Este nombre evoca recuerdos de juventud. Aquel tiempo en
el que tenía que padecer los 45 minutos diarios de viaje a bordo de un tartano de la compañía Buñol SL, en
dirección a la Uni desde mi pueblecito de la Ribera. Todos los días durante
cinco años, a las siete en punto pero ni un minuto más o lo perdías, hiciera
frío, calor, lloviera o granizara, para marchar en dirección al Cap i Casal. Y con toda la ilusión del
mundo, vaya. Por aquello de las expectativas y de labrarse un futuro mejor… Que
hay que ser iluso por no decir imbecil... A aquel trasto subíamos unos treinta ignorantes
más o menos fijos, a los que estoy seguro les sonará el nombre de esta señora. Porque
sí, Geli d’Mora es una mujer. La responsable de un inmenso panel colgado, por
aquel entonces, en alguna de las arterias principales de la ciudad por las que
callejeaba el bus. “Geli d’Mora –
Tratamiento para el acné” creo que rezaba. Vamos, no es que lo crea, ¡estoy
seguro de ello! ¿Cómo olvidarlo? Si hemos pasado todos estos años haciendo
chistes con el nombre y elucubrando sobre la procedencia de esta curandera de
la estética. Cuestionándonos sobre qué tipo de técnicas aplicaría. Y de los
usos que, seguramente haría, de aquellos conocimientos adquiridos merced a la sabiduría
popular o a través de las prácticas chamánicas tan comunes en su país de
procedencia.
Va a ser que no. El otro día y por casualidad descubrí
que la señora d’Mora es oriunda y residente en Elche. Siendo la propietaria de
una red de centros de estética en España con varias décadas en el tajo -“más de 40 años nos avalan”-. En su momento debió
caer presa de esa tradición tan hispana que consiste en creer que todo lo que
viene de fuera es mejor que lo de casa. Porque claro, para un paciente random no es lo mismo que te esté tratando el acné la Dra. Geli d’Mora (léase Yeli duMora), a que te esté viendo los
granos de la jeta la señora Rogelia Mora. Un rollito internacional más efectivo a la hora de promocionar su “Tratamiento Geli d’Mora”, patentado.
Al menos eso se desprende de la información que aporta en su página web. En donde, por cierto, también patrocina la labor de una
cantante latina llamada Shelina (¿?). Cosas
veredes.
Pero vaya, centrándonos en la cuestión que nos traía aquí, que se nos ha caído un mito
compañeros de viaje… Lo siento mucho. Un abrazo enorme allá donde estéis.
Atentamente, Sulo Resmes aka Sulo d’Resmes.
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