Dawes son magia sobre el escenario

Me he pasado toda la santa noche sin dormir pensando en todo lo acontecido. Incapaz de pegar ojo por las emociones vividas en lo que, puedo decir, ha sido uno de los conciertos más maravillosos a los que he asistido y probablemente asistiré en mi vida. Y es que es en estas ocasiones cuando te das cuenta de la importancia de la música en tu vida. Magia, capaz de transportarnos a otros parajes, a otros tiempos, capaz de aliviar la nostalgia o avivarla, capaz de devolverte sensaciones, escalofríos, sentimientos escondidos, capaz de hacerte olvidar las miserias cotidianas... Joer, ¡¡¡que regalazo el de los Dawes anoche!!! Cuatro animales que entraron durante más de una hora en un estado de gracia donde las guitarras, las armonías vocales, las melodías y las letras de sus canciones iban directas al alma del numeroso público allí congregado. Gracias, gracias y mil gracias. No puedo decir nada más. Aún tengo los pelillos de punta.


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PD. Siento que el post sea tan escueto, pero me declaro incapaz para expresar lo que anoche viví y sentí gracias a esta extraordinaria banda californiana. Si existe un Dios espero que los guarde y cuide en su regazo.

PD. II. Incluso el telonero puso su granito de arena. Un cantautor melenudo de nombre Robert Ellis dotado de una preciosa voz, con unas tonalidades y una cadencia que retrotraen al sonido de los grandes de la música de raíces norteamericana.

PD. III Y por la gloria de vuestras madres, si podéis acudir a verles no dejéis pasar la ocasión.