Y no lo digo por la
archiconocida novela del malogrado Arthur C. Clarke, adaptada para la gran pantalla por el irregular Peter Hyams, sino por mi propia experiencia personal
durante el último vuelo. Como os dije ayer, ¡menuda paliza de viaje de vuelta! ¡¡¡La
hostia puta!!! Y eso que para amenizar mi día y medio (largo) de regreso on board desde San Francisco hasta
Valencia -con paradas obligadas en Washington y Zurich- me concentré en la
lectura de una novela y en el visionado de una película para quinceañeros
programada por el canal Economy class de
la United Airlines. Como diría el
tipo duro protagonista de cualquier americanada “vayamos primero con las malas noticias”.
Los amigos de la UA tuvieron a bien en pasar, entre otros
míticos títulos de la historia universal del cine, “Paranormal Activity”. Un film dirigido (o como se le llame a lo que el tipo
hizo) por el amigo Oren Pelli... A partir de ahora conocido entre nosotros como Oren
PellideMerda. Un peliculón en el
cual una joven pareja de clase media, es atormentada por un espíritu
demoníaco que parece habitar en su propia casa. Después de varios años viviendo juntos, sin novedad digna de mención en lo que al comportamiento de la casa se
refiere, de golpe a repente comienzan a surgir fenómenos paranormales a toda hora. El caso es que no se porqué cojones me decidí a ver este bodrio y no
elegí “Cars” o “El soplón”, que también venían ofertadas en el menú. O si lo sé. Debido a que
alguien tuvo a bien recomendarme esta película. ¿Pero porqué? ¿Qué le habré
hecho yo? ¿Qué fue tan grave para merecer esta venganza? ¿Qué clase de
sadismo emana de alguien que es capaz de recomendar a sus amigos semejante cosa
mierdosa? Un bodrio inverosímil a más no poder. No hay por donde agarrarla.
Es imposible salvar nada de la quema… ¡Y es que es mu mala joder! Al menos los hideputas de los productores le podrían
haber echado valor titulándola con un nombre más acorde a lo que se nos muestra:
“The Blair witch Project. Part. III”, o
simplemente “Shit”… O mejor aún “Supershit”… ¡¡¡No no, “Megashit”!!! En definitiva, super recomendado que vayáis a verla.
La noticia buena es el
descubrimiento tardío de un magnífico escritor llamado John Irving, a través
del maravilloso mundo de T. S. Garp. “El
mundo según Garp”, mi primera y seguro que no última incursión en el
universo de este escritor nacido en New Hampshire en 1942, es una chulada de historia
protagonizada por un excéntrico personaje. Concebido en
circunstancias harto peculiares, se abrirá paso en la vida hasta convertirse en
un respetado escritor a la par que polémico opinante en cuestiones relacionadas
con el feminismo, lo cual, en última instancia, determina su muerte a
manos de una fanática activista. Pero es que la novela es bastante
más que eso. Una narración trufada de acontecimientos hilarantes entrelazados
con momentos de gran dramatismo que consiguen que nos encariñemos con este comediante,
mitad escritor y mitad luchador (¡de lucha libre!), y su peculiar visión del
mundo. Esta perfecta alternancia entre risas y lágrimas es la que me hace
recomendaros, esta vez en serio, esta deliciosa e imprescindible novela. Aclamadísima por la crítica y con gran éxito de ventas tras su aparición allá por el año 1978. Hasta
el punto de que John Irving pudo abandonar su labor docente para dedicarse plenamente a la escritura. La novela incluso fue llevada al cine, con Robin Williams en el papel protagonista (¿?) bajo la dirección de George Roy Hill. No lo sabía hasta la hora de redactar este post, por lo que intentaré verla en breve... Pese a la inexplicable participación del “hombre bicentenario”. Miedo me da...
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