Va,
que me lío collons...
… trataré
de ser coherente con lo que os comenté el pasado domingo -lo de las
entraditas exprés y tal-. Así que aquí va mi mierda de crónica –
homenaje a los conciertos acústicos final de temporada montados por
la gente del ElectrOpura:
El
jueves a la actuación de Marc Johnson (con Ramírez) no pude
asistir. Si lo hice el viernes y el sábado a los shows de Fee Reega
y Alberto Montero. Por empezar por el comienzo, voy primero con Fee
Reega. Extraña cantautora berlinesa afincada en el Principado de
Asturias, que practica esa suerte de pop asimétrico y políglota tan
en boga, excepto por la cuestión lingüística, en su tierra de
adopción. Se dedicó la alemanota a desgranar su disco en español
titulado “La Raptora”. Lo que le sirvió para poner en práctica esa peculiar
manera de arrastrar vocales y consonantes que hace de su música algo
tan sugerente y evocador. También hubo espacio para completar la
actuación con parte de ese cancionero bizarro incluido en “Shoot”. Disco
autoproducido y secreto cantado en inglés que la nibelunga dedicó a su “pasión”
por las armas.
El
sábado fue el momento de Alberto Montero, trovador del Puerto de
Sagunto del que ya os he hablado alguna que otra vez en este espacio.
Por allí sonaron cortes de “Claroscuro”, “Puerto Príncipe”
y “Arco Mediterráneo”. También una versión del “Manifiesto”
de Víctor Jara, conmemorando que esa misma semana un tribunal
norteamericano declaró culpable de tortura y asesinato al ex-militar
chileno responsable de privarnos de tamaña personalidad. También sus
relaciones con el país que vio nacer a Jara, que son similares a las
mías y que explican que en esa mezcla de psicodelia, trova y
mediterraneidad que caracteriza a la música del valenciano, se
cuelen notas propias de la canción hispanoamericana. Más
concretamente de la chilena.
Buenos
conciertos en formato íntimo y for free. ¿Qué más se puede pedir?
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