Últimamente es raro abrir
la prensa dominical y no toparse con algún artículo de opinión en el cual se
reflexione sobre las siempre espinosas cuestiones de la inmigración. Sobretodo
en lo que respecta a los procesos de integración social en nuestro país y a como
juegan en su contra los estereotipos negativos que muestran a los inmigrantes
como personas que nos quitan el empleo y/o que viven a costa de nuestros
impuestos. No seré yo quien señale como innecesaria esa avalancha de estudios y
reflexiones sobre la importancia de integrar en nuestra sociedad a los
inmigrantes, cuya presencia masiva se aprecia –muy positivamente añadiría yo-
en las calles de mi barrio, por poner un ejemplo. Y es que muy especialmente en
estos momentos tan duros en lo económico, análisis de este tipo nunca estarán
de más. Cualquier sociedad que se jacte de ser moderna y abierta ha de
construirse contando con todos los presentes, resultando vital que ese complejo
proceso se realice bien. Lo que pasa, y a eso es a lo que yo iba, es que todas
estas sesudas reflexiones palidecen ante
la rotundidad de situaciones como la que me tocó vivir anoche en una conocida
sala de conciertos de esta ciudad.
Hete aquí con un guiri
visiblemente alcoholizado apostado en un pilar y ataviado con una llamativa
camiseta del principal club deportivo de la ciudad. No sé como una cosa llevó hasta
otra, pero el tipo acabó hablando con nosotros sobre las virtudes del equipo de
sus amores, todo ello en un más que decente español con acento de algún país
del este de Europa. La manera de relatarnos como había resultado la victoria
del Valencia CF y el porqué de su
amor a los chicos del murciélago, no distó mucho de la que emplearía cualquier supporter del terruño, para lo cual el
susodicho no escatimó a la hora de emplear expresiones y recurrir a los mismos
tópicos y lugares comunes que usaría, for
example, un Yomus de Patraix. No
es coña, el tipo nos dejó bocabadats!!!
¡Qué pasión! ¡qué sentimiento de pertenencia! ¡qué valencianía!... el fútbol como mecanismo de integración!!! ¿Quién
nos lo iba a decir? Palidezca usted profesor Sartori…
Pero no se trata de un hecho
aislado. Sin ir más lejos, eso mismo lo veo yo cada fin de semana, en el bar de
debajo de mi casa. Allí se suelen congregar muchedumbres de inmigrantes de
diversas procedencias, junto a cuadrillas de estudiantes universitarios con pocos recursos económicos, para
ver los partidos de la Liga al módico precio de un euro (lo que cuesta un
quinto de Estrella Galicia). Yo mismo
he presenciado situaciones similares a la que da pié a esta entrada,
constatando así esa faceta del fútbol como mecanismo de asimilación. Y eso por
no mencionar el fervor patriotero con el que muchos de estos convecinos vivieron
la victoria de la Selección Española durante el pasado Mundial. Escena esta que me perdí por estar en la otra parte del
mundo, pero que me relató mi buen amigo Ivanrojo,
testigo de excepción. Al final
va a resultar que sí, que el inmigrante ha echado raíces en esta sociedad hasta
mimetizar sus comportamientos básicos, aunque tan sólo sea en lo futbolístico.
Por algo se empieza…
Por cierto que, dejando
atrás esta reflexión elaborada en la barra de un bar, mediocremente
fundamentada y peor resuelta, vuelvo a la anécdota del comienzo. Como veréis, todo
esto viene a cuento por que nos encontramos con un guiri valencianista ataviado con la horrorosa indumentaria naranja
del equipo Che. La escena se produjo
al término del divertidísimo concierto ofrecido por Los Petersellers la noche del sábado en el Wah Wah. ¡Que grandes Los
Petersellers! Y mira que son chungos
los gachones, ¡pero que pollos montan! Habrá bandas mucho mejores que esta –las
hay, doy fe-, pero no creo que haya muchas que sean capaces de ofrecer tanto
divertimento como el veterano cuarteto madrileño. Música para pasarlo bien sin
mayores pretensiones, festuki para
desbarrar sin calentarse el bolo… Y todo eso ¡durante dos horitas! Desgranando
todo su repertorio de versiones libres de grandes éxitos de ayer y de hoy… “♪ ♫
Manolo es gay… y no lo quiere reconocer… ♪ ♫” Para
colmo, se chotearon de los bises, lacra
conciertística donde las haya. El tipo, ni corto ni perezoso nos soltó: “No os preocupéis
amiguitos, no hace falta que os desgañitéis gritando: otraaa, otraaaa… ¡vamos a
salir igual!... Ya puestos, si queréis gritar algo decid: paripé… paripé…” ¿Y
que son los bises sino un enorme
paripé? ¡Que grandes macho!
Trágico lo de Damien... Reflexione.
ResponderEliminarHaga Vd. el favor de no hurgar en la herida...
ResponderEliminarQue grandes los Petersellers!! toda una experiencia su directo, derroche de humor donde los haya solo comparable a Mamá Ladilla (aunque estos son muy punkies a veces), Los Berzas y Los Gandules, grupos estos dos últimos de Zaragoza que te recomiendo encarecidamente para echarte unas risas con lo absurdo de sus propuestas. Por cierto! tengo entendido que Petersellers, surgieron a raíz de la disolución de The Refrescos...pué ser?
ResponderEliminarQue putada lo de Damien Jurado. Yo tuve la inmensa fortuna de verlo hace dos años y fue la hostia, aunque puestos a elegir hermano de tonadillera siempre me quedaré con Agustín Pantoja, que temazos, que porte.
A mí me ha pasado algo curioso estos días y es que cogí entradas para un concierto de Two Door Cinema Club y un par de meses después al comprar mi entradica de Woven Hand (10 de diciembre La2 de Apolo, por si te animas a venir), veo que es el mismo día. Pero hete aquí que se me ha aparecido la virgen y uno empieza a las 9 y el otro a la 1, jeje.
Muy surrealista lo del guiri-ché, en mi pueblo se mataron dos marroquís (a hachazo limpio!!)tras discutir sobre Barça y Madrid. Ver para creer.
Pues Mama Ladilla tiene una canción en su último disco que me gusta bastante ("Nestor Patou"), aunque me cueste admitirlo.. je je je
ResponderEliminarRespecto a el origen de Los Petersellers no sé nada, no tengo ni idea de sus bandas de procedencia.
Y sí, como habrás visto hoy no he posteado nada sobre Mr. Jurado, caguen Deu en la Creu i en el fuster que la feu!!!
...y lo de WovenHand no creas que no lo he pensao, pq encima cae Viernes... ja vórem... en idéntica situación me hayo respecto a Band of Horses, lo que pasa que ese es un martes o un miércoles... en fin... lo dicho... Dios dirá.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Pos sí, it's true Txarls:
ResponderEliminarhttp://quefuede.lacoctelera.net/post/2007/01/22/los-refrescos