No sé si llegasteis a ver algún
capítulo de aquella olvidable serie de TV titulada “Primos lejanos (Perfect strangers - 1986)”. A principios de los 90
con la aparición de las televisiones privadas en nuestro país, Canal Plus decidió apostar por esta comedia
familiar en la que un joven pastor de ovejas griego se muda a Chicago para convivir
con su primo norteamericano. Aunque lo más probable es que la vieseis en Antena 3, a quienes pasarían los
derechos de emisión de la serie en España y en donde, como no podía ser de otra
forma, la sobreexplotarían hasta hacérsela aborrecer a sus más acérrimos
seguidores.
Lo cierto es que la serie era
bastante mala y pese a que el punto de partida podía tener cierto interés, las
dificultades surgidas en la convivencia entre dos personas provenientes de
mundos tan diferentes como son una isla griega y una gran metrópolis
estadounidense, no pasaba de ser un seguido de tonterías y excentricidades con muy
poca gracia. Eso sí, de tanto en tanto tenía su aquel. Me refiero a aquellas situaciones
en las que el primo Larry (el de USA,
que iba de vivido frente a su familiar del “tercer mundo”), era puesto en su
sitio por el pirimo Balki (el griego
ignorantón) soltándole un quemejtajcontando
versión micénica que sonaba tal que así: “pirimo
Lari, no sias irididículo!!!”
El amigo Guy Ritchie no
tiene nada que ver con el primo Larry ni con la serie “Padres forzosos”, que nosotros sepamos, lo cual no quita que echemos
en falta la existencia de un Balki Bartokomous en la familia del ilustre
director británico para que le cante las cuarenta. Por
ejemplo, después de ver la ridícula “Sherlock
Holmes” – the movie con Robert Downey Jr. y Jude Law en los papeles
principales. Canela en rama.
Vale que el ex de Madonna
es un especialista en filmar paridas que parecen gustar mucho a la gente, por
la pasta que recaudan digo. Pero hasta ahora nunca había dirigido una cagada de
estas dimensiones. Cansado de hacer siempre la misma película (Lock & Stock, Rock’n’Rolla y Snatch son la misma mierda), al amigo
Guy le dio por rescatar a los clásicos de la literatura de crimen y misterio, ¡atreviéndose con el
mismísimo Arthur Conan Doyle! ¡poca broma! Hala, ahí os dejo eso, Sherlock
Holmes revisited y sin despeinarme… en dos collons!!! Una revisión del
mítico personaje en clave Ritchie, o sea, con cantidad de hostias, carreras a tutiplén,
estética de videoclip de los Prodigy, y actores malos, de eso que no
falte. No es necesario ni hilar la historia… qué coño hilarla, ¡no hace falta
ni plantearla!, no tenéis suficiente con la somanta palos que se meten y los saltitos
esquizofrénicos a lo Bruce Lee que pegan, ¿qué más queréis so pringaos?
Y no sólo es porque
destroce el mito del archiconocido detective inglés y de su inseparable doctor
Watson, uno de los primeros iconos gays al
nivel de los personajes de las novelas de Oscar Wilde… o de Sam y Frodo de “El
señor de los anillos”. No es sólo eso. ¡Es que se caga en él! Es que Watson es
un karateka ligón y el puto Sherlock Holmes es una especie de Inspector Gadget que boxea y seduce a
las chatis. ¡Que no pué ser coño! ¡Que manera de faltarse
es esa! ¡Vete a reírte de tu madre, hombreeeee!
Si el bueno de Conan Doyle levantara la cabeza, pues… pues… la volvería a
agachar y se escondería allí donde nunca nadie le pudiese encontrar.
E insisto, no es sólo que
la peli sea mala, es que encima los actores están de puñetera pena, como si no
estuviesen implicados en sus papeles. Vale, lo sé, rectifico, Jude Law nunca
está implicado en nada… excepto en follarse tó
lo que se menea (menudo carrerón lleva el tipo). ¿Y que me decís del malo
maloso? ¿A quién carajo está interpretando Mark Strong? ¿A Lord Blackwood o a
Andy García?
En fin, otra obra maestra
del séptimo arte.
Gracias Lufthansa.
Perdónalos Arthur porque no
saben lo que hacen.
PD. ¡Horror! Ya se anuncia la secuela… ¡¡¡amos no me jodas!!! ¡Donde coño se meten
esos primos griegos, chipriotas, turcos, hindúes o de Sri Lanka cuando uno más los
necesita!
Jojojo!! Le has puesto en su sitio.
ResponderEliminarPero discrepo: lo más rosa de El Señor de los Anillos es el combinado Merry-Pipim. Mucho más plumíferos que Frodo (que al fin y al cabo no es más que un llorón asexual), y por supuesto mil veces más lilas que Sam, que es el único hombretón de toda la peli, obviando al montaraz y a los secundarios con escudo, claro.
Es verdad, en lo de Merry - Pipim tienes razón, pero respecto a Sam yo si lo veo gayer gayer, esos "señor Frodo, señor Frodo" contenían mensajes sexuales subliminales. Y ese final en el que Sam le dice llorando al sr Frodo que prefiere irse con él a los Puertos Grises, dejando a Rosita en Hobbiton ¿que te parece?... je je je. Lo de Frodo quizá tengas razón, no es más que un cagapenas al nivel de los personajes de Crepúsculo.
ResponderEliminar¿Y los de los elfos travestidos que me dices? ¿que tal?
Saludos