Quédate, si lo deseas, o sigue tu camino.
La noche se acerca,
y refugio debes encontrar.
Nunca suspiro, ni me ruborizo;
Nunca la tribulación adorna mi frente.
Nunca me lamento al pensar
si Dios al crearme sintió pesar.
Aquí, todas las fiebres yacen bajo el mismo bálsamo,
y rodeado de aquel antiguo mal, duermo.
Mis sueños ya no tienen sonido.
A. E. Housman
1859 - 1936
jueves, 30 de junio de 2011
Un epitafio
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una passada
ResponderEliminarSi senyor...
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