El fader me regaló este libro por el día de mi cumpleaños. Al parecer lo recomendaron en la sección cultural del programa radiofónico líder de las mañanas del fin de semana. He de reconocer que me sorprendió, ya que suelo escuchar ese programa y me fío de lo que allí dicen. Sin embargo no me sonaba haber oído a Pino & Co hablar sobre la novelita de marras y de ahí el escepticismo con el que me introduje en su lectura. Bueno, para ser justos, probablemente se debiera a la saturación de gestos y símbolos que durante estos días dan la razón al Dr. Samuel Johnson en su archirepetida reflexión sobre el patriotismo que sirve de título a esta novela. El caso es que al final, me ha dejado un muy buen sabor de boca.
He leído por ahí que “El refugio de los canallas” es la novela de madurez del escritor, guionista y columnista Juan Bas. También que remite parcialmente a “Patria” de Fernando Aramburu. El problema es que no me he leído el que fuera el hit literario del pasado 2016. Eso y que antes de zambullirme en esta obra, desconocía de la existencia de su autor, así que no puedo valorar lo de la madurez. Bien es cierto que el bilbaíno tiene ya unos cuantos libros publicados. Entre ellos el que fuera Premio Euskadi de Literatura 2007 , “Voracidad”, o un sugerente “Tratado sobre la resaca” que trataré de agenciarme. Pero lo dicho, hasta ahora ni idea de este buen hombre.
Pero vamos a la mandanga.
La novela en cuestión va de terrorismo, sí. Y de banderas, también. El autor se basa tanto en historias que ocurrieron durante aquellos años del plomo -como el secuestro de J. A. Ortega Lara, el macabro asesinato de Ramón Baglietto, el caso Lasa- Zabala y otras operaciones de los GAL...-, como en personajes fácilmente reconocibles para quienes asistimos a la barbarie televisada del terrorismo. Juan Bas construye con ello una estructura compleja en la forma, a partir de saltos en el tiempo, pero bastante ágil y muy fácil de seguir. Concatena breves capítulos, siempre encabezados por el año en el que transcurre la acción –entre 1946 y 2015-, para que así nos ubiquemos y podamos situar cada momento.
Con esta fórmula conocemos las tragedias sufridas por un amplio abanico de personajes tocados directa o indirectamente por el terrorismo. Del mosaico destaca la historia protagonizada por “La Pantera”. Guapa y sanguinaria terrorista que evoca muy mucho a la figura de Idoia López Riaño aka “La Tigresa”. También la miseria vital de la madre del etarra Mairu, una fanática que con su odio acabará destruyendo a todos aquellos a quienes supuestamente quiere. Y como no la trama que recrea los orígenes del GAL y en paralelo el auge y caída de sus principales actores, con una mención muy especial para los últimos días en la indigencia del comisario Arnedo.
Como he dicho al comienzo, la novela es bastante chula. Te mantiene en vilo hasta el final y no se hace pajas mentales en un tema tan delicado como el que trata. Y se agradece.
lunes, 16 de octubre de 2017
El refugio de los canallas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario