Ayer, en Granada, se suicidó una persona que iba a ser desalojada de la que creía era su casa. Se llamaba Domingo y se colgó del techo, para ser exactos. También ayer pero más cerquita de aquí -en Burjassot concretamente-, otro hombre en idéntica situación decidió evitar el drama del desahucio lanzándose por la ventana. Su nombre es Manolo y aún sigue vivo en el Hospital. También sigue desahuciado. Mientras tanto, el Gobierno de allí (y el de aquí y el de más allá) miran para otro lado. Ellos solo atienden a las cosas realmente importantes. Para muestra un botón. Durante la semana que viene, la Generalitat Valenciana recibirá los primeros 750 millones de euros que solicitó del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Sin embargo, según ha anunciado nuestro MoltHo, lo primero es lo primero, o sea, atender al pago de los intereses a la Banca y al final, solo al final y si queda algo (jijijaja), destinar las migajas a cuestiones menos importantes tales como el gasto social. Pero no hagáis mala sangre. Como diría un anglosajón "never mind". Porque el mayor recorte que nos han pegado no ha sido el económico, aunque lo parezca. Lo más grave es que nos han recortado el alma. Y ni siquiera nos hemos dado cuenta.
Fue Unamuno quien dijo aquello de España es un país que duele.
Pero joder como duele.
Joder.
DEP Domingo.
El embargo
Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos,
no le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo…
Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s’ha muerto!
¡Embargal, embargal los avíos,
que aquí no hay dinero:
lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
ya me está sobrando,
ya me está gediendo!
Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
y esa segureja
y ese cacho e liendro…
¡Jerramientas, que no quedi una!
¿Ya pa qué las quiero?
Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
ni esa segureja
ni ese cacho e liendro…
¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
si alguno de ésos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s’ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
cuatro mesis vivo
y una nochi muerto!
¡Señol jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
porque aquí lo jinco
delanti usté mesmo!
Lleváisoslo todu,
todu, menus eso,
que esas mantas tienin
suol de su cuerpo…
¡y me güelin, me güelin a ella
ca ves que las güelo!…
José María Gabriel y Galán
Consternada, com tú. No sé quién era ese señor. Puede que no fuera tan diferente a nosotros. Lo que sí sé, es que lo ha matado esta España, que como dijo Unamuno y tú bien suscribes, duele. Mágicas tus palabras. Y con tu permiso, añado otras de otro granadino, al que también mató esta España negra.
ResponderEliminar"Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!"
B.