martes, 27 de febrero de 2018

Best films of 2017 (So Late)

Okein compas. Ya sé que ha pasado demasiado tiempo desde que el 2017 se escurriera tan hábilmente que casi no lo vi marchar. Por lo que esta entrada, ahora, no tiene mucho sentido. Pero bueno, fiel a mi manera de actuar en estos casos, me lo paso todo por el arco del triunfo. Como ando lejos del Cap i Casal y aún en proceso de adaptación – más bien ubicación-,  puedo permitirme esta licencia y hasta un millón más. 

Eso a modo de introducción. Ahora es cuando paso a relacionar lo mejón de lo mejón que el séptimo arte nos regaló durante el 2017. Echáreis en falta varias de las pelis nominadas para los Oscar, os lo aviso. Algunas no las he visto. Aunque bueno, siendo sincero, hay un par que no pienso ver ni atao. Luego están las que todo el mundo dice que son la polla Montoya pero desde mi punto de vista –el único y respetable- entran mejor en la categoría de ñordos. Con todo, si son producciones del año 17, tendrán su media línea en esta lista y es que nobleza obliga. Como decía aquella horrorosa canción argentina, “hasta un payaso merece un poco de amor”.

El caso es que la lista es esta y está basada en mis votaciones del Filmaffinity, que si no a quin Sant me iba a acordar de lo votado hace… -Pablo Kurt que estás en los cielos….-. Todas las que tenía puntuadas con, al menos, un cinco. Bueno, le he añadido unos decimales para que esto parezca algo más serio…

Ea! Ahí os va… 



1.      “The Florida Project”. Sean Baker (8,4)
Dramón contemporáneo trenzado sobre un cúmulo de pequeños disparates. Historia de perdedores vista a través de los ojos de un torbellino de apenas 6 años, que deambula libremente entre un conjunto de moteles temáticos.

2.     “Llámame por tu nombre”. Luca Guadagnino (8,1)
Bonito relato sobre un amor de verano entre un culto adolescente y un elegante joven en algún lugar de la Toscana. Preciosa forma de expresar -y transmitir- emociones y con un final de esos que quedan para siempre.

3.     “Black Mirror: USS Callister”. Toby Haynes (8,0)
Viajando con el capitán Daly y su tripulación exploraremos no solo la galaxia y sus peligros, sino también los rincones oscuros de alguien que se toma así la revancha por una triste -y real- existencia.  

4.     “El sacrificio del ciervo sagrado”. Yorgos Lanthimos (7,8)
La tragedia de Eurípides actualizada y con buenas dosis de ese surrealismo a lo Buñuel marca de la casa. Elementos de thriller psicológico en una pieza cuya tónica dominante es la desesperanza y el mal rollete made in Greece.

5.     “A Ghost Story”. David Lowery (7,7)
Hermosísima historia sobre el fantasma de un músico fallecido en un accidente de tráfico, que contiene una bonita reflexión sobre el significado de la pérdida y el sentido de la aceptación.
6.     Baby Driver”. Edgar Wright (7,3)
Frenético musical con apariencia de thriller protagonizado por un joven conductor especializado en fugas y aquejado de una suerte de tinnitus, que decide abandonar su carrera tras enamorarse de la camarera de un dinner.

7.     “Blade Runner 2049”. Denis Villeneuve (7,2)
Estimable secuela del clásico de Ridley Scott, que transcurre tres décadas después de lo acontecido en aquel inolvidable film de 1982. Innecesario pero sin embargo tremendamente disfrutable.  

8.    “Lady Bird”. Greta Gerwig (7.1)
Honesto retrato (¿autorretrato?) sobre una adolescente en busca de su propio camino. Además de deslizar una necesaria crítica a la omnipresente cultura del éxito y el dinero.

9.     “Una mujer fantástica”. Sebastián Lelio (7.0)
Más allá de su condición reivindicativa, es una historia sobre el vacío que nos queda cuando nuestros seres queridos se van. Trascendiendo razas, religiones y por supuesto el aspecto sexual.

10.“Black Mirror: Black Museum”. Colm McCarthy (7,0)
Complejo episodio que cierra la última temporada de Black Mirror y que nos introduce las truculentas historias tras varios de los objetos expuestos en un extraño museo de artefactos relacionados con crímenes tecnológicos.

11.  “Dunkerque”. Christopher Nolan (7,0)
Sentido homenaje a la mayor evacuación de tropas de la historia militar narrado de una forma casi hipnótica. Sin ser lo mejor que ha rodado Nolan, sobresale por la potentísima puesta en escena.     
12. “Logan”. James Mangold (7,0)
La última película de Lobezno resulta ser un conmovedor estudio sobre el envejecimiento, la enfermedad y la debilidad. Todo lo tierna que puede llegar a ser teniendo en cuenta que es una peli sobre un tío con cuchillas en los nudillos.

13. “Shimmer Lake”. Oren Uziel (6,8)
Deconstruido cual plato del maestro Adriá -con una historia narrada de atrás hacia delante que recuerda vagamente al “Memento” (2000) de Nolan-, es la historia de un desastroso robo. Secretos inconfesables y algún que otro asesinato completan el asunto.

14. “Black Mirror: Crocodile”. John Hillcoat (6,6)
Extraña historia de serial killers circunstanciales protagonizado por una arquitecta y madre de familia que se ve arrinconada por las consecuencias de un crimen de la que fue cómplice durante sus años como hija de la fiesta.

15. “Verano 1993”. Carla Simón (6,5)
Película autobiográfica en la que su directora nos relata como afrontó aquel primer verano de su vida junto a su nueva familia, tras la muerte de su madre. Deslumbrantes actuaciones al cargo de las dos nenas protagonistas. 

16. “Tres anuncios a las afueras”. Martin McDonagh (6,5)
La lucha de una madre coraje cuya hija ha sido violada y asesinada, contra la policía del pueblo. Si bien no es solo una historia de buenos y malos o de no tan buenos ni tan malos. Portentosa Frances McDormand en el papel principal.

17. “¡Madre!” Darren Aronofsky (6,3)
Epopeya psicotrópica sobre el proceso creativo, el éxito literario y hasta el miedo al fracaso. Repleta de metáforas y simbología variada, que destacan sobre la historia merced a esas virguerías visuales que el genio canadiense se saca de la manga. 

18.“Handia (Aundiya)”. Jon Garaño y Aitor Arregi (6,3)
Emocionante aventura de dos hermanos que se embarcan en un largo viaje redentorio a través de Europa, movidos por la ambición de uno y el tamaño del otro. Cargada de emoción y trufada de momentos visualmente muy bellos.

19. “Black Mirror: Hang the DJ”. Timothy Van Patten (6,1)
Un programa de citas que pone fecha de caducidad a las relaciones, basándose en algoritmos que escapan al común entendimiento. De ahí que una pareja de participantes se rebele contra la lógica del sistema. El futuro de Tinder era esto.

20.                      “Verónica”. Paco Plaza (6,0)
El director de “[•REC]” (2007) se inspira en una historia real sucedida en Vallecas en los años 90. Un mediático caso que originó el único informe en la historia policial española en el que se recogen sucesos paranormales.

21. “The Square”. Ruben Östlund (6,0)
Extraña comedia negra o drama satírico o yo que sé, sobre el arte contemporáneo y sus contradicciones, que son las mismas que las de sus civilizados protagonistas, muy suecos y mucho suecos como diría Eme Punto Rajoyson.

22.                       “Black Mirror: Metalhead”. David Slade (6,0)
Carroñeros de un futuro distópico no tan lejano se topan con una suerte de perros de Satán que, haciendo caso a su instinto animal –aquí robotizado- no sueltan el rastro de la presa hasta cazarla o morir en el intento.

23.                       “La estafa de los Logan”. Steven Soderbergh (5,8)
Divertida película sobre hillbillies virginianos que se empeñan en cometer el robo del siglo. Pese a algún que otro resbalón, la historia es simpática y al final nos deja con una enorme sonrisa de satisfacción. 

24.                       “The Disaster Artist”. James Franco (5,4)
La cosa va de homenajear a Tommy Wiseau y su ópus magnum “The Room” (2003) -¡tócate la polla!-. Recreación del rodaje de la susodicha, para lo cual Franco se rodea de parte de sus amigotes. Entrete, con gags muy divertidos, pero para nada la obra maestra que nos vendieron.

25.                       “Life”. Daniel Espinosa (5,2)
Lo que a priori parecía la versión de Aliexpress de “Alien, el octavo pasajero” (1979), acaba resultando ser una encomiable cinta de terror espacial, con buenas dosis de suspense, sustitos y hasta acción.

26.                       “Fe de Etarras”. Borja Cobeaga (5,0)
Comedia irreverente escuela “Vaya semanita” (2003), que a pesar de estar repleta de lugares comunes y caer en todos los tópicos habidos y por haber, es bastante resultona. Y necesaria.

27.“Black Mirror: Arkangel”. Jodie Foster (5,0)
La Foster trenza un guión vieja escuela Black Mirror con una madre sobreprotectora al frente, que acaba pagando las consecuencias de sobre controlar a su hija a través de una app de última generación.

Por debajo de la nota de corte se quedan “El bar” de Álex de la Iglesia (el chaparrón jodió la mascletá); “Llega de noche” de Trey Edward Shults (perro ladrador poco mordedor); “Ana, mon amour” de Calin Peter Netzer (para este viaje no hacían falta tantas alforjas); “Alien: Covenant” de Ridley Scott (tócala otra vez, Sam); “It” de Andrés Muschietti (el primero era mejor); “La forma del agua” de Guillermo del Toro (como tomarse un Tío de la Bota en una copa Schott); “El otro lado de la esperanza” de Aki Kaurismäki (mucho ruido y pocas nueces); “Barry Seal: El traficante” de Doug Liman (estamos utilizando a Escobar por encima de nuestras posibilidades); “Déjame salir” de Jordan Peele (dónde el término overrated haya su sentido); “El tercer asesinato” de Hirokazu Kore-eda (zapatero a tus alpargatas); “Yo, Tonya” de Craig Gillespie (si tú eres Tonya yo soy Marco Tulio Cicerón); “El guardián invisible” de Fernando González Molina (costo culero); “Atómica” de David Leitch (els collons del Montgó); “Wind River” de Taylor Sheridan (“Frozen” –brain-); “El amante doble” de François Ozon (Too much love will kill you); “Guardianes de la galaxia Vol. 2” de James Gunn (galaxia solo hay una y no cincuenta y una); “T2: Trainspotting” de Danny Boyle (cuando no hay lomo de todo como); “Ruta adulterada” de Jake Szymanski (EPOpeya de baratillo); “Ghost in the Shell” de Rupert Sanders (the shell of your mother); “El círculo” de James Ponsoldt (¿Cómo vamos a ser testigos del Jobac si siempre compramos en Mercadona?); “Wonder Woman” de Patty Jenkins (sororidad pero de George Soros); “Wilson” de Craig Johnson (yo tenía un colega que se llamaba Wilson y era de León…); “La torre oscura” de Nikolaj Arcel (com si cagares pero pa’q’arrere); y “Okja” de Bon Joon-ho (caballo grande, ande o no ande).       

viernes, 16 de febrero de 2018

Carbono Alterado

Tras la historia de “Altered Carbon”, nueva propuesta de ficción distópica de la factoría Netflix, se encuentra Richard K. Morgan, escritor inglés ganador del premio Philip K. Dick precisamente por la novela en la que se basa esta cosa. Porque lo digo ya, la serie es una de las mayores mierdas que me haya echado al gañote por siempre jamás.

La cosa va de copiar lo malo de “Blade Runner” (1982), si es que la obra maestra de Ridley Scott contiene algún desperdicio en sus casi dos horas de metraje. Para que me entendáis, “Altered Carbon” es 100% cyberpunk, que es el peor insulto que se le puede decir a un escritor, a un cineasta, a un artista gráfico y hasta a un trabajador de la Obra Social de La Caixa. Y es que aquella letanía que nos martilleaba con lo revolucionario de la obra de William Gibson y demás gualtrapas cyberpunkarras… “La mayor revolución temática y conceptual producida en el mundo del sci-fi, desde que Asimov se pusiera a juntar letras hasta arriba de ácido”… Pues como que no… Esta serie de Netflix, como le ocurre al jodido "Neuromante", es un fake colosal al que Orson Welles hubiera dedicado una más que merecida segunda parte de su glorioso documental “Fraude” (1973).

Por decir algo diré que el prota se llama Takeshi Kovacs (¡hasta el nombre es malo!) y es una suerte de sicario filósofo, denominado de alguna otra forma pretenciosa y enredada para que mole más. El tipo va cambiando de cuerpo a lo largo de los años y es que, en este futuro molón las carnes no son más que meras fundas que se pueden ir sustituyendo si uno dispone del capital necesario. Al tipo lo contrata un gilipollas de manual, que además presume ser el hombre más rico del mundo, para que investigue su propio asesinato. Sí chicos, al tío se lo cargaron pero fue capaz de renacer en otra vaina humana ya que en el maravilloso mundo del carbono alterado uno puede hacerse copias de seguridad de uno mismo por si las moscas. Somos todos discos duros con patas. El futuro era esto.        

Y básicamente esta mierda es “Altered Carbon”. Una imitación de baratillo de los mundos del agente Deckard y sus replicantes, al calor de la estimable secuela dirigida por Villeneuve el pasado 2017. Neo-noir que podría venir firmado por la mismísima Sandra Barneda, repleto de  filosofadas dignas de Jorge Bucay, con mucho confeti y hasta luces de discoteca pero sin un Chimo Bayo que nos alegre la fiesta.

Más mala que pegarle a un padre con un calcetín sudado. Huir de ella como de la peste.  

Y esta es la primera entrada que os envío desde Valpo, con amor. No me lo tengáis en cuenta.               
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