martes, 8 de mayo de 2012
Estuvimos en el SOS 4.8
A ver, sin mayores prolegómenos voy a entrar a matar: El festival SOS 4.8 Estrella de Levante fue bastante decepcionante. Al menos para mí y desde luego en lo que a música se refiere, que es para lo que un servidor se gastó los cuartos y se desplazó hasta Murcia “quehermosaeres”. Porque sí, la organización era muy buena, la ubicación ideal, el entorno más que chulo (Murcia es más bonita de lo que recordaba) y la compañía inmejorable (Monsieur Ivano, that's for you), pero lo que es la chicha de cualquier espectáculo de este tipo, o sea, ¡la jodida música! lo que al final da sentido al evento, pues que queréis que os diga, dejó bastante que desear. El caso es que los propios organizadores ya insinuaban esta circunstancia en sus promocionales, recitando aquello de "vendrás por las bandas y volverás por la gente" or something like that, pero bueno, no debí darme por enterado. Ya lo sé para el año que viene. Porque no descarto volver, pero eso será si el elenco de bandas mejora y también si los organizadores y el resto de empresillas que viven directa o indirectamente de la celebración de este evento se replantean seriamente la política de precios (¡una caña dos pavos y medio... un cubata de garrafón 7,5!!!) ¡Qué la crisis nos afecta a todos, chicos!
Lo cierto es que el cartel, de entrada, ya me pareció discretito. Pero es que después de estar allí y padecer las “desapariciones” de última hora, aún me pareció peor. Entre viejas glorias venidas a menos, grupos nacionales de dudosa reputación inexplicablemente venerados por demasiada gente y otras bandas que no estuvieron a la altura de las circunstancias, la cosa quedó bastante pobre. Tal vez si la organización, en lugar de echar el resto por traerse a Pulp (más acabaos que las maracas de Machín), se hubiese preocupado en firmar a cuatro o cinco bandas menos divinas pero en mejor forma, la cosa hubiese cogido otro color. Pero bueno, eso ya no lo sabremos nunca. Respecto al tema de las cancelaciones inesperadas, ¿pues que queréis que os diga?, si de lo poquito realmente interesante que había se te caen tres o cuatro grupos, entre ellos dos pesos pesados de la electrónica como Sebastian o muy especialmente Feed Me, uno de los máximos representantes de esa cosa llamada dubstep tan difícil de escuchar por estos lares, pues apaga y vámonos.
En fin, a lo que iba…
La jornada del viernes estuvo bastante mejor que la del sábado. Y eso que por imponderables que no viene al caso explicar, nos perdimos a los Magnetic Fields en el Auditorio y tan sólo pudimos escuchar de lejos las tres últimas canciones de Nacho Vegas en el escenario principal. Una lástima que sólo quedó compensada porque, aprovechando el lógico desplazamiento de la peña entre concierto y concierto, nos pudimos colocar en una magnífica segunda fila para disfrutar del que, posiblemente fuese el mejor show del festival SOS 4.8: el de los Kills.
Sobre un fondo de piel de leopardo y flanqueados por cuatro misteriosos percusionistas que actuaban como autómatas, los tipos se metieron al respetable en el bolsillo con su particular fórmula rockanrollera, garagera y hasta punkarra. La Mosshart es un torbellino sobre el escenario, baila, chilla, se contonea, seduce con la mirada… la tipa es una pasada y tiene un magnetismo que encandila hasta al más pintado. Además existe una más que evidente sintonía con su compañero de correrías, Mr. Jamie Hince, que le hace mucho bien a su música y al espectáculo… Y así fue como, entre vaciles mutuos y ciertas poses macarrillas cara el respetable, nos expusieron su repertorio, centrado en su último álbum “Blood Pressures” con alguna meritoria incorporación proveniente de discos anteriores como el muy coreado “Fuck the People”. Concierto cortito pero intenso. Maravilloso.
Del resto de lo acontecido el viernes os cuento que no me gustaron los Friendly Fires, pero reconozco que no les presté excesiva atención; tampoco me gustaron - de hecho no me gustan ni enlatados- el Grupo de Expertos Solynieve; ni unos terminales Pulp (de los que nunca fui fan, más allá del archi-tarareado “Common People”); y encima me perdí a Gossip a quienes tan sólo escuché a lo lejos, aunque tampoco me importó, soy de los que piensan que más allá del “Standing in the way of control” y en menor medida “Heavy Cross” no hay mucho más que rascar. Y si encima la tipa se arrancó con una versión de Whitney Houston, pues que os voy a contar… Esa hora y pico la aproveché mucho mejor viendo, oyendo, botando, gritando, o sea disfrutando como un enano con los Buraka Som Sistema. Porque la actuación de los portugueses fue otro de los platos fuertes del festival. Una gratísima sorpresa para un servidor que, a priori, pensaba que no había vida más allá del wegue wegue. Cuan equivocado estaba y cuánto me alegro de que ellos mismos me lo mostraran con su energética puesta en escena. Fin del viernes… borrachera con “sfumato” dei biglietti di cinquanta incorporada… taxi… i a dormir a casa valent!!!
El sábado era el día de Mogwai, actuación esta que, por sí sola, ya hubiera justificado el viaje hasta tierras murcianas o donde hiciera falta. Sin embargo, pese a las enormes expectativas que tenía puestas en ello -y pasando por encima de las enormes críticas que sobre su concierto he leído a otros eminentes bloggers- el show de los escoceses me pareció deficiente… y corto, muuuuuuuuuuuuuuy corto, aunque eso ya me lo esperaba. A ver, me explico, su sonido es apabullante, cuando se ponen suenan épicos… el problema es que a veces, ¡demasiadas!, no hay épica sencillamente porque no hay sonido… Entre canción y canción cortes de varios minutos para enredarse en solucionar cincuenta y dos mil detallitos técnicos súper importantes que el resto de los mortales somos incapaces de percibir, pero ellos sí ¡oh dioses de la música! Joder que plastas!!! Que manera de dar por el culo… Y es que, con todo lo que me gustan –¡una de mis bandas de referencia!-, o quizás justamente por eso, acabaron por sacarme del concierto. Y en eso le tengo que dar las gracias muy especialmente al dueto formado por John Cummings, el guitarrista "tecloso", y a don Barry Burns, teclista, flauta, guitarra y tocapelotas profesional. Vamos que de no ser por el foso que nos separaba del escenario, custodiado por unos neonazis ciclados con cara mala hostia, por mis pelotas que salto al escenario y les pego una patada en el culo que no se sientan en un año. La otra cara de la moneda fue la actuación ultra profesional de Martin Bulloch, el batería, un auténtico crack. De Stuart Braithwaite tan sólo puedo decir que es un risitas simpaticón, de Dominic Aitchinson que ni siente ni padece –y visto lo visto casi se agradece- y de Luke Sutherland, el negrata que pone la voz (y el violín) en algunas canciones, pues como ni siquiera forma parte de Mogwai no digo ná. O bueno sí, voy a decir otra cosa, pero no del amigo Luke sino de Mogwai en bloque: el divismo que destilásteis no os queda bien. Eso no es lo vuestro chicos, se siente. Os pongo como ejemplo a los Explosions in the Sky, otros grandes del post-rock a quienes vi no hace tanto, en una actuación memorable… “hola, somos Explosions in the Sky… venimos de Texas… preparaos para volar" y Santas Pascuas. Después de eso más de hora y media de ruido sin concesiones y sobretodo ¡¡¡sin parones!!!… ¡que esto es post-rock coño! ¡Exige continuidad! En fin… Ah!... eso sí... la versión "reventada" del "Rano Pano" fue i m p r e s i o n a n t e .
Ese mismo día a primera hora y aún bajo la lluvia, actuaron Yuck, quienes a pesar de los inconvenientes supieron salir muy bien del envite. Muy sólidos y consistentes, con momentos de lucidez guitarrera y siempre evocando a los dioses del Panteón del shoegaze, The Jesus and Mary Chain, consiguieron el aplauso generalizado del respetable. Además en algún que otro corte me recordaron al gran J. Mascis y a sus Dinosaur Jr. lo que no es moco de pavo. Lo dicho, bastante, pero bastante chulos. Es más, quede tan contento que hasta les compré una camiseta (¿o eso fue el día antes?.... joer como están las cabezas). Luego cambiamos de escenario para ver y medio disfrutar con El Columpio Asesino con sus “Diamantes” y su “Toro”, para después otear en la lejanía a unos aburridísimos Flaming Lips, en un escenario principal abarrotado por seguidores de Love of Lesbian… wtf!? Pero antes de darle caña a los de Sant Vicenç dels Horts, hablaré de La Casa Azul y su innegable a la par que incomprensible tirón entre gentes de todo tipo y condición (como mi amigo Iván, vaya usted a saber porqué). O sea, no es que el Milkyway éste sea malo y casposo, que también (io credo), es que encima ¡todas sus putas composiciones son iguales! Un caramelito de fresa que de tan dulce produce arcadas. Infumable en grado sumo. Eurovisivo al máximo. Pero allí estaba la peña dándolo todo, bailongueando como si no hubiera un mañana. Incluido Joaquín Reyes que también andaba por allí después de dar una charla-conferencia sobre nosequé. …y luego están Love of Lesbian ¿Qué queréis que os diga de estos mendas? ¡Pero si sus canciones parecen la versión indie de Sergio Dalma! Maaaaaanda caralho. Y en el espacio Estrella de Levante ni se cabía. Todo lleno de tías y de miembros del "club de fans de John Boy".. joer que país… joer que mundo… joer que universo…
--------------------------------------------------------------
Y así fue como se evaporó la edición del SOS 2012, el año de la crisis total, lo cual se notó en una menor afluencia de público que en anteriores ediciones. Aún así asistió muchísima peña y no creo que los organizadores se puedan quejar. El año que viene más y espero que mejor...
Así son las cosas y así se las hemos contado.
Etiquetas:
Buraka Som Sistema,
conciertos,
El Columpio Asesino,
Flaming Lips,
Friendly Fires,
Grupo de Expertos Solynieve,
La Casa Azul,
Love of Lesbian,
Mogwai,
música,
Pulp,
S.O.S.,
The Jesus & Mary Chain,
The Kills,
Yuck
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario