viernes, 16 de agosto de 2013

El disco rosa de Verbena

Hace la tira de años ya, íbamos hacia alguna parte en el coche de un amigo -si no recuerdo mal, el del primer amigo con coche- y el tío nos sorprendió con un cedé que le habían enviado desde no se cual sello al que solía comprarle ingentes cantidades de material. El disquito en cuestión era el “Pop American Style”, un doble CD de cuarenta pistas que recopilaba la obra de otras tantas bandas de indie pop gringo de las que, por aquel entonces, no habíamos oído ni hablar. Entre ellas, reluciendo como diamante en una mina de Bostwana, estaba “Old Junk for Fashion” de Verbena, que pasó a la categoría de himno de la cuadrilla desde el primer instante en que sonó.
Y aunque la lógica del melómano hubiese debido llevarme a la caza y captura del “Souls for Sale”, álbum de debut de Verbena en el cual se incluía una versión menos guarra de este temazo, por motivos que no puedo explicar ello no fue así. Quizás me harté de buscarlo, o tal vez nos cansamos de poner aquel disco en sesiones non stop pasando a alguna otra novedad de las que ofrecía el panorama noventero a unos chavales ávidos de descubrimientos musicales. El caso es que pasarían unos años hasta reencontrarme, de forma azarosa, con esta banda de Birmingham, Alabama, capitaneada por Scott Bondy (hoy conocido como AA Bondy). Y ese reencuentro sería a través de una copia del segundo álbum de la banda, el “Into the pink” (el disco rosa para los amigos), depositada en la sección de saldos de una conocida superficie comercial. ¡Glorioso acontecimiento!

Como os he dicho el “Into the pink” es el segundo álbum de Verbena y fue publicado en 1999, en lo que a la vez suponía su debut en un sello importante como Capitol Records. Encima estaba producido por un Dave Grohl en la cresta de la ola, gracias a sus Foo Fighters (y a vivir de las rentas que otorga el haber sido batería de Nirvana, que todo hay que decirlo). Pero pese a tenerlo todo de cara para triunfar, Scott Bondy y sus Verbena se comieron los cagaos. Posiblemente por la sensación de déjà vu que dejaban algunas de sus composiciones, seguramente con responsabilidad directa de Grohl, en la onda de aquel sonido surgido unos años antes en la ciudad de los Supersonics. Algo que no pudo borrar ni la voz arrastrada de Scott Bondy, ni los juegos vocales con la bajista/vocalista Anne Marie Griffin, ni la batería machacona de Les Nuby.

Y es una pena porque “Into the pink” es un auténtico discazo en el que se incluyen pepinos como este “Baby got shot” que os incrusto arriba, “Oh my” o “Pretty please”. También imponentes medios tiempos como “John Beverly” o “Prick the sun” y baladas como “Lovely isn't love” o la maravillosa “Big skies, black rainbows” a modo de despedida y cierre de un disco que, si bien no es redondo, es lo suficientemente bueno como para haber merecido algo más de atención.


Y esto es todo amigos... 

...bueno, esto y que, como decía el del chiste... -"¡¡¡queréis verbenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! 

2 comentarios:

  1. Los caminos de la música son inexcrutables, sobre todo para aquellos que hacemos de cuatro datos, dos acordes, y una pequeñez toda una epopeya en le que nos va la vida. Y digo cony!! Alguién tendrá que estar por lo que a la mayoría le importa una mierda!!
    En fin, que igual somos una subespecie; pero como mola escarbar donde otros mean...

    ResponderEliminar
  2. Pues sí y si hace falta hasta sin guantes. ¡Y a mucha honra!

    Salut M.A.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...