Hoy
hablaremos de una historia, de hecho “Unahistoria” -“Unastoria”
en su original italiano-. Y lo hago por tratarse del esperado regreso
del más popular historetista italiano de todos los tiempos tras unos
añitos de voluntario silencio. Aunque bueno, esto último es una
verdad a medias ya que Gipi se ha mantenido activo, pero alejado del
noveno arte, precisamente para hacerse un hueco en el mundo del
séptimo. Yo diría que lastimosamente. E incluso vergonzosamente, a
la vista del resultado. Y es que el día que Gian Alfonso Pacinotti
decidió guardar sus lápices y pinturas para ponerse a rodar, en
algún lugar del mundo murieron cientos de gatitos y hasta un
unicornio. Porque “L'ultimo terrestre”, el debut cinematográfico
del pisano, es un auténtico espanto. Por mucho que su autor trate de
defenderse con el argumento de que la peli fue nominada en los
premios David de Donatello e incluso mencionada en el Festival de
Venecia. Pero ni caso. Una bacalà infame.
Y por
esa cagada el tío nos ha dejado en ascuas todo este tiempo. O sea,
que si hubiese seguido dibujando a la vez que se ciscaba en el mundo
del celuloide, pues no habría nada que reprocharle. Cada cual con su
tiempo y dinero puede hacer lo que le salga del pié. Pero lo que no
tiene perdón de Dios es que Gipi, uno de los grandes del cómic, se
dedique a jugar a ser un artista total, un uomo del Rinascimento,
sin ofrecernos nada decente a cambio que nos haga pasar por alto su
delirio. ¡Tus ausencias se notan compadre! Y no creo que eso mismo
lo estén diciendo en los despachos de Cinecittà.
Respecto
al tebeo en sí
tan solo decir que es fantástico.
En el se nos
cuenta la historia de Silvano Landi, un
escritor de éxito que parece no discernir
la realidad de la ficción. El tipo ha
perdido la chaveta y consagra sus días a dibujar
de forma compulsiva
dos imágenes recurrentes: una
estación de servicio y un gran árbol desnudo. Además
está completamente
obsesionado con el hallazgo de las cartas
que su bisabuelo Mauro, soldado durante la Primera Guerra Mundial,
escribía a casa desde las trincheras. Así
es como Gipi nos hace participe de esta segunda historia que, como
habréis deducido ya, se entrelaza con el
presente de Silvano conformando así esa
única historia a la que
hace referencia el título.
Enorme.
Como todas las cosas que hace este hombre. Okey... ya... eso
sería antes de ver la peliculita de marras. Digamos que maravillosa
novela gráfica como todas las novelas gráficas que firma Gipi. Así
mucho mejor.
El cagarro también esta disponible. Que Dios os pille confesaos...
A veces las imágenes que no sacuden letra y viñeta se quedan muy cortos sobre una pantalla, e implasmables las fantasías que nos provocan. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y una mierda!!
ResponderEliminarMe apunto el comic, un día de estos voy a ir a Continuará.. con mis apuntes y me voy a dejar el sueldo; que no lo tengo.
En el caso de Gipi historetista - realizador, es más que evidente. Haces bien apuntándote su nombre. Te va a encantar.
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