Ha muerto Paul Naschy, el
hombre lobo español, aquel al que muchos debemos buena parte de nuestra educación
cinematográfica durante la adolescencia. Ya se que eso no es necesariamente
bueno, teniendo en cuenta que la mayoría de las películas en las que
participaba Naschy son de ínfima calidad. Sin embargo, a los quince años, para
librarse del tedio, ¿que mejor fórmula que devorar cintas de terror y/o sci-fi de la peor
serie B?
El tío había nacido como
Jacinto Molina Álvarez hace ya 75 años en la capital del país. Pero cuando le
ofrecieron su primer papel protagonista, los productores le conminaron a
cambiar su castizo nombre por otro más resultón: “Como Jacinto Molina usted no
puede encabezar una película como protagonista, me dijeron, y me inventé Paul
Naschy (...) puede ser que hoy día se pueda triunfar llamándose Antonio
Banderas, pero no en aquel entonces” (Declaraciones en la SER de hace un par de
años). El caso es que el muchacho dejó sus estudios de arquitectura y su
brillante carrera como halterófilo (¡¡¡donde llegó a ganar algún campeonato!!!), y se pasó al mundo del cine, alcanzando la fama gracias a una serie de películas de terror rodadas durante
los años 60 y 70. Entre estas destacan “La marca del hombre lobo” (1968), su
debut ante las cámaras, o “La noche de Walpurgis” (1971), posiblemente el
titulo más celebrado de su extensa filmografía. Conste que también ha rodado
comedias, cintas policíacas, pelis de acción y alguna de aventuras, aunque eso
no importa demasiado, Paul Naschy es al hombre lobo como el hombre lobo es a
Paul Naschy.
Además de actor, Naschy fue guionista y director, siempre de cine
de terror y siempre en la serie B. Su filmografía alcanza la cifra de casi cien películas rodadas, aunque eso no le bastó
para ser reconocido en España. Ya se sabe que nadie es profeta en su tierra,
por lo que Naschy tuvo que triunfar primero en los EEUU y después en Japón, para que mucho después, ya bien entrados los 80, los españoles reconociéramos al licántropo
por excelencia. Al final de la corrida llegaron a nombrarlo Presidente del Círculo de Escritores
Cinematográficos y lo más importante, se le concedió la Medalla de Oro al
Mérito en Bellas Artes. Hasta su muerte, anteayer y debido a un cáncer, siguió
a pie de cámara. De hecho todavía no se ha estrenado su última aportación al
mundo del cine, “La herencia de Valdemar”, anunciada para principios del 2010.
En fin, tanta paz
lleves como descanso dejas. Lo digo por sus víctimas cinematográficas, no se a
la de chatis que el hombre lobo Naschy habrá perseguido… je je je.
No hay comentarios:
Publicar un comentario