Del
escritor y periodista Dino Buzzati ya os hablé hace un tiempo, fue tras
acabarme una deliciosa novelita titulada “El desierto de los tártaros”. En
aquella ocasión puse muy bien la manera de escribir del trasalpino y he de
deciros que en esta entrada lo volveré a hacer ¡incluso con mayores elogios!
Porque esta colección de relatos reunidos por el propio Buzzati a finales de los 50,
es de lo mejor que me he leído en muchísimo tiempo.
Pone
en la reseña promocional que estos sesenta cuentos vienen a constituir la
auténtica summa del mundo poético de
su autor. Yo no podría haberlo expresado de mejor forma. Auto-conclusivos por propia
naturaleza, Buzzati abarca en ellos toda la gama de sus motivos, a saber, la visión
surrealista de la vida, el horror por la ciudad, los automatismos existenciales,
el sentimiento de culpa, los miedos inconscientes... Claramente influenciados
por la obra de Kafka y lo kafkiano
como categoría reconocible, pero también por las corrientes existencialistas
con Sartre o Camus al frente, el autor es capaz de traducir en juego, tragedia
o misterio situaciones en apariencia banales, mientras corretea entre lo fabuloso
y lo imaginario para crear narraciones únicas e intemporales.
Los
relatos de Buzzati parten casi siempre de un hecho cotidiano, pero este hecho
trivial sirve al autor para profundizar en lo enigmático y lo fantástico, y/o
para presentar el absurdo del destino. Con una escritura fluida,
nos adentra en su particular mundo, sin dar respuesta al misterio que envuelve
al relato y dejando en manos del lector la tarea de descifrarlo. Todas sus
páginas están cargadas de un simbolismo que, más que limitar, exalta la belleza
estética de su escritura.
En
fin, que es probable que el nombre de Dino Buzzati no os diga gran cosa. Es
normal, se trata de un autor -de culto en su país- cuya obra ha sido escasamente
traducida y raramente editada fuera de Italia. Sin embargo, gracias a la editorial Acantilado podéis
acceder a uno de los escritores –aunque a él no le gustaba definirse como tal-
más interesantes del pasado siglo XX. Especialmente recomendado para los
amantes del relato como genero literario… signore
Rosso, oído cocina!!!
Entre
los cuentos que encontramos en “Sesenta relatos” he de destacar “Los siete
mensajeros”, posiblemente el más célebre de todos ellos, en el que se narra la odisea de un joven príncipe que consume su vida tratando de llegar a los confines del reino del cual es heredero; "El desplome del Baliverna”, preciosa historia sobre la culpabilidad y la responsabilidad; "La capa", o la triste despedida de un joven soldado muerto en el frente; “El niño tirano”, o la eterna historia sobre quien manda realmente en cualquier casa; “El asalto al gran
convoy”, o el irrenunciable sueño de un antiguo jefe bandolero caído en desgracia; "Siete pisos", el kafkiano descenso a los abismos de la enfermedad de un hombre aparentemente sano; "Miedo en la Scala”, en la que un viejo músico sufre ante una inminente revolución que podría acabar con la vida de un hijo; "No esperaban nada más", o la terrible historia de dos novios de viaje que paran a descansar en un pueblo de la Italia profunda poblado por abyectos personajes, pero aparentemente normales; "Algo había pasado", en la cual vemos el desasosiego que embarga a un viajero que percibe como las cosas van cambiado al paso del tren en el cual va montado; "Los ratones", o la historia de unos seres humanos esclavizados por esos inofensivos animalitos; o el “El
acorazado Tod” con el que se cierra la antología, una oda a lo absurdo de cualquier guerra y de las causas que nos llevan a ellas.
Sin
duda alguna un gran libro al cargo de alguien que, como señalaba Italo Calvino, debe ser considerado uno de los más grandes
fabuladores de todos los tiempos.
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