras firmadas por Palahniuk.
Por cierto que, además de la acertada elección de Sam Rockwell en el papel de
Victor, también destaca la labor de Anjelica Huston como Ida y la del propio
director interpretando al Major del poblado colonial en el
cual se desarrolla parte de la trama.
“Todo lo que hacemos es un intento de engañar a la gente para que nos quiera
o se enamore de nosotros, y así mis personajes no son muy diferentes de la
gente común y corriente” Chuck Palahniuk dixit. Amén.
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