lunes, 30 de junio de 2008

Los emos de los güevos...

Asisto con perplejidad a como, por enésima vez, cualquier gilipollez revestida de modernidad cala en nuestra cateta sociedad a través de los conductos habituales: Hollywood, la publicidad de Nike o Coca-cola, el Youtube, la MTV... La última cagada es esa porquería de tribu urbana que responde al nombre de emoemos. Los memos, más bien. 

Ayer por la tarde, volviendo a casa vía Estació del Nord, me topé con una junta de niñatos disfrazados de esa guisa. Al parecer y según descubro ahora, la estación ferroviaria es uno de los centros de reunión para todo aquel que se casque un pelo a lo Son Goku o lleve una camiseta de My Chemichal Romance. Desgarrador. Y la cosa va a más. Ahora que me fijo andan por todas partes. Hoy mismo en el puto trabajo. Encima es el hijo de un compañero cuarentón que se dice amante de la buena música. ¿Pero cómo mierdas has educao al churumbel maifrén?

Siendo esto malo, no es lo peor. Lo más lamentable es la perversión que se ha operado en el propio término emo. Porque al principio ser esa cosa o que te molara lo emo, no estaba tan mal. Por supuesto que no tenía nada que ver con disfrazarse de Eduardo Manostijeras de todo a cien, ni pintarrajearse el jetón como el primo tonto de Brandon Lee en “The Crow”. Cuando surgió el fenómeno, a mitad de los primeros noventa, los críticos utilizaban emo para referirse a un género o estilo musical que englobaba a bandas tan dispares como Sunny Day Real Estate, The Get Up Kids o The Juliana Theory. Todavía recuerdo las pajas mentales que se hacían los redactores del Popular 1 o del Rock de Luxe para diferenciar entre emo-rock o emo-pop. Aun así, normalmente, se trataba de bandas de calidad. Algunas veces, como con SDRE no solo eso, ya que los de Seattle son una puta referencia. Hoy en día sin embargo, un emo es un niñato disfrazado entre lo andrógino, lo metrosexual y lo hortera, que dice escuchar a combos de niños monos que no saben hacer música, pero que la MTV se encarga de promocionar con ahínco. Algunos ni siquiera escuchan nada, tan solo se compran la camiseta o los parches y arreando que es gerundio. 

En fin, que todo pasará... La mayoría son unos críos y el tiempo lo cura todo... Hasta el emo de los huevos. 
Espero. 
Confío. 
Rezo.
Imploro.  

Yes, we can


El gran escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo Mario Benedetti comentaba que a veces es bueno recordar que los hechos o las cosas que nos acontecen hoy constituirán nuestras nostalgias del mañana. Así pues grabad bien esta final, no sea que no se repita...

...al menos habremos disfrutado por una vez de ser campeones. Va a ser que podíamos de verdad.
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“…de vez en cuando es bueno ser consciente de que hoy, de que ahora, estamos fabricando las nostalgias que descongelarán algún futuro”.

domingo, 29 de junio de 2008

La nueva Esparta


Así podríamos llamar a Corea del Norte, a tenor de lo mostrado en el excelente reportaje “Amarás al líder sobre todas las cosas”, realizado por Jon Sistiaga para el canal Cuatro. También es verdad que, si bien la idiosincrasia del régimen dictatorial asiático resulta tan fascinante o más que la de Esparta, la admiración por su cultura no se acerca, ni de lejos, a la que aún en la actualidad existe por la lacónica.

El intrépido reportero vasco, quien saltara a la fama con ocasión del asesinato de su compañero José Couso en Iraq, consiguió introducirse en la hermética República Popular Democrática de Corea haciéndose pasar por artista. Y es que el acceso está vetado a periodistas occidentales aun cuando pretendan hacer turismo. Es por eso que el documental se plantea en el marco de un viaje organizado para turistas occidentales. Un grupo que debe estar guiado en todo momento por unos siniestros personajes sin los cuales no se puede ir a ninguna parte. Los mal-llamados guías, que en realidad son agentes del gobierno encargados de controlar a los visitantes. Circunstancia que queda documentada en el vídeo con la reprimenda que se lleva un inglés por salir sin acompañamiento oficial a dar una vuelta por el perímetro del hotel. La cámara de Sistiaga capta como se le amenaza con la expulsión inmediata si vuelve a obrar así.

En poco menos de una hora, Sistiaga nos muestra imágenes de Pyongyang y alrededores, además de sonsacar algunas declaraciones a funcionarios del régimen que nos muestran la realidad esquizofrénica del país. Una dictadura concentrada en cuerpo y alma al ensalzamiento irracional de un líder, Kim Il Sung, sin escatimar gastos y esfuerzos en la organización de espectaculares festejos coloristas de los que participan miles de “voluntarios” a mayor gloria. El reflejo de ese desaforado culto alcanza cotas de surrealismo con esa Biblioteca Nacional en donde se pueden consultar los dieciocho mil libros escritos de su puño y letra por el supremo líder. Lo que supondría escribir uno al día durante cuarenta y ocho años, vaya. También en la prohibición de ponerse a hablar de espaldas ante un mural con las efigies Kim Il Sung y de su predecesor en el cargo, su padre Kim Jong Il.

Vaya, que con este reportaje se confirma aquello de que en pleno siglo XXI aún pueden existir situaciones en las que un régimen totalitario sea capaz de mantener totalmente subyugado y aislado del mundo a una población entera. Encima con una intensidad tal que sus habitantes actúen como autómatas desprovistos de individualidad. Y somos espectadores de eso, de la deshumanización de los ciudadanos de Corea del Norte, viendo como gravitan por sus calles como almas en pena, siempre cautelosos de no desairar al padre de todos los norcoreanos. E impresiona.

Una de las cosas más curiosas que vemos en imágenes, es la aparición estelar de una especie de coordinador de grupo que no es sino un admirador del régimen de Pyongyang de nombre Alejandro Cao de Benós y natural de Reus. Señor que no sabemos cómo ha aterrizado allí, pero que sigue a pies juntillas toda la doctrina implantada por el régimen, mintiendo a los turistas en todo lo necesario y más. También me parece muy graciosa la aportación de los norcoreanos a la tradicional hoz y martillo comunista, a los que añaden un pincel en el centro, queriendo ensalzar la labor de los intelectuales en la conformación del régimen. Y eso que intelectuales no vemos ni uno. Bueno sí, el escriba de los tropecientos mil libros antes mencionados.

El caso es que el documento bien merece la pena. Es harto interesante y sería hasta divertido de no ser porque todo lo que cuenta es jodidamente real. Aquí os dejo el reportaje íntegro por si queréis verlo y sacar vuestras propias conclusiones:


Quien sí se echó unas risas a costa del régimen fue el gran historietista canadiense Guy Delisle. Plasmando sus estrambóticas vivencias y anécdotas en la capital norcoreana en la afamada novela gráfica “Pyongyang” -de la que ya os hablé aquí mismito-.

sábado, 28 de junio de 2008

Otro enigma sin resolver, como esa mierda de la Atlántida...


…la existencia de aquella isla mencionada y descrita en los textos de Platón, ubicada “más allá de las Columnas de Hércules”​ y descrita como “más grande que Libia y Asia Menor juntas”. Desaparecida de la faz de la Tierra en un solo día y una noche terrible”, tornando innavegable el mar en donde estuvo.

Así de grande es el misterio de U2. El porqué de la atracción que genera la banda irlandesa entre tantísimas personas. Muy especialmente entre los no-amantes de la música y/o asistentes esporádicos a conciertos. Y es que empiezas a hablar con alguno de estos sobre novedades discográficas, géneros, estilos, afinidades y otras mandangas de melómano y al final siempre te salen con que ellos escuchan U2 que para eso es el mejor grupo del mundo mundial.

“-Oye que a mí me encanta la música (…) No estoy muy al día, cierto, pero es que ahora solo salen grupitos de mierda. No es como antes (…) Bueno… excepto esos de los pianos… ¿cómo se llaman?... Ah, Cosplei chaval. Sí, tienen esa de tururú ruru, que mola cantidad… (…) Buen bueno bueno… Y Udós, por supuesto. Eso son palabras mayores. Los irlandeses son lo mejor. Los he visto tres veces en vivo y son la polla Montoya. Fui a Barna la última vez y flipé. Clásicos de la hostia (…) ¿Los Rollins? Hostia nano, eso lo escucha mi madre. ¿Son unos abueletes endrogaos, no? Jevatas también. Cómo el Bonllobi ese ja ja ja ja (…) ¿Y los del idiota aquel que se casó con una china como se llamaban? Da igual, también le comen el rabo a Bono y a diEdch ”

¡¿Pero por queeeeeeeeeeeeeé?!
Y es que hace años que voy de cabeza con este tema. No consigo entenderlo. Peña con quien no puedes entablar una conversación sobre cuál de los discos de Led Zeppelin es mejor, ni siquiera sobre qué novedades musicales llaman su atención, pero son capaces de soltarte del tirón los títulos de los tropecientos cortes que integran el tercer álbum de U2. Eso y ponerse a berrear el estribillo de cualquier cancioncilla de su último largo… “- uno, dos, tres, catorce…”
¡¡¡Por diiiosssssssssss!!! Uno, dos, tres y… ¿catorce? ¿Pero qué manera de empezar un tema es esa?

Para que después digan que lo importante es el talento. ¡Manda cojones! Ya me dirás cómo sin promoción, un grupo tan mediocre como este alcanzaría tales cotas de popularidad entre el ciudadano medio. A ver, eso no quita que alguno de sus primeros álbumes contenga algún tema que pueda resultar hasta decente. Pero poco más. De ahí a la consideración alcanzada, median tres universos y seis abismos de distancia. Encima caen hasta bien y eso tampoco lo puedo entender. Hasta el punto de que, si a cualquiera de los integrantes de la banda le da por tirarse un pedo, en el Telediario nos dicen que huele a flores. ¡Para mear y no echar gota!

Bono, el vocalista, o mejor dicho el ex - cantante metido a activista político que se codea con líderes mundiales -vaya usted a saber por qué se prestan-, va soltando por ahí tonterías del estilo: “no habré finalizado mi misión en el mundo hasta que haya conseguido la cancelación de la deuda externa de los países del tercer mundo”. ¡Ole tus cojones, machote! Tremenda misión. A ver cómo coño la cumples. Soy todo oídos… ¡Pero propón algo so mamón! Que siempre te quedas en los discursos huecos y las grandes proclamas. Encima lo califica de misión, como si fuera Dios cagüen laputa…  Y semejante indocumentado es un ídolo de masas… En serio, estamos fatal. ¿Y que me decís del guitarrista The Edge?... ¿El límite de qué? ¿De lo tolerable, tal vez?... Todo Cristo reconociéndolo como uno de los grandes, influyente en generaciones posteriores y bla bla bla... ¡Pero qué coño! ¿Hemos oído al mismo tío? Si siempre tira de idénticos efectos digitales y ruiditos precocinados. Eso sí, a la crítica servil le encanta, of course. Encima es un sosaina de pelotas y un hortera, con la cabeza soldada a un gorro en pleno agosto. Que digo yo que si eres calvo llévalo con orgullo so mamón, que te van a salir unas ronchas en el melón que ni el Hombre Elefante… ¿Y los dos palomos que completan el cuarteto? El supuesto genio de la batería Larry Mulden Jr. Guaperas venido a menos que tiene pinta de ser el típico que monta una banda para follar. Con la mala suerte de que fue su compañero de aventuras Adam Clayton, el bajista, el que se llevó al huerto a los bocados más apetecibles. Como a la señorita Naomi Campbell, que creo fue o es su pareja. Aunque bueno, viendo la lista de personajes a los que se ha beneficiado la Diosa de Ébano, incluyendo a Joaquín Cortés o más recientemente Hugo Chávez (¿?), quizás no sea pa’ tanto.

Pues estos tipos son U2, unos vendedores de crecepelos mimados por la crítica y el público más acrítico. Una banda de la que, lo más suave que puede decirse es que resulta aburrida. Un tostonazo, vaya. Que encima caen bien cuando deberían caer mal. Pero mal, mal. Sobre todo el amigo Bono y esas ruedas de prensa en las que expone sus planes para alcanzar la armonía mundial en términos económicos, sociales, culturales... tras los cristales de sus gafas de dieciocho mil euros. En fin… ¿Para cuándo la beatificación del gachón? No os riais, no... Que la veremos. La veréis. Al tiempo. 

viernes, 27 de junio de 2008

El enigmático arte de Juan Muñoz


Este escultor madrileño es una de las personalidades más representativas del arte contemporáneo español. Y a pesar de ser galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en el año 2000, sigue siendo una figura relativamente desconocida por estos pagos. No así lejos de nuestras fronteras, donde su obra supone un referente en la renovación de la escultura internacional. Rompiendo los límites entre el espacio de la obra y el del espectador, otorgándole un papel fundamental a las escenografías y tirando de variados recursos con los que remarca el sentido narrativo de su propuesta. En la actualidad el Museo Guggenheim de Bilbao expone una importante retrospectiva del artista, en la que podemos disfrutar de su enigmática obra. Si podéis ir no os la perdáis. Es una pasada.

Muñoz arrancó su formación en España, la continuó en el Reino Unido y más adelante en los EEUU. Su puesta de largo fue en 1984, exponiendo en la Galería Fernando Vijande de Madrid. Si bien, no sería hasta la década de los 90 cuando comenzara a crear lo que a la postre van a ser sus obras más representativas: las llamadas “esculturas narrativas”. Se trata de grandes instalaciones de figuras a escala casi humana, distribuidas en diferentes ambientes de forma que el espectador se sienta convidado a relacionarse con ellas.

Las figuras de Juan Muñoz están realizadas en papel maché, resina y/o bronce, pero nunca presentan elementos de policromía. Con ello el artista pretende despojarlas de su individualidad. Aspecto que es, seguramente, lo más impactante en sus obras. Cuando nos situamos dentro de esas instalaciones, tenemos la sensación de que a nosotros también se nos está sustrayendo la identidad. Pasando a formar parte de un colectivo de figuras misteriosas que parecen vivas, pero ausentes.

Además de sus trabajos escultóricos, Muñoz también se adentró en el mundo de las creaciones auditivas, llegando a producir trabajos para Radio:3 en España, o la BBC en el Reino Unido. Con su muerte en 2001, cuando tan solo contaba con 48 años de edad, desapareció una de las propuestas artísticas más interesantes surgidas de la piel de toro.

jueves, 26 de junio de 2008

God bless the Civil Guard!


Espectacular noticia la de los dos hermanos Guardia Civiles que estando de viaje en Nueva York, ciudad en la que se desarrollan las mejores historias policíacas, persiguieron hasta detener a uno de los malosos que moran en tan inmensa urbe. Encima utilizando la expresión por antonomasia que identifica a los miembros de la benemérita: “¡Alto a la Guardia Civil!”.

Va en serio. Los agentes observaron cómo un tipo abandonaba a toda prisa un centro comercial y tras él salían varias personas profiriendo gritos de auxilio. Obviando su condición vacacional, decidieron perseguir con cautela al supuesto criminal, hasta atraparle a la altura del Madison Square Garden. Que ya es molar mucho el detener a alguien con semejante marco de fondo. Según relata uno de los hermanos: "Me abalancé sobre él, le hice un barrido y le tiré contra un macetero" ¡Con dos cojones!  Lo gracioso es que el chorizo de turno, que hablaba español al ser de origen mexicano, y alucinando ante lo inesperado de la situación, les soltó: “Ustedes no tienen jurisdicción aquí, cabrones”.

Al llegar los agentes del NYPD, el show fue a mayores, adoptando tintes berlanguianos a causa del escaso nivel de inglés de los dos españoles: “We are civil guards, les dijimos”, ante el desconcierto generalizado. Sólo gracias a que uno de los cops era hispano se pudieron aclarar y no acabaron junto al delincuente en la comisaría de turno. Al final resultó que el detenido era un peligroso criminal al que la policía buscaba con ahínco. De ahí que el NYPD decidiera enviar una felicitación a los hermanos, agradeciéndoles la colaboración.

Y es que lo que no consiga la Guardia Civil...
¿Para cuándo la película, leñe?

martes, 24 de junio de 2008

Amy Winehouse, esplendor y miseria


Sobre estas líneas una imagen de la Winehouse, durante uno de sus últimos shows en Berlín. He buscado una en la que presente buen aspecto ya que, la joven soul woman está lista para convertirse en otro juguete roto de esos que la industria del espectáculo crea y destruye a conveniencia. Pasando de ser la sensación musical de la temporada pasada, gracias a un estupendo trabajo como “Back To Black”, a ser la sensación de la presente pero ahora por los continuos escándalos en los que se ha visto envuelta. Un sinfín de reyertas, discusiones públicas, mucho alcohol, aún más drogas y automutilaciones que han sido debidamente documentadas, con profusión de material fotográfico, por los tabloides ingleses. Encantados de la vida ante semejante filón.

La última noticia relacionada con la de Whitechapel tiene que ver con que ha desarrollado un enfisema pulmonar y al parecer los médicos le han advertido que morirá si continúa consumiendo drogas. A la vista de lo cual, su padre ha pedido públicamente a sus dealers que le nieguen la venta y así le ayuden a recuperarse. Y es que la afición de la cantante por las drogas se remonta a la etapa escolar. Siendo expulsada del colegio por consumo de crack. Con todo, lo que me flipa es que estas cuestiones, que debieran ser personalísimas y por lo tanto ultra protegidas frente a terceros, sean aireadas por el padre y otros conocidos a través de los medios.

La irrupción de Amy Winehouse fue espectacular. La crítica se mostró encantada ante esta nueva voz repleta de matices, muy en la línea de las divas del soul y del jazz de otro tiempo y otras latitudes. Sorprendiéndose de que fuese una chica blanca de origen judío proveniente de los bajos fondos de la City. Vulgar en sus declaraciones, aunque sofisticada en la música. Si bien esto ya ha pasado a segundo plano. Ahora sólo hay espacio para el personaje y el ruido del entorno. Fantástico para quienes viven de vender periódicos. También para los que viven de vender sus discos. En fin... Lo cierto es que aún sigo impactado por un documental sobre la artista que pasaron en Sol Música. Mostrándonos a una persona que no está para nada bien, incapaz de expresarse con claridad ante la indiferencia de la tropa de managers, amigos y asistentes que la rodeaban. Dejando que el “bicho” se muestre cual atracción de feria. Triste estampa. 

La cantante ha repetido en varias ocasiones que aspira a agotar un ciclo exitoso de diez años. Después se retirará a vivir como cualquier ama de casa junto a su marido, quién lleva meses en prisión, e hijos futuros. Pero las cosas no apuntan a eso. De hecho hay casas de apuestas que incluyen pronósticos sobre su muerte. Apostar por que Amy llega a vivir esos diez años está muy bien pagado.
Así pues, hagan juego señores. Y no se les olvide que the (Amy) show must go on… 
Que pena todo.  

domingo, 22 de junio de 2008

Antes que el diablo sepa que has muerto


Por fin he acabado los exámenes y, una vez liberado del yugo del estudio, puedo centrarme en una de mis principales pasiones - sino la principal- que es ver pelis. No es que durante esta época me haya privado de acudir esporádicamente al cine, pero basta que tenga alguna obligación para querer ir muchas más veces de las que me puedo permitir. Es siempre la misma historia. El desquite comenzó con el visionado de uno de los estrenos de la temporada: “Antes que el diablo sepa que has muerto” del veterano director neoyorquino Sidney Lumet. Y la verdad es que ha respondido a todo lo bueno que de ella había leído. Un interesantísimo thriller facturado con maestría por alguien que conoce bien el oficio, con un excelente guión y mejores interpretaciones. Mención aparte para Philip Seymour Hoffman y esa manía de ofrecer un máster de interpretación en cada película.

La historia se centra en dos hermanos de clase media: Andy –el mencionado P. S. Hoffman-, un ambicioso hombre de negocios casado con una mujer florero -Marisa Tomei- y adicto a la heroína; Y Hank -Ethan Hawke-, cuyo sueldo se va íntegro en pagar la pensión a su ex mujer e hijo. Desesperados por conseguir dinero fácil, conspiran para llevar a cabo el crimen perfecto: atracar la joyería de sus padres en un pueblecito próximo a Nueva York. El planteamiento es sencillo, nada de pistolas, nada de violencia y nada de problemas. Pero la cosa se va a enredar cuando Hank decide utilizar a un cómplice incapaz de cumplir con lo acordado.

El filme se va construyendo a través de flashbacks y saltos hacia delante que nos explican los detalles del cómo y el por qué se gesta la operación, además de las fatales consecuencias que se derivan. Con un guión enrevesado, pero perfectamente hilado por el semi-desconocido Kelly Masterton, la película se convierte en una suerte de tragedia clásica tamizada por los valores del mejor noir. Dos horas de buen cine que te mantiene aferrado a la butaca hasta ver como los dos hermanos logran salir del entuerto… Si es que lo logran...

Altamente recomendable.

sábado, 21 de junio de 2008

San Carlino alle Quattro Fontane


Siendo una persona no creyente, más ateo o agnóstico según la temporada, siempre había pensado que eso jugaría en mi contra a la hora de captar la espiritualidad que impregna las obras de los grandes de la arquitectura sacra. Muy especialmente del más grande de todos ellos, don Francesco Castello del Borromini, un personaje torturado, estoico, asceta y malcarado cuya obra se desarrolló en la Roma papal del siglo XVII. Puro arte de Contrarreforma, aquello del barroco triunfante. Sin embargo, en un reciente viaje a la ciudad eterna, tuve el placer de adentrarme en este conjunto de contracciones curvas y rectas que es la Iglesia de San Carlos Borromeo y creo que llegué a captar parte de la espiritualidad que allí se concentra. Supongo que ayudó mucho el horario de la visita, próximo al cierre, y la escasa afluencia de público. Lo que me permitió un acercamiento más sosegado al conjunto de lo que es habitual en cualquier otra iglesia de la capital transalpina. Los que hayáis ido por allí sabréis de lo que os hablo.

La iglesia y convento de San Carlo alle Quattre Fontane es una pequeña edificación situada en la confluencia de la Via Barberini y la Via del Quirinale, en donde se ubican cuatro fuentes a la clásica en los diferentes chaflanes del cruce y que son las que le dan nombre. Encargo de la orden religiosa española de los Trinitarios Recoletos, San Carlino, como se la conoce vulgarmente, supone una de las obras cumbres del arte del barroco. El autor, que se reconocía súbdito de la monarquía española y al que unía una gran relación con Manuel de Moura, Embajador de España ante la Santa Sede, no dudo en aprovechar los conocimientos acumulados desde sus comienzos como cantero en Milán, para rendir un sentido homenaje a la grandeza de Dios.

La genialidad del artista se manifiesta en esta compleja edificación compuesta de cinco fachadas que están concebidas como entes independientes y que encierran el espacio cuadrilobulado de la iglesia junto al que erigió un patio abierto, enclaustrado, en el cual dispuso de manera personalísima diferentes elementos provenientes del sistema de órdenes clásicos y otros propios de las construcciones de Miguel Ángel. Con todo, lo más espectacular es la cúpula central. Realizada con un acasetonado de tipo clásico, extraído del Tratado de Serlio a partir del modelo de la basílica paleocristiana de Santa Constanza, con una articulación de formas geométricas trenzadas. El efecto de conjugar todo esto con la luz rasante proveniente de los focos naturales situados en los extremos de la bóveda, o el que surge de la linterna central, ofrece al espectador una visión mágica del conjunto. Y no es sólo eso, ya que esa misma luz se transmite a todo el espacio interior, formas curvas y rectas, retranqueos y juegos constructivos presentes, de forma que se generan impactantes juegos de luces y sombras que unidos al completo silencio en el que se sume el templo logran transmitir una sensación mística imposible de comprender si no se ha estado allí.

La verdad es que esto sí que es una experiencia religiosa y no lo que cantaba el Enriquito (Iglesias, para más inri). Impresionante.

viernes, 20 de junio de 2008

Lynch - Clowes, interesante binomio

La verdad es que no sé cómo abordar el presente post. Quería reflejar mis impresiones tras la lectura de “Como un guante de seda forjado en hierro” del bueno de Daniel Clowes, pero me cuesta traducir en palabras las sensaciones que me ha producido. A ver, la cosa es que me ha encantado, aunque no sé si eso es decir mucho… Han pasado días desde que lo terminé y aún sigo conmocionado. Vale… Un crítico de la revista Spin se refirió a este libro como “mitad broma telefónica y mitad carta bomba”. Y estoy básicamente de acuerdo, si bien yo reduciría las alícuotas a tercios para incluir otro elemento en la ecuación: Un poco de broma telefónica, otro de carta bomba y el tercero una revisión de “El Castillo” de Kafka en clave contemporánea. ¿Qué qué?

En la novela todo comienza con su peculiar protagonista acudiendo al cine a ver una peli mitad porno alemán, mitad snuff movie. En ella cree reconocer a una de las protagonistas, una mujer madura de pelo oscuro y pecho abundante. Cuando acaba, nuestro héroe se propone averiguar algo más sobre la señora pechugona, dirigiéndose a una especie de quiromante o adivino que realiza sus sesiones sobre la taza de un wc. El tipo le va a dar unas indicaciones bastante dispersas. Y aquí comienza la odisea del tal Clay, que se verá envuelto en una serie de situaciones absolutamente surrealistas. Además todo está ambientado en un mundo delirante, que en ocasiones recuerda al nuestro pero no lo es… Sucediéndose las historias paralelas, a cada cual más extraña, yendo entre lo cómico, lo psicotrópico y lo más bruto. Evocando los universos cinematográficos surgidos de la mente perturbada de David Lynch. Por si no teníamos bastante, Clowes incluye graciosos guiños alusivos a la actualidad del momento, como uno en el que participa el ex – Presidente de los EEUU Bill Clinton.

No sé si Daniel Clowes ha planteado esta novela gráfica como una broma macabra en la que se burla de los sufridos lectores, o simplemente ha reflejado en viñetas parte del oscuro mundo que habita en su interior. Lo cierto es que le ha quedado niquelado. El cómic es una pasada, una delicia paranoide, algo inclasificable, una puta obra maestra...

lunes, 16 de junio de 2008

30 días de noche y oscuridad

"Barrow, Alaska, del 10 de mayo al 2 de agosto el sol nunca se pone. Y del 18 de noviembre al 17 de diciembre no sale nunca."

Así comienza “30 días de noche”, novela gráfica escrita por Steven Niles y dibujada por Ben Templesmith, publicada por la editorial IDW Publishing en el año 2002. Cuenta la historia de una pequeña localidad próxima al círculo glacial ártico, que todos los años padece un mes de oscuridad absoluta. Además goza de un clima extremo que la convierte en un destino turístico poco recomendable. Si bien, no todos ven en ello una circunstancia desfavorable. Habiendo para quienes, un pueblito aislado por el frío, la nieve y sumido en la más absoluta oscuridad durante treinta días, puede convertirse en un auténtico paraíso. Los vampiros, por ejemplo.

Con esta premisa los historietistas mencionados construyen un interesante álbum en el que el Sheriff Olemaun y un grupo de supervivientes deben ocultarse de la horda de vampiros que allí se dan cita, en busca de comida fácil. Mantenerse con vida hasta que vuelva a salir el sol unas semanas después. Con todo, más que la historia en sí, “30 días de noche” destaca por su impactante dibujo. A través de viñetas oscuras y con tintes expresionistas, en las que sobresalta el rojo vivo de una sangre muy presente a lo largo de la historia.


Con esta base, el director David Slade -quien debutara en 2005 con la interesante “Hard Candy”- ha ejecutado una interesante adaptación cinematográfica. Recreando fielmente los ambientes dibujados por Templesmith, sintetizando la historia de Niles de forma razonable y añadiéndole algunos aspectos que la convierten en un producto más atractivo al espectador. Consiguiendo, en definitiva, una entretenida película de terror. Además “30 días de oscuridad” da’ movie contiene una muy interesante fotografía oscura. Bellísima en las puestas de sol del comienzo y del final. Vaya, que pasando por encima de un Josh Harnett que siempre actúa de pena, la cinta no está nada mal. Y Danny Huston está perfecto en su vampírica interpretación.

Quizás lo único positivo de las malas críticas recibidas y de la tibia aceptación por parte del público, es que así esquivamos la tentación de adaptar la segunda y tercera parte del cómic. Dos libros que bajo el título de “Días Oscuros” y “Regreso a Barrow”, no hacen sino empañar el buen sabor de boca que queda tras la lectura de la primera parte. 

martes, 10 de junio de 2008

Otra de portaditas guapas. Edición “intrusos”


Con ocasión del lanzamiento del mediocre álbum de debut de Scarlett Johansson, a la sazón nueva musa de Woody Allen, los chicos de Hipersónica elaboraron una lista de celebridades que, aprovechando su fama, se arrojaron de cabeza a este sufrido mundo de la canción en el que casi todo cabe. Con lamentables consecuencias para nuestro aparato auditivo todo sea dicho. ¡Y visual! Para muestra un botón… O varios:

Nicholas Cage, “Love Me”
Steven Seagal, “Songs from the Crystal Cave”
Carmen Electra s/t
Paris Hilton, “Paris”
David Hasselhoff, “Night Rocker”
Lindsay Lohan, “Speak”
Hulk Hogan and the Wrestling Boot Band  , “Hulk Rules”
Mr. T “Mr. T Experience”
Bruce Willis, “Bruce Willis Classic”


La de Hasselhoff es muy grande. Y lo más fuerte es que el tipo tiene un huevo de discos con portadas a cada cual más increíble. Y es que the Hoff es una especie de Bertín Osborne yanqui, pero con un Pontiac Firebird Trans Am del 82 en lugar de un condado en ciernes. Lo más grande que ha parío Baltimore. 

Con los clásicos de Universal de Bruce Willis te puedes cagar y con la Wrestling Boot Band de Hulk Hogan descojonarte. Cómo con la experiencia de su archienemigo el señor Té, también conocido cómo M.A. Barracus. Respecto a los trabajos de la ex vigilante de la playa con nombre de ópera, el de la rica heredera de emporio hotelero y el del enésimo juguete roto de la Disney, que decir más allá de la vergüenza ajena que uno siente. Igual que con el disquito del sobrinísimo, vaya.

Y como no iba a estar representado el mayor ARTISTA -así con mayúsculas-, que ha conocido nuestra época: Don Steven Seagal. Un tipo que lo mismo está zurrando a cualquier mentecato, que se para, saca la guitarrita y te interpreta un temazo del country. Y lo hace razonablemente bien, ¡ojo!  Porque su disco es el mejor de todos los aquí expuestos y a años de luz de diferencia... ¡Y no es broma! Cierto es que no era muy difícil.

domingo, 8 de junio de 2008

Programa doble


Espectacular sábado noche de mantita y peli. Gracias por tanto TCM… Nunca te lo agradeceré lo suficiente.

Primera sesión: “Las flores de Harrison (Harrison flower’s)”(2000) de Elie Chouraqui.
De entrada decir que la traducción del título original aquí en España me parece desafortunada. Creo que lo más adecuado hubiese sido titular “Los floros y Harrison” y a su visionado me remito.
El asunto es que, en mi particular historial cinéfilo, se incluyen muchas películas tontas en diferentes grados: Tontas a secas, algunas tontísimas y otras tantas tontas de pelotas. Pues bien, esta va a ocupar un lugar muy destacado dentro de las últimas. No sé qué volumen de inversión habrán soportado las productoras para llevar adelante semejante engendro, pero cualquier euro empleado está tirado a la basura. Así pues recomiendo que os dejéis de tonterías y paséis de ella. Hay demasiadas cosas interesantes que hacer como para perder el tiempo con tamaña memez. Si a pesar de la advertencia insistís en verla, mejor os cuento de qué va a ver si así…
Las flores de Harrison” narra la historia de una tía que curra en una revista de investigación y que viaja a Bosnia, Serbia, Croacia o por ahí para buscar al barbas de su marido, de quien está profundamente enamorada al igual que toda la ristra de periodistas gays que configuran el reparto. Al tipo le han dado por desparecido en el marco del conflicto bélico que asola los Balcanes. La revista para la que curra la tipa, encarnada por la señora de los anuncios de L'Oreal, es una de esas que se dedican a explicar al mundo las bondades del intervencionismo americano con sus marines y demás mandanga, en pos de la defensa de las libertades y para la destrucción del eje del mal. Pues nada, ahí se planta la chiquilla, entrando sin dificultad en uno de esos países repletos de cabrones antidemocráticos y filocomunistas para, casualidades de la vida, toparse con el novio de la Pataky y sus colegas gays. Evidentemente todos ayudan a la tipa a encontrar al barbas, por quien están absolutamente colaos, lo encuentran y lo salvan. A todo esto, el novio de la Pataky coge y se muere el muy cabrón, no sin antes soltar un alegato en favor del periodismo independiente que mola cantidad. Total, que el voluntarismo norteamericano triunfa vs la barbarie poscomunista. ¡Ah! Que no se me olvide comentar que en el reparto, además del novio de la Pataky y la del L'Oreal también está un pelirrojo que siempre hace de peli cabrón, cura corrupto o miembro del IRA en americanadas varias. También un calvo reprimido que me suena de cien películas malas, que se patea todos los Balcanes vestido del Coronel Tapiocca y sin mancharse. ¡¡¡Échale huevos!!!
En serio, la peli mola cantidad.
Ah! ¿Que no es una americanada sino cosa de franchutes? Pues tres bien mon ami

Segunda sesión: “La isla (The Island)” (2005) del inmenso –quien dice inmenso dice descomunal, quien dice descomunal dice monstruoso…- Michael Bay.
Un copia indisimulada y poco afortunada de La Fuga de Logan”, dirigida por Michael Anderson allá por el 1976. Y vale, reconozco que tampoco soy fan de la original. Pero sin parecerme una gran producción, sí que la considero como una estimable película de género, en este caso de ciencia ficción. Y lo cierto es que tras visionar esta nueva americanada que nos llega de la factoría de ideas del Sr. Bay, ha aumentado la estima que tenía por aquella. Y es que esta suerte de remake chusquero es lo puto peor. ¡Hasta Michael Cork parece un actorazo frente a lo que ofrece Ewan McGregor!

El Michael Bay, en su línea sostenida de mediocridad, revienta una historia con posibilidades para convertirla en un bodrio de acción con persecuciones y tiros a mansalva. Vaya, lo de casi siempre. Fatalmente construida, con situaciones forzadísimas y repletas de efectismo barato totalmente gratuito... Y con unos personajes más planos que una tabla de planchar, of course, no sea cosa que la labor actoral ensombrezca la figura de este magno creador. Leyenda viva del séptimo arte tras filmar clásicos del cine contemporáneo tales como Armageddon” (1998) o “Pearl Harbor” (2001). Por cierto que, la campaña de promoción de “La Isla” recordando el excelso currículum de su director, me parece impagable. Así que nada Sr. Bay, muy biennn… Ánimo y siga probando, a ver que tal la próxima.
Es que encima ni tan siquiera hubo oportunidad de deleitarse con escenitas subidas de tono protagonizadas por la Johansson. Lo que hubiera aumentado mi valoración del film... Y de cualquier otro film vaya.

Así pues, como veréis, fue una noche memorable.

jueves, 5 de junio de 2008

Once aka una vez y no más Santo Tomás


Anteayer, revisando comentarios realizados por los usuarios de una conocida web dedicada a establecer afinidades cinematográficas, me topé con la retahíla de parabienes que los críticos profesionales dedicaron a esa peliculilla irlandesa llamada “Once”, dirigida por un tal John Carney en el 2006…

"Una mágica y cautivadora maravilla. (...) Un regalo de película que merece la pena ver más de una vez. (...) Puntuación: ***1/2 (sobre 4)." (Peter Travers: Rolling Stone)

"Otra película podría tener una producción mucho mayor, pero ninguna otra podría haber llegado al nivel de encanto y satisfacción de ONCE. La fórmula es muy simple: dos personas, unos instrumentos, 88 minutos, y ninguna mala nota." (A. O. Scott: The New York Times)

"Una película para todo aquel que, en algún momento, se haya sentido atrapado por la fuerza y la pasión de la música." (Claudia Puig: USA Today)

"No puedo imaginarme a nadie que viendo ONCE no se enamore al instante de ella." (Rene Rodríguez: Miami Herald)

"Una película pequeña con un enorme corazón." (Ruthe Stein: San Francisco Chronicle)

"El perfecto musical 'indie' (...) obra de una riqueza nada evidente, cuyo encanto va entrando en el espectador por sedimentación, en delicadas capas de carisma. (...) Una película así no se estrena cada día. Ni cada año." (Jordi Costa: Diario El País)

"Un musical artesano. (...) A su manera modesta y sin levantar la voz (...) rescata la música de su condición usual de hilo musical corporativo. (...) Puntuación: *** (sobre 5)." (Antonio Weinrichter: Diario ABC)

"Es una de esas joyas que cada mucho tiempo llegan a la cartelera (...) una banda sonora memorable y un derroche de sensibilidad, autenticidad e inteligencia (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Alberto Luchini: Diario El Mundo)


¿Estamos locos o qué? ¿O es que yo no vi la misma película que esta peña?

Porque, vaya…

-        -  No merece la pena verla más de una vez, Peter Travers. De hecho no merece la pena verla ni una sola vez.
-         - Ni capté el nivel de encanto y satisfacción que dice O.J. Scott. Tampoco de desencanto, ni de ná… Porque eso es lo peor, “Once” no transmite nada de nada.
-         - Podríamos comparar mi colección de elepéscedés con el de la señora Claudia Puig y toda esa gente a la que tanto ha agradado tamaño bodrio, sintiéndose “atrapados por la fuerza y la pasión de la música”. Y no acepto como discos de música ni los de Sergio Dalma ni los de Maná...
-        - Fuck René…  Man, yo lo que no me imagino es justo lo contrario a lo que tu afirmas. Vamos, me resulta inconcebible.
-         - A la del San Francisco Chronicle decirle que gran ciudad la suya. Eso y que “guatita llena, corasón contento”.   
-         - Ante la afirmación de Jordi Costa de que “una película así no se estrena cada día, ni cada año”, no tengo nada a oponer. Sólo digo y eso que no soy creyente, que a Dios gracias.
-         - Y a Weinrichter que para ser un “musical artesano” que no levanta la voz, el dolor de cabeza con el que sales del cine es fino…
-         - Por último a Alberto Luchini le explicaría que el hecho de que una banda sonora sea memorable no es necesariamente positivo. De hecho esta película es un claro ejemplo de cómo hacer una banda sonora de la que nos acordemos toda la vida, pero por lo mala que es.
-         - Ah! Y lo de “el perfecto musical indie”, que se lo he leído a varios. ¿Pues qué queréis que os diga? Sí que está mal la cosa indie.

[...]

Siguiendo con el tema, ya que estamos, me hago la siguiente pregunta:  ¿Hay una puta película irlandesa que sea buena?

... me planteo yo. Que me vi arrastrado por la gran repercusión que en los ambientes culturetas tuvo esté truño, acercándome hasta un cine de mi ciudad para ver si respondía a todo lo bueno que de ella había leído. Craso error. Resulta que la “original propuesta” del Sr. Carney consistía en mezclar un pastelón de los de toda la vida -véase A3 o T5 cualquier domingo de sobremesa- con una suerte de video promocional de la Gira 2007 de Pearl Jam... Sólo que, ni el pelirrojo cabrón ni su rollete veraniego checo le llegan a la suela de los zapatos a los chicos del gran Eddie Vedder. Pos ná, pensé.... Una menos en la lista y mil calas a la basura... Y todo el mundo contento. Especialmente los del cine. Eso sí, una recomendación a los amigos irlandeses: Dedíquense a montar pubs y hacer cervezas artesanas, en lo que son grandes maestros. Y dejad de marear con “originales propuestas” de ínfima calidad como esta, u otras aún recientes. Recuérdese la vergonzante “La memoria de los peces” de la señora o señorita Liz Gill.

miércoles, 4 de junio de 2008

Fando y Lis


- ¿Si eres un gran pianista y te corto un brazo que haces?

- Me dedico a pintar

- ¿Si eres un gran pintor y te corto el otro brazo que haces?

- Me dedico a bailar

- ¿Si eres un gran bailarín y te corto las piernas que haces?

- Me dedico a cantar

- ¿Si eres un gran cantante y te corto la garganta que haces?

- Una vez muerto mi piel se convertiría en un tambor

- ¿Y si quemo el tambor que haces?

- Me convierto en una nube que tome todas las formas

- ¿Si la nube se disuelve que haces?

- Me convierto en lluvia

- ...ganaste. Pero me sentiré muy solo el día que no estés.

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“Fando y Lis” supone la ópera prima cinematográfica del tocopillano Alejandro Jodorowsky. Basada en la obra de teatro homónima de Fernando Arrabal, la cinta fue estrenada en México en 1968, causando gran polémica. Parte del público reaccionó mal al contenido e incluso varios personajes del cine o de la política mexicana pidieron la censura y expulsión del país del artista chileno. Se trata de un cuento bizarro sobre la inocencia corrompida, en el que una joven pareja marcha en busca de una ciudad encantada. Fando es impotente y Lis paralítica. 
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