Los
tipos del Cuánto daño, imprescindible
blog de coñas y cabronadas varias con
el que me suelo echar unas risas a diario, decidieron colgar esta semana la fotografía
con la que ilustro el post: “las consecuencias de estar dormido mientras preparas el desayuno”. Por primera vez
en lugar de reírme han conseguido que se me pongan los pelillos de punta, al
recordarme una escena similar que aconteció hace años (muchos!!!) y que apunto
estuvo de costarme la vida (…alaaaaaaa
exagerao!!!).
Como
he dicho pasó hace un porrón de años en Granada, un día o dos antes de la
Nochevieja y en una habitación sita en algún lugar más o menos céntrico de la
capital nazarí. Hasta allí nos habíamos desplazado varios amigos del pueblo para
celebrar el advenimiento del nuevo año y, como no cabíamos todos juntos en ninguna
caseta o casa rural y tampoco era cuestión de meterse en un hotel y dejarse los
cuartos (que no teníamos), decidimos alquilar varios aparta-hoteles sitos en un
mismo edificio. A mí y a otros cuatro amigos nos tocó en suerte uno con dos habitaciones con una sola cama, un saloncito con sofá, además de una mini-cocina
desprovista de casi todo lo necesario (pero con una puta cafetera eléctrica!!!).
Como no había más cojones, nos repartimos dos chotos por cama y el suertudo de
turno al sofá.
Pues bien, a este último me quería referir. Lo he calificado como suertudo y no es exacto del todo. Lo cierto es que consensuamos que él se quedara en el saloncito por su incontenible vicio, o sea, por fumar como un carretero. Y cuando digo que fumaba mucho es mucho, ¡muchísimo!, hasta el punto de salirse del cine por puro mono o de levantarse a media noche para encenderse varios pitillos. Así que, de suertudo nada… ahora cabroooooón… cabroooooón… pues un rato. ¡Que no se levanta el menda de madrugada y entre cigarro y cigarro pone la cafetera eléctrica al fuego! ¿En que coño estabas pensado mae? ¿En asesinarnos a todos? Porque tras saltar los plomos y pegarle fuego al puto cacharro, el tipo va y se aposta tranquilamente en un rincón del saloncito, riéndose y fumando tranquilamente como si no pasara nada. Menos mal que mi compañero de habitación se despertó por el fuerte olor a humo y, jurando en arameo, primero nos levantó a todos, luego apagó el fuego y retiró la cafetera y al final abrió de par en par puertas y ventanas para que corriera el aire y se llevara consigola humareda. Y menos mal,
porque los demás no nos percatamos de nada y las habitaciones ya estaban hasta
arriba de humo.
Pues bien, a este último me quería referir. Lo he calificado como suertudo y no es exacto del todo. Lo cierto es que consensuamos que él se quedara en el saloncito por su incontenible vicio, o sea, por fumar como un carretero. Y cuando digo que fumaba mucho es mucho, ¡muchísimo!, hasta el punto de salirse del cine por puro mono o de levantarse a media noche para encenderse varios pitillos. Así que, de suertudo nada… ahora cabroooooón… cabroooooón… pues un rato. ¡Que no se levanta el menda de madrugada y entre cigarro y cigarro pone la cafetera eléctrica al fuego! ¿En que coño estabas pensado mae? ¿En asesinarnos a todos? Porque tras saltar los plomos y pegarle fuego al puto cacharro, el tipo va y se aposta tranquilamente en un rincón del saloncito, riéndose y fumando tranquilamente como si no pasara nada. Menos mal que mi compañero de habitación se despertó por el fuerte olor a humo y, jurando en arameo, primero nos levantó a todos, luego apagó el fuego y retiró la cafetera y al final abrió de par en par puertas y ventanas para que corriera el aire y se llevara consigo
Un rato después de que nuestro "salvador" hiciera todo esto, ya todos juntos en el saloncito tratando de encontrarle una explicación razonable a lo ocurrido, nuestro amigo el psicópata seguía apartao en su esquina. Con el puto
cigarro en la boca y una taza de café vacía en su mano, con una sonrisa malévola en el rostro que no se me olvidará jamás, seguía el curso de los acontecimientos como si el asunto no le fuera. Allí estaba el menda parado, sereno, observando atentamente la escena, recreándose, como quien mira satisfecho el fruto de su obra...
[Kach, cabron.ni, si estás leyendo esto, ¡que
te den! (je je je)]
jajajajaja!!!! ¿¿¿Sólo fumaba tabaco ese amigo tuyo??? Porque para hacer eso se tuvo que fumar una cosa muy rica...
ResponderEliminarYo ese dia no me encontraba con vosotros, por entonces vivia en Cataluña, pero tambien me han contado, q el Katxavera tambien hizo alguna q otra cosa mas en una de las habitaciones...
ResponderEliminarO. Juntunen
jajaja Lau, pues sí, va a ser eso...
ResponderEliminar♪ ♫ stolen from Africa... brougt to America... said he was fighting on arrival... fighting for survival... (...)... woy yoy yoy,woy yo-yoy yoi ♪ ♫...
Pues por vivir en Figueres te perdiste el espectáculo Katxaverístico. ¡Menudo show! Y sí Oiva, ojalá todo se hubiese quedado en ese frustrado intento de asesinato, otras cosas que vinieron después fueron peores (¡¡¡¡Que se lo preguten a PdellaK!!!!).
ResponderEliminarNäkemiin.