A
ver, cortita y al pie. “Conminados” por los organizadores del
evento, a las 21:30 ya estábamos
frente al escenario de El
Loco
prestos a ver el show
de la banda de Zequi. Un
veterano del Vietnam curtido en mil batallas, que venía a
presentarnos su nuevo álbum titulado “Remember”. Y
es que es verdad. Los teloneros también se merecen una oportunidad.
Y se la dimos. Vaya si lo hicimos.
La
propuesta musical
del
amigo Ezequiel es una
suerte rock
de corte americano (del
de toa la vía),
con voces
roncas,
guitarras afiladas y
demás fanfarria,
más o menos bien ejecutado pero
con cierta tendencia al tedio. Y
lo de tendencia al tedio es una forma suave de expresarlo. Los que
estuvieran anoche en El
Loco
me entenderán perfectamente. En fin, que no
voy a explayarme mucho
más
en el asunto, pero para
finalizar os diré
que la actuación de
Zequi Band fue
la
definición gráfica
de lo que viene en
llamarse
un quiero y no puedo.
Eso
respecto
a la banda murciana,
porque lo de Whybirds fue un
no sé si quiero, ni si puedo,
pero
esto
es lo que hay.
Si
los primeros eran aburridos que decir de estos últimos.
Maedeusinyor!!! ¿No
os ha pasado nunca eso de poner un disco a sonar y que parezca que
todo es una única canción, larguísima y cargante? Pues esa
sensación es la que tuve ayer noche con la banda de Bedford.
Soporífero es poco. Y
sí, vale,
suenan correctos, deben ser buenos músicos, no lo discuto, ¿y qué? ¿Que
son
una suerte de Drive-by Truckers británicos?
Poj
wenno...
¡Pero
unos
DBT aburridos
de
pelotas!
Como
si los chicos de Patterson Hood dieran un concierto de seis
horas en el que sonara una y
otra
vez
“Gravity's Gone”... ¡y sin gracia ninguna! Epatante. Y eso
que comentan
por
ahí de
que
Whybirds suenan
como si
Pearl Jam y los Allman Brothers se
fusionaran... si hoooomeeeeeeeeeeeeeee!!!
...no
way!
¡Pero ná de ná!
Decepción mayúscula.
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