“Su voz fue un llanto omnipresente en nuestro mundo
electrónico. Sus rasgos afilados, su aspecto majestuoso y su forma de moverse
se han grabado intensamente en el paisaje de nuestra mente. Bob Marley nunca
fue visto. Fue una experiencia que dejó una huella indeleble en cada encuentro.
Un hombre así no se puede borrar de la mente. Él es parte de la conciencia
colectiva de la nación.”
Palabras pronunciadas
por Edward Seaga, Primer Ministro de
Jamaica, durante el funeral de estado oficiado tras la muerte de Bob Marley,
tal día como hoy 11 de mayo, pero 30 años atrás. Tan sólo tenía 36 años cuando
fue vencido por el cáncer y sus últimas palabras, dedicadas a su hijo Ziggy (con
él en la foto) fueron aquello de “el
dinero no puede comprar la vida”. Gran verdad, ni eso ni el amor, aunque
ayude.
"…cap
gran veritat serà revelada quan es faci
clar"
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