En
una de mis últimas entradas me referí a un artículo del escritor boliviano
Edmundo Paz Soldán para El Boomeran(g). Reconozco no haber leído ninguno de los
libros de Soldán, lo que no quita que visite habitualmente su blog literario,
además de hacer caso de sus recomendaciones. Precisamente una de sus últimas entradas
va sobre Seth, nombre artístico adoptado por el canadiense Gregory Gallant, un frikazo
que va por la vida ataviado como un gangster del Chicago años 20. A pesar de ese punto
excéntrico, podemos considerar a Seth como uno de esos genios contemporáneos a los que alguien debería
financiarle una película basada en alguna de sus historias. Un brillantísimo
dibujante e historetista al cual debemos algunas de las mejores obras del que
cada vez más gente considera como el noveno arte.
Mi
acercamiento al universo Seth fue hace relativamente poco y medio por error. Un amigo me
recomendó un cómic que le había encantado, pero yo debí de escucharle mal, por
lo que acabó en mis manos un ejemplar de “La vida es buena si no te rindes”, la
primera novela gráfica del de Ontario. En ella ya se pueden apreciar las líneas
básicas que van a definir su peculiar estilo: ese gusto por la nostalgia, el
intimismo y una tristeza sutil que lo embarga todo. Y lo que es más curioso, la
evocación poética de un pasado mejor y esa mirada gris hacia el presente, que se
nos presentan a través de un dibujo bastante amable, detallista, arquitectónico
y con un colorido escaso en el cual nunca se utilizan más de tres tintas
por viñeta.
“La
vida es buena si no te rindes” está dedicada a su madre, “a quien le
oí muy a menudo el título de este libro”. Supongo que esta frase tiene un
valor universal, dando igual que estemos en Canadá, en EEUU o en Valencia. Es lo típica que cualquier madre del mundo le suelta a su hijo para motivarle, que se sacrifique y así alcance sus metas y sea feliz. A nadie se le escapa que la frase, por sí sola,
encierra una mirada melancólica hacia el pasado. Y es que la historia que se
nos cuenta va de eso precisamente. Seth describe su búsqueda compulsiva de un
semidesconocido dibujante de tiras cómicas que colaboró en la revista New Yorker
antes de desaparecer sin dejar rastro. Una ardua tarea que le llevará a adquirir
y repasar cientos de libros y revistas viejas, con la esperanza de tener en sus
manos todos los testimonios habidos de la vida de este dibujante. Pretenderá con
ello darle sentido a su vida y obra, lo cual conseguirá,
reconstruyendo la carrera del misterioso ilustrador.
Debido
al grato sabor de boca que me dejó este álbum, me agencié una copia
de “George Sprott: 1894 – 1975” .
Y he de concluir que este es incluso mejor que el anterior. Estamos ante un falso
documental, en forma de cómic, sobre la vida de un veterano
presentador de un programa de aventuras árticas emitido durante más de 30 años
por una televisión local. Seth va reconstruyendo la historia de Sprott a través
de las opiniones de aquellos que lo conocieron en vida y quienes trabajaron con él.
Su juventud aventurera, sus traumas familiares, sus inquietudes intelectuales… Todo ello se nos va desvelando a través de viñetas con diferentes formas y tamaños. Una gran novela gráfica, no
tanto por lo que se nos cuenta, sino por como se cuenta.
Y
por último llegamos a “Ventiladores Clyde”, curiosamente la primera obra de
Seth traducida en España. Se trata de un libro precioso estructurado en dos
partes, en las que vemos el auge y el declive de una empresa de ventiladores
sita en Ontario, el escenario en el cual se desarrollan todas sus historias. La
primera parte esta protagonizada por uno de los hermanos que
regentaban el negocio, ya jubilado y semiarruinado. Se trata de un triste
monólogo en el cual se lamenta ante las oportunidades perdidas para la
compañía, para sí mismo y, sobre todo, para su hermano. La
segunda parte se desarrolla unas décadas antes, con la empresa a
pleno rendimiento. En esta ocasión el narrador es el otro hermano, un viajante de
comercio fracasado. Este episodio es todavía más duro que el anterior. Es la
historia de un fracaso vital en primera persona. Aquel que
ve como la vida se le va de las manos y es incapaz de agarrarse a ella. Comentando
el libro con un amigo, me apuntó una interesante diferencia entre las dos
partes. Mientras en la primera se cuentan muchas cosas, pero no pasa prácticamente
nada, en la segunda se nos cuenta poquísimo pero pasa mucho. Es cierto, como
también que el poético y alienado deambular del segundo hermano por la ciudad, recuerda muy mucho a “La ciudad de cristal” de Paul Auster.
Sin que sirva de precedente, estoy totalmente de acuerdo contigo. UN GENIO.
ResponderEliminarSirva o no de precedente, me alegro de que coincidamos sobre la genialidad de este tío...
ResponderEliminarUn saludo
Aquí te dejo el disco de Dolorean subido a rapidshare.
ResponderEliminarhttp://rapidshare.com/files/322741245/Dlrn.rar.html
No sé que les pasa a los de Megaupload,pero por lo visto pasa mucho eso de que desactiven el link temporalmente,aunque al cabo de unas horas lo hacen disponible.Auqnue como se que da mucho palo ir mirando cuando está,te lo he subido de nuevo en otro servidor y a correr.
Te gustará creo yo,no sé si tanto como el Phosphorescent,pero está muy bien,ya me dirás..
Por cierto! ya que te considero un experto en la materia,que libro me podrías recomendar en línea Kerouac,Bukowski o Fante? Este recomendación del post me la apunto que me ha parecido muy interesante,de esto no tengo mucha idea,pero una vez pillé "Inefables" de Lewis Trondheim y me pareció una maravilla que siempre recomiendo.Aquí te dejo una reseña que te explicará mucho mejor que yo cuáles son sus virtudes.
http://adrianrodriguez.wordpress.com/2009/09/14/lewis-trondheim-inefables/
Un saludo,crack de cracks y buen finde.
Ah! hostia,se me olvidab...a ver si mañana no hacéis mucha sangre con mi Zaragoza,aunque el esquema que utilizarán los maños ya lo sabéis.Con Gay de entrenador solo pueden jugar a "Pelotazo pa'rriba maricón el último" jeje.
Ya tengo Dolorean, en cuanto lo escuche te digo algo. Con que me guste la mitad que el de Phosphorescent ya sería suficiente. Es brutal, por si no te lo había dicho ya.. je je je
ResponderEliminarRespecto a Seth, si puedes agenciarte alguno hazlo, es muy bueno en serio. Y no hace falta ser un gran fan de la historieta. Este tío tiene algo diferente.
Sí, Trondheim es uno de los grandes del género, pero reconozco que no es de mis favoritos. Con todo, no guardo mal recuerdo de "Mis circunstancias". Yo soy más de Guy Delisle, Gipi, Daniel Clowes o, ya puestos, de mi amigo Esteban Hernández (cuyo link está a la derecha.. je je je).
¿En la línea de Kerouac, Fante o Bukowski?... uffff... es que los tres son muy suyos... no sabría que recomendarte. Tal vez los de la "Generación Quemada": Chuck Palahniuk, George Saunders, David Foster Wallace... o los "Canibali": Enrico Brizzi, Aldo Nove, Niccolo Ammanitti... aunque que coño, si no te has leído nada de él cójete a Cormac McCarthy, el mejor de los que nos queda vivo, aunque no se parezca a los que me has citado... je je je
Upps, y lo siento por el Zaragoza, me sabría mal que bajase a Segunda, pero visto lo de ayer, no tiene muy buena pinta...
Un saludo.