Y
es que Vilmos no puede escaparse. De ahí que muchos tranvías de
Budapest aún hoy día congreguen a furibundas huestes de adictos a
la destrucción, onda “The Purge: la noche de las bestias” pero bien organizado, a la caza de este tío, obispo para más señas, que pasó
a la posteridad por defender a los judíos en su Hungría natal
durante el nazismo. Si bien, según leo en la Wikipedia
-”palabra de Dios, te alabamos señor...”-, al final el
gachón murió a manos del Ejército Rojo, quien asaltó su
residencia de Györ. El asunto es que no sé si a Vilmos le hubiese
gustado esta lista homenaje, aunque quien sabe. Porque es cortita, mucho más de lo
normal, y variadita como casi siempre. Viene influenciada por
muchas cosas, gentes y hasta imágenes, destacando poderosamente la
de monseñor Cañizares con su capa magna en modo “hola soy tu monstruación” que todos hemos padecido en días recientes. Me
da que esto último no hubiera sido muy del gusto de Vilmos. Por lo
del color rojo y tal, ya me entendéis. Pero bueno, no creo que eso
le importe mucho a nuestro Cañete episcopal.
Bueno, dejo el repertorio de chorradas y os dejo con una nueva compilación de canciones que nos han de introducir en el inicio del nuevo curso escolar. Septiembre, mes de grandes lanzamientos musicales. A ver que nos depara.
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