El
otro día leí como Nacho Escolar se reconocía un demócrata trasnochado, al no estar de acuerdo con las ejecuciones extrajudiciales. En esa misma línea,
Iñaki Gabilondo en su videoblog, se
cuestiona el que la liquidación de Osama Bin Laden haya sido calificada por
casi todo el mundo como "una noticia excelente". Y no les falta razón a ninguno
de los dos.
No seré yo quien se ponga a defender al malo de la película, pero
no creo que haya mucho que celebrar en todo este asunto. O sea, que sí, vale, lo
acepto, que el amigo Osama es la más perfecta encarnación del mal, un sujeto
con el diablo bajo el turbante, el hombre del saco que vaga por las calles
cuando ya ha anochecido en busca de niños extraviados para llevárselos a su
cueva… todo okay… pero tíos ¿no se
merecía un juicio justo? O sea, ¿no se supone que es eso lo que nos diferencia de
los malosos? Eso de la tutela judicial
efectiva y demás chorradas que enseñan las facultades de derecho de medio mundo
(incluyendo las americanas).
Pues parece que no, ahora ya no es así. Corren nuevos
tiempos en los que se impone el modelo Juez
Dredd o Mr. Freedom. Ese en el
cual hemos de aceptar como normal que los Seals -esos tiarrones armados hasta los dientes que a poco que se
parezcan a como nos los muestra Hollywood hay pa’ acojonarse- se planten en la casa familiar de los Bin Laden y
la emprendan a tiros contra todo bicho viviente. ¿No hubiera sido mejor
detenerlo y llevarlo ante un juez? Más aún conociendo como conocemos que el tío ni siquiera iba armado. Joer, si
hasta a Timothy McVeigh, el del atentado de Oklahoma, aquel que confesó haberse
cargado a 168 personas en un edificio oficial…¡el puto Tim McVeigh! …con un
pepino que ocasionó heridas de todo tipo a más de 500 personas… ¡el fuckin’ McVeigh!... ¡hasta él tuvo derecho
a un juicio en el cual pudo defenderse! Pero Osama no… Why not Mr. Obama??? Tendremos que aceptar que Tim McVeigh era malo,
incluso muy malo, pero no tanto como Osama Bin Laden. Porque hay que ser realmente
malo para que te mate el Premio Nóbel de la Paz.
Respecto a la fotito con la que ilustro la entrada, no comment. Ahí tenéis a la plana mayor del país de las barras y estrellas
asistiendo en vivo y en directo al fin de Bin Laden. Cualquiera diría que
estaban presenciando el Barça – Madrid.
Hacían zapping entre el Barça-Madrid y la operación de caza a Osama. Cuando se iban al fútbol, le decían a los seals que no le matasen todavía.
ResponderEliminar...pues oye, visto lo absurdo de las explicaciones oficiales, hasta esa podría valer.
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