Por eso yo voy a hacer huelga. Y no te pido explicaciones de porque tú no la haces. Igual ni siquiera tienes trabajo para poder hacerla. Quizás seas de aquellos que no ven motivos suficientes, que te parece que todo va bien o no, crees que está jodido pero aún así no vas a secundarla... pues muy bien. Me la refanfinfla. En serio, me la suda, ese es tu problema no el mío. Eso sí, te pido por favor que no me vengas con la milonga de que no la haces porque “no te lo puedes permitir” ¿Sabes tú acaso si yo me la puedo permitir so weón? ¿Sabes el esfuerzo que a mí me supone hacerla? Pues eso. Así que te agradecería que no me tocaras las pelotas.
Y por cierto, al hilo de la viñeta de El Roto con la que ilustro la entrada, ¡claro que la huelga es política! Juer... ¡faltaría más! Todo es política. Nuestro día a día lo determina la política. Tú crees que puedes pasar de la política, pero no, más que nada porque la política no pasa de ti. Ella cuenta contigo aunque tú la desprecies. Tus acciones y tus omisiones son política, te guste o no.
El peor analfabeto es el analfabeto político.
No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
No sabe que el costo de la vida, el precio de las judías, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de las medicinas, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Bertolt Brecht
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