Es
durante los meses de julio, con Valencia sometida a los rigores del estío mediterráneo y sus gentes abandonando este Hell on Earth,
cuando alguien decidió que estaría bien organizar un festival al aire libre. No es algo nuevo. Viene siendo así
desde finales del siglo XIX, más o menos cuando nació Lizondo o su padre o el padre de su padre o su espíritu. Originariamente se
trataba más de celebrar una feria y una exposición con toda clase
de productos, además de cabalgatas y demás mandangas folclóricas. Todo eso, convenientemente adaptado a los tiempos que corren, aún se hace. Por ese motivo durante este mes y en los Jardines de Viveros se oferta a visitantes y lugareños todo tipo de actuaciones musicales.
Más próximo en el tiempo se sitúa otro acontecimiento igual o más relevante que el anterior. Un par de locos decidieron montar una promotora musical para acercar a Valencia a todas esas bandas tan habituadas por entonces a pasar de largo. Poniendo en práctica aquello de que si la montaña no va a Mahoma, pues Mahoma va a la montaña, comenzaron por traer a todos aquellos grupos que les apetecía ver, pero que no venían a la capital del Turia ni ataos. De eso hace ya veinte años y la empresa en cuestión responde al nombre de Tranquilo Música.
El
caso es que de la confluencia de ambas efemérides surge la
celebración del concierto del 20 aniversario de Tranquilo Música.
Se produjo el pasado viernes terde-noche y los grupos participantes Tórtel,
Cuello, Los Glurps y Senior i el Cor Brutal, todos ellos del terreno. Este menda, como no podía ser de otra forma, anduvo por allí pese
a las inclemencias del tiempo. Porque el calor era fino (La Ina)
y no corría por ni gota de aire. Pero bueno, todo sea por una buena causa:
apoyar la escena indígena y de paso homenajear a unos tipos capaces de
arriesgarlo todo para hacer de este sitio, un móngerland de manual, un lugar mejor.
El
primero en salir a escena fue Tórtel y su propuesta de pop luminoso y ñoño. No soy muy fan de su música pero tengo que reconocerle al tío
el empeño. Cómo ha sido capaz de ir mejorando su fórmula disco a disco,
lo cual no sé si es mucho o poco, pero es algo. Después
asomaron la cabecita unos Cuello bastante contundentes a los que
perjudica el formato al aire libre. Con todo, la sucesión de
jitazos mitigó muy mucho ese hándicap. Hasta el punto de que
fueron los mejores de la velada. A continuación se dio ese momento garage que al parecer no puede faltar en cualquier festival que se precie. Mi no entender, pero es lo que hay... La cuota fue cubierta esta vez por Los Glurps. Lo mismo me hubiera dado cualquier otro. La despedida y cierre estuvo al cargo de Senior y sus chicos, que estuvieron solidos y juguetones como casi siempre. Además nos presentaron una muestra de lo que, al parecer, será su nuevo disco. A priori una interesante
colección de versiones del rock americano.
Y eso
es todo. Bueno eso y dar la enhorabuena a la gente de Tranquilo Música. Per
molts anys!!!Y yo que lo vea...
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