jueves, 8 de marzo de 2012
Sonny, sus Sunsets y el Lluís Vives
Hace casi dos años vi a Sonny, sin sus Sunsets, en una conocida tienda de discos y memorabilia de su ciudad natal. Apenas sabía nada de él, raro, ya que el amigo Sonny Smith, así se apellida el tipo, viene a ser uno de los escritores, opinadores, compositores y cantantes más interesantes de San Francisco. Eso y que en aquel momento ya contaba en su haber con interesantes creaciones como solista, como por ejemplo “Fruitvale” un buen álbum de rock & roll sesentero que fue publicado en el año 2006. Pues bien, os he de reconocer que, pese al desconocimiento o quizás gracias a el, no me costó dejarme llevar al huerto con su nada original propuesta musical. De ahí que, al conocer de la existencia del “Hit after hit”, su última publicación, corriera a descargármelo.
Cuento todo esto porque el pasado lunes (sí, el lunes, ya lo sé) Sonny & the Sunsets actuaron for free en el Colegio Mayor Lluís Vives. Y a pesar que su álbum “Hit after hit” me gustó mucho, la defensa en escena me pareció cuando menos deficiente. Un tanto descentrado, más preocupado por divertir al público (¡y a fe que lo hizo!) que de tocar/cantar bien, el concierto fue un pelín peñazo. Y sí, ya sé que la banda venía en cuadro, ausente la facción femenina y también que el respetable, mayormente, salió satisfecho. Pero para un servidor fue todo bastante decepcionante. Y eso que, como os he comentado alguna vez, el mero hecho de acudir a un conciertillo (¡y más si es gratis!) ya me predispone a salir satisfecho del evento. Que se le va a hacer.
Por cierto que, antes de acabar, voy a romper una lanza en favor del Colegio Mayor Lluís Vives, el principal responsable de que en esta ciudad se pueda asistir a conciertos de nivel y a otro tipo de manifestaciones culturales, de una forma totalmente gratuita. Y es que, según parece, este centro tiene las hora contadas. Según ha anunciado la Universitat de València, el Colegio Mayor Lluís Vives cerrará el próximo mes de julio. Inicialmente se dijo que el edificio pasaría a ser una residencia de investigadores, si bien un tiempo después y ante la falta de presupuesto, se afirmó que allí se situaría el emplazamiento temporal de los despachos de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Lo gracioso es que los profesores se han negado y además, según se desprende de las cuentas de la institución, no existen recursos suficientes para ello. Aunque me da igual la excusa que den. Por muy bien fundamentada que estuviera carecería de importancia. Porque lo cierto, lo grave, lo duro, lo incomprensible, es que con el cierre del Lluís Vives esta ciudad pierde algo grande. Un edificio que no solo era un hogar para estudiantes y profesores, sino además el lugar en el cual se incluía una maravillosa capillita – auditorio en la cual se desarrollaban alrededor del sesenta por ciento de las actividades culturales de la Universitat de València. En fin, no sé de que me extraña, el cierre del Colegio no es más que otra aberración cometida en un territorio ya insensibilizado ante este tipo de cuestiones. Con todo y con eso, como sé que sois gente de bien, aquí os dejo un enlace para que firméis contra el cierre. y sí, yo también pienso que no servirá de nada, pero al menos el derecho al pataleo que no nos lo quite nadie.
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