Ahí van mis claves del Clásico disputado ayer. Se trata de una reflexión en caliente, que es como hay que hacerlas, y a lo gonzo bonzo que es como no hay que hacerlo:
Primera. Una mierda para José Mourinho.
Y bien gorda. Y es que no se puede leer peor un partido. Y no lo digo por el
planteamiento inicial que, aunque se pueda discutir, podría haber resultado
hasta bien, con esa presión tan arriba con la que asfixió a los defensas del Barça durante el primer cuarto de hora. Me
refiero a la bajada de pantalones de la segunda parte, algo inexplicable y
absolutamente inaceptable. Y es que la guerra rápida planteada por el técnico
portugués tan sólo duró cuarenta y cinco minutos (aunque realmente ni eso). En el
segundo periodo Mourinho ordenó a sus jugadores replegarse, presionar más atrás
y dejar a los delanteros totalmente descolgados, lo cual hizo crecer y creer a
un Barcelona que, con tantas facilidades,
superó en todo y le dio un baile al Real
Madrid. Encima está lo del Pipa,
a lo que luego me referiré, y lo de que jugara Coentrao y no Arbeloa. ‘amos, no me jodas Mou!!! Si hay un
partido en el cual Alvarito ha de ser titular es este. ¡Coño!, visto lo visto
¡por Decreto-Ley!
Segunda. Un Marcelo totalmente desubicado,
posiblemente abrumado por la desproporción de las críticas recibidas en los
últimos tiempos al cargo de los plumillas filoculés.
La siempre servil prensa deportiva criminalizó al buen lateral brasileño que
ayer salió acojonado al terreno de juego. Posiblemente esté bastante afectado
tras ver como desde Cataluña se pedía su repatriación por la cruzada de cables
durante el último minuto de la final de la Supercopa
y que a otros mejor relacionados con el mundo de la prensa, como al del “mucho morro”, no sólo se saliera de rositas sino que, encima, se le rían las gracias. Lo
cierto es que por hache o por be a Marcelito le vino grande el partido.
Asustado desde el minuto uno por el que dirán, porque en cada una de sus
acciones se le mire con lupa, el brasileño perdió la animosidad habitual y se
mostró tremendamente agarrotado. No es este un asunto baladí.
Marcelo tiene una influencia en el juego del actual Real
Madrid mucho mayor de la que en ocasiones se le reconoce.
Tercera. Como diría un argentino Xabi
Alonso es un pechofrío prototípico.
Es un gran jugador y su papel como cerebro madridista es fundamental, pero es
que el tío no acaba de entrar en las refriegas. Lejos de ser un mariscal de
campo, el tolosarra acaba por ser un buenrollero
sin agallas que elude los encontronazos. Entenderme, no es que esté propugnando un fútbol violento, pero esta claro que hay días en los que hay que arremangarse
e ir a la guerra y eso Xabi no lo sabe hacer. Otro día, si quiere, que se vaya a tomar angulas con su amigo Puyi,
pero no el día del Clásico… ¡y encima
en tu casa joer!
Cuarta. Cristiano Ronaldo ni está
ni se le espera. Superado por la ansiedad que le supone la constante
comparación con Messi, el portugués no aparece en los enfrentamientos contra
los blaugranas. Ni ataca ni defiende,
lo cual supone un handicap brutal
para su equipo que juega todo el encuentro con un jugador menos (ayer con dos menos
contando a Özil). Anoche falló dos goles cantados que, a buen seguro, hubieran cambiado
el devenir del encuentro. Nuevamente se mostró incapaz de superar ese
preocupante complejo de Salieri que le atenaza. Y encima el público comienza a
hartarse de su actitud, o más bien de su falta de actitud, con el consabido run run que tanto daño le hace cualquier
equipo. Bien haría Mourinho en sentarlo en el banquillo en los enfrentamientos
contra el Barcelona.
Quinta. El affaire Pipita. No sé que
coño tiene que hacer Gonzalo Higuaín para ser titular en este Real Madrid. Benzema es un buen jugador,
técnicamente incluso mejor que el franco-argentino, pero el Pipa es sencillamente más jugador. Que cojones, ¡es mejor y
punto! Y tiene mucha más influencia en un equipo del cual es uno de los
capitanes. Con tan sólo veinticuatro años tiene más pelotas que la mayoría de
sus compañeros, algo fundamental en estos partidos en los que no se puede ganar
sin revolcarse por el fango. Encima con él sobre el terreno de juego se resolvería
el asunto de la falta de jerarquía, aquello de la defensa del escudo, el sacar la cara por
el equipo y el mostrar orgullo por la camiseta blanca. Que sí, que sí, que será
todo muy demagógico, que son todo tópicos y lugares comunes, pero es que es la
puta verdad. Esa responsabilidad, ese orgullo madridista, se ha perdido y de
los titulares de ayer tan sólo el capitán Casillas es capaz de asumirlo. Pero
claro, el bueno de Iker se podrá cabrear como una mona todo lo que quiera y
más, pero no deja de ser el portero, así que su influencia sobre los compañeros
queda totalmente amortiguada por su retrasada posición en el campo. Otro que
podía asumir eso es el bueno de Xabi Alonso, pero como he dicho antes el vasco
lo elude por ese buenismo intrínseco
y esas poses de Lord inglés que le
caracterizan.
Sexta. ¿Y Mesut Özil que? Pues como diría Paco Lobatón, “¿’ande andará Özil?”.
Y mira que es bueno el ‘joputa, pero hay
que asumir que este no va a ser su año, que se le va a hacer.
Séptima. …¡ah! y que no se me
olvide, me falta hablar de Messidona y
del complejo (asumido por todos ayer) de JotaCé.
Estamos ante el mejor pelotero del mundo sin duda. El jugador más influyente
que he visto en mi vida. Pero es alucinante el acongojamiento generalizado que
genera la estampa del argentino cuando coge la pelota y encara a sus rivales
(especialmente a los del Madrid). Que
es muy bueno coño ¡pero no es Dios! Nadie lo encima como si tuvieran miedo de
estropear la nueva obra maestra del vigente Balón
de Oro. Como si los del Estudio
Estadio les fueran a pedir cuentas por joderles el reportaje – panegírico messiánico de todos los domingos por la
noche. El tipo se va de tres y nadie es capaz de hacerle una puta falta
táctica. Y no me vale eso de que no llegan, ¡no me jodas!, ¡que no se atreven
coño! Se vio claro en el primer gol del Barça
ayer. Todos mirándole, nadie se arrima, ni siquiera se atreven a rozarlo, prefieren
asumir un gol en contra que una mísera tarjeta amarilla. Yo no lo entiendo, la verdad.
Eso por no hablar de que hasta los árbitros han asumido aquello de que el amigo
Leo cuando se tira un pedo huele a flores… o parafraseando a Guardiola que el
argentino mea colonia: ¿Segunda amarilla a Leo por cortar el juego en el medio
campo? Pues hombre no me voy a rebajar al nivel de plañidera barcelonista, tan acostumbrados ellos a
ver robos en todas las jugadas, ¿pero acaso alguien duda que de no tratarse del
sacrosanto Leo Messi, esa jugada hubiese acabado con una tarjeta para el "hacedor" de la falta? Esta claro que los jueces en la tierra no tienen competencia para
juzgar las acciones del todopoderoso. Los contertulios de Intereconomía nos lo recuerdan a diario. El conseller Cotino también. [Hablando de consellers y saliéndome
del análisis del puto Clásico, mañana
comienza el juicio a Paco Camps y el mero hecho de ver al hidrópata sentado en
el banquillo de los acusados me llena de gozo. Algo es algo.]
Nota final. Y sí, e vero, el Barça fue mejor. Muchísimo mejor. Entre otras cosas porque
el Madrid, que tenía todo en su mano
para darle un golpe de efecto casi definitivo a la Liga, renunció a ser mejor. Se comportó como un equipillo acomplejado
y abochornó a sus aficionados, lo cual, en definitiva, es lo peor de todo.
Porque tan sólo es un partido y tan sólo son tres puntos, pero las sensaciones fueron
lamentables. Como dijo un día el notas del Laporta “que n’aprenguin!!!”. A ver si es verdad. ¡Que en el "Bar de Mou" la gente se está yendo sin pagar!
Excelente post y de acuerdo en casi todo, solo discrepo un poco en lo de la entrada de Messi, pues creo que tal y como se han puesto las cosas con los clásicos no hubiera sido tarjeta para nadie, fuera quién fuera, siendo que tenía una de antes, además, las cosas como son, no fue una entrada escalofriante, que la cámara superlenta esa es muy cabrona, sino mira la de Coentrao a Iniesta que parece roja directa cuando en vivo no pasa de una falta sin más.
ResponderEliminarYo creo que la clave sigue siendo el centro del campo, pues Xabi Alonso es muy bueno pero no es un creador nato, de hecho en el Liverpool tenia a Mascherano al lado y ambos era un complemento ideal del técnico Gerrard. Deberían fichar un tio que repartiera más a lo Xavi y el hacer función de Busquets que lo además lo haría mejor que éste. El otro problema es que no han fichado bien y si el año pasado les costaba, este que el Barça ha mejorado banquillo con Cesc y Alexis, pues...
Altintop, Sahin, Coentrao y Callejón no están aportando tanto.
Y no es por ser toca huevos, pero Mou se tendría que ir, no os hace bien...y de rebote Flo que parece tonto por hacerle caso en todo (Mendes y lo turbio del asunto, ya sabes).
Monumantales las fotos, por cierto, jaja.
Un abrazo y recuerda que queda mucho y el Barça a veces se atasca fuera, además la prensa de aquí ya está frotádose las manos y eso es muy malo, si no mira a los de Marca cada vez que alardean...
Força Barça eso sí, que parezco merengue, coño! :D
Hombre, supongo que sí, o que no, depende como le hubiera dado, supongo que si en lugar de ser Coentrao el de la entrada hubiese sido Pepe otro gallo hubiera cantado. Y sí, es verdad que los jugadores se crean su propia fama con sus actuaciones, pero no es menos cierto que la labor de maximizar los errores y minimizar las virtudes es responsabilidad directa de la prensa (y más aún si hablamos del sector de la prensa menos seria en este país como es la deportiva) y a Pepe o a Marcelo (e incluso a Ramos) les ha caído el sambenito no de jugadores duros, sino directamente de criminales de guerra. De ahí que se consientan e incluso se aplaudan portadas y editoriales que en cualquier otro ámbito acabarían denunciados por atentar al honor de los agraviados. Y no es por justificar a la prensa de Madrid (y mucho menos al tebeo ese llamado Marca) pero a muchos les viene muy bien su existencia. Lo de la caverna mediática es un invento de los mismos que actúan como contra-caverna y que son igual y en ocasiones hasta más peligrosos que los primeros. Por ponerte un ejemplo, a Roncero lo conoce todo el mundo y nadie (incluyendo a los del Madrid) se lo toma en serio. Sin embargo de Casanovas que dice y escribe barbaridades incluso más grandes que las del loco ese, nadie dice nada. Es más, hay incluso quien defiende que es un gran periodista... pues eso...
ResponderEliminarSalut
...Y lo del banquillo, no sé, yo no tengo tan claro que ese sea el problema, ten en cuenta que en el banquillo del Madrid están gente como Higuaín o Benzema, Arbeloa o Coentrao, Sahin, normalmente Lass (o Khedira), normalmente Albiol o incluso Carvalho, Callejón, Kaká u Özil... que me parecen bastante aprovechables. Creo sinceramente que el problema va otro lado...
ResponderEliminarEns la veiem...
A mí lo que me da por culo es que la prensa de Barcelona vaya de humilde en plan Guardiola. Tengo vivas tantas patochadas anti-madridistas en el pasado (también en el presente, pero entonces eran hasta rabiosas) que me da asco. Como pueden decir que 'la caverna' hace apología de la violencia y el odio sin hacer autocrítica, madre mia! El Sport es patético, no he leído jamás un solo titular que hable bien del Madrid en ese diario, jamás! al menos en Marca, por muy ceporros que sean, a veces se pueden leer halagos al rival. Mismos perros con distinto collar, tienes razón.
ResponderEliminarTa luego Lucarrrr!