Una
recomendación a tener muy en cuenta: no dejéis de ver “Drive” de Nicolas
Winding Refn. Es una auténtica maravilla de esas que a uno le alegran el día,
la semana y hasta el mes, aún cuando sean tan aciagos como los que a mí me
están tocando vivir. “Drive” es cine negro del bueno, del que bebe de las
mejores fuentes y es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. Es una película
enamorada tanto del cinema noir como
de la violencia ultramoderna, sin embargo y aunque parezca una contradicción
con lo que acabo de decir, “Drive” no dedica demasiado tiempo a las hostias y a
la sangre, pero lo poco que sale en pantalla es intensísimo y perturbador. Como
toda ella en su conjunto, con sus planos largos, con los silencios de sus
personajes… Elegante, fría, rara como ella sola, amarguísima y lírica -¡pero
mucho mucho!- eso es “Drive”, el thriller
del año sin duda. Una obra hechizante al cargo de este semi-desconocido
director danés al que he dedicado dos entradas seguidas más que merecidas.
Una
entrada para él solo merecería el personaje de “el chico”, ese driver fantásticamente interpretado por
Ryan Gosling. Un winner-loser -cuando
veáis la peli lo entenderéis- con un perfil nihilista y de signo trágico que,
como bien indica el crítico cinematográfico de “La Vanguardia”, nos remite al
personaje de Alain Delon en la obra maestra de Jean Pierre Melville “El silencio de un hombre”. Poca broma. Sin embargo no os hablaré de ello, es mejor
que lo descubráis por vosotros mismos. Sí que me detendré en la banda sonora del film. Quiero hacer hincapié en ello porque, aún
siendo poco lo que he visto de Winding Refn, tengo la
impresión de que es algo de lo que se preocupa muchísimo. Por lo que a “Drive”
respecta el mérito es enorme y es que no se puede elegir una música más
lamentable e integrarla de mejor manera en una trama. Mayormente compuesta y recopilada por Cliff Martínez, ex baterista de los Red Hot Chili
Peppers y Captain Beefheart, presenta
una serie de cortes de música electrónica, ambient
y/o synth pop, con una estética retro
ochentas que en ocasiones nos recuerda a la EBM
alemana y en otras a la electrónica francesa. Lo dicho, una música
bastante deficiente pero que le va como anillo al dedo a esta película.
Alabado sea Nicolas Winding Refn por hacernos disfrutar de esa manera.
Alabado sea Nicolas Winding Refn por hacernos disfrutar de esa manera.
Hostia! que sorpresa, tenía cierto temor a que fuera un pastiche-remake yankee de 'Transporter' (tell me redneck, pero a mí esa peli no me desagrada) y que se quedara en nada, pero con el gran Ryan Gosling me llamaba la atención.
ResponderEliminarCon tu recomendación 'no hase falta desir nada mas', la veré fijo!
Un abrazo y que tengas una entrada de año cojonuda!
Es una maravilla, no te la pierdas, eso sí, si puedes intenta verla en VVOO. Por cierto, no tiene nada que ver con Transporter te advierto... je je je
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