Fin de semana loco en lo
musical. Un festivalito que coincidió con que el pasado viernes era festivo para
los residentes en la capital del Turia. Aprovechando esa circunstancia, los
programadores de las salas de conciertos de Valencia nos planificaron un fin de
semana repleto de actuaciones musicales. Para comenzar, en un mismo día vimos a
S. , el proyecto musical de una ex –
componente de Carrissa’s Wierd, a los
Grand Archives y después,
aprovechando que en una sala cercana se celebraba la presentación del Surf-O-Rama 2010 con el genial Daddy-O-Grande de Los Straitjackets, pues allí que nos fuimos para rematar la faena.
S.
están muy bien. Y eso que, tengo que reconocerlo, desconocía que tras ese enigmático
nombre se encuentra la amiga Jenn “Ghetto” Champion, con la que además pudimos conversar tranquilamente
al final de su actuación. Se plantó sobre el escenario acompañada de otra chica
y con la única ayuda de sus guitarras eléctricas, tocaron la práctica totalidad
de los cortes incluidos en “I’m not as
good at it as you”, un álbum que traían bien calentito desde su casa -fue publicado en los EEUU este mes de enero-. Ofrecieron un concierto de corte netamente intimista,
fantástico por la calidez en los registros vocales de la señorita Champion y no
exento de algún que otro alarde con la guitarra. Suavecito, eso sí.
Inmediatamente después se
subieron al escenario Grand Archives,
confirmando así el idilio que los de Seattle mantienen con la ciudad de Valencia,
a la que ya han acudido en dos ocasiones en apenas un año. Muy raro por estas
tierras de escasez, en lo que a ilustres visitantes se refiere. A pesar de que
su último álbum es “Keep in mind
Frankenstein”, publicado durante el pasado año, se decidieron a rescatar las
canciones incluidas en su disco de debut, el magnífico “The Grand Archives” del 2008. Todo un acierto, desde mi punto de
vista. Y no es por desmerecer las últimas composiciones de Matt Brooke,
simplemente es que su primer disco era tan bueno que, lo queramos o no,
ensombrece todo lo posterior. Esperemos que con tiempo de descanso y reflexión
los Grand Archives consigan, al menos,
igualar su particular “disco blanco”. El único pero que cabe oponer a su
actuación, guarda relación, precisamente, con la voz de Mr. Brooke. Como él mismo anunció al comienzo, venía afónico
del bolo en Madrid. Y al tratarse
de un grupo que basa gran parte de su “éxito” en la preciosa voz del vocalista, obviamente la actuación se resintió. Una pena, la verdad.
Con todo, se sobrepusieron de alguna forma a la circunstancia y ofrecieron un buen
espectáculo. Si encima luego se enrollaron de la hostia, bajando a
charlar con el respetable, poniéndonos al día de sus
inquietudes sociales, culturales, políticas y hasta deportivas, pues todavía
mejor. Así pues chapeau a los Grand Archives. De nuevo.
Supongo que debido al
problemilla de salud del señor Brooke, el show acabó antes de lo esperado.
Eso unido a que el amigo Daddy-O-Grande,
y sus amiguetes los Twin Tones,
comenzaron a tocar bastante tarde en una vecina sala de conciertos, nos
permitió asistir a la parte final de la actuación del genial líder de Los Straitjackets. Entre eso, que no se
como coño lo hicimos pero entramos por el gañote, que servidor iba bastante
perjudicado y que tocaron alguna versión del puto Link Wray, el final de la velada fue la hostia. O como
dirían ellos “estuvo muy chingón”.
Por cierto que esto fue el
sábado. Para el domingo dejamos a Cracker. Y tenía serias dudas sobre si acudir o no a verlos. El motivo: Ese mismo día por la
mañana, cientos de tambores atronaban en mi cabeza. Pero a medida que
transcurría la jornada, como por arte de magia, el dolor de cabeza fue desapareciendo,
así que, vuelta a empezar. De teloneros iban los Euro-Trash-Girl, banda valenciana cuyo nombre rinde homenaje a una
de las composiciones más conocidas de la banda capitaneada por David Lowery. Y
me gustaron. Sonaron muy, pero que muy bien. No les conocía más que por una
canción, pero, más allá de las posturitas de estrella del rock que se gasta el guitarrista principal, me parece que su
repertorio (también la puesta en escena) es bastante interesante. Introducir un pequeño apunte crítico. Es cosa mía, lo sé, pero cada vez que escucho
alguna banda de rock nacional con
vocalista femenina que canta en inglés, me vienen a la mente Dover. Sobre todo cuando, por momentos, la
voz en directo de la cantante de Euro-Trash-Girl
se acerca muchísimo a la de la pequeña de las hermanas Llanos. Y eso no es
necesariamente bueno. Por encima de eso, hay que reconocerles que dejaron bien calentita la sala y con el
personal preparado para disfrutar de los cabeza de cartel.
Muy meritorio, teniendo en cuenta que era domingo (para algunos de resaca). El peor día para disfrutar de este tipo de eventos.
El caso es que cuando salieron Cracker aquello se vino abajo. He de decir que nunca he
entendido la fidelísima legión de fans que la banda atesora en Valencia. Y no lo digo por que no se lo merezcan,
simplemente me asombra que eso, aquí, pase con poquísimas bandas y que una de
ellas sea precisamente Cracker. Que
siendo buenos no son los Rolling Stones,
y siendo populares tampoco son Nirvana.
Bien, el caso es que ahí estaban los tíos, actuando en Valencia por segunda vez
en cuatro días, para gozo de sus incondicionales, capaces de corear los estribillos de todas sus canciones sin excepción. Sonaron muy potentes y según cuentan las crónicas “muy profesionales”. O sea bien. Hicieron un concierto en el cual se centraron en su faceta más country-rock, algo que le vino de perlas
a su actual bajista, Sal Maida, cuya voz es perfecta para ese tipo de
sonoridades. De ahí hasta el final, fue un alarde de solidez y tablas sobre un
escenario. Los tíos se lo curraron de la hostia durante dos horitas -que se dice pronto-,
con el paripé de los bises incluidos. Así que, a pesar de todos los pesares, entre los que no he
mencionado a un fan alcoholizado que
por poco si no nos jode la noche, disfrutamos muchísimo de esta cuadrilla de curtidos roqueros.
Una última reflexión ya para acabar. La
sala estaba repleta de calvos con melena. Y vale. Uno ya sabe que los acérrimos
seguidores de Cracker se remontan a
principios de los noventa y que los años no pasan en balde para nadie. Pero hombre, si no te quedan más de cuatro pelos no te dejes melena ¡¡¡so melón!!! Que sí, que ya lo sé,
que una melena a los cuarenta es una declaración de intenciones. Una pose que pretende dejar claro que se es roquero y siempre lo será, pese a
que en el día a día estés obligado a ir vestido con traje y corbata. Pero hostias, ¡que queda muy
mal! Que parecerse a Carlos Núñez no mola, joder… Que ya lo dijó algún sabios en la antigüedad: “los calvos con melena,
son muy feos y dan pena”. Amén.
Sublime crónica,macho! leyendo esto uno siente haber estado allí.Me apunto a S.porque no las conozco y Carissa's Weird,me gustaban mucho.Me alegra mucho que disfrutaras de tres conciertazos así (ya imagino tú inmensa alegría cuando escucharas versiones de Link Wray,para rematar la noche,aún con la procesión de los tambores de Calanda en la cabeza,jaja).Con Grand Archives me ha pasado lo mismo con el último disco.Es bueno,pero dejaron el listón muy alto con su primer paso,curiosamente me pasó lo mismo con Band Of Horses.Sobre Cracker,que decir...unos jefes,sólo con leer que tocaron dos horas,ya se ve de que pasat están hechos,porque hoy en día que poquitos pasan de hora y media y gracias.Lo de las voces femeninas a lo Dover,que cierto es.Y sobre lo de los calvos con melena,que descojone,jajaja,con lo fácil que sería ir con una cazadora tejana con parches o algo así,o calvo y con perilla como el pelirrojo de Cracker,que se ve elegante y todo el hombre,cuánto daño hizo el look Barón Rojo.Me quedo con la intriga de saber que hablaban de deporte los Grand Archives,porque siendo yanquis,poco fútbol no?
ResponderEliminarUn abrazo mestre.Un deleite leerte.
Los auténticos tambores de Calanda comenzaron a la mañana siguiente... la hostia puta!!! no recordaba semejante resaca en los días de mi vida!!!
ResponderEliminarPégale una oída a S., creo que te gustarán. Pillé in situ los dos discos que tienen editados, así que, si no los encuentras en la red de redes me lo dices y los intento descargar con esos cachivaches de descarga mega-guay que te gastas... je je je
Respecto a lo del basket, el que era más fanático y con el que más hablé era de los Cleveland Cavalliers, yo le dije que era de los Warriors y me dio la impresión que no eran Santo de su devoción.
Lo de los calvos con melena es que clama al cielo. No recordaba ningún concierto con semejante tropa de "leyendas del rock"... que no pué ser!!!
Por cierto, igual ya lo sabes, pero una tipa islandesa (o alemana) grabó hace unos años un disco industrial sobre la base del sonido real que había obtenido durante la celebración de "Los tambores de Calanda". Se llamaba (Silke) Apoptose y es una delicia de disco... vamos, una delicia se te van estos sonidos industrial - gótico o como carajo los llamen ahora... reminiscencias de un pasado mej... digo peor... je je je
ResponderEliminarA ver...me he quedado a cuadros con lo de la islandesa!! ya sabes que yo pasé por ese mismo pasado,jeje,así que buscaré esa paranoia sonora.
ResponderEliminarQue malas son las resacas pasados los 30,eh? jaja,yo lo que mas noto es el cansancio,al día siguiente estoy hecho una braga.
Lo de los warriors,me parece que es algo generalizado,no sé si es por la época de Sprewell y las defensas de Carlesimo o el ambiente hooligan del público que es un poco mas parecido al europeo que el resto de los yanquis (aunque tampoco son como los griegos).Alucino porque cuando empecé a seguir la NBA yo era acérrimo de los Warriors!! auqellos maravillosos años con "Cerca de las estrellas" del gran Ramón Trecet,cuando Manute Bol enchufaba triples y Mitch Richmond,Tim Hardaway y Chris Mullin (mi ídolo de la época,porque era un alcoholico recuperado) formaban el 'terrific trio'.
Lo de S. me harías un gran favor,porque no encuentro nada,pero si te da pereza,no te preocupes.
...el "TMC Run", que recuerdos tío... je je je
ResponderEliminarAh!!! y t'has dejao a Tom Tolbert dando galletas!!! ja ja ja
Por Dios!! Tom Tolbert!! jajaja.Ese tío dejaba a la altura del betúm a Rick Mahorn y Bill Lambieer en cuánto a juego sucio.Lo curioso del caso es que este hombre acabó jugando en Cajacanarias y fue máximo anotador de la ACB una temporada,jaja.Impagable su peinado ochentero con permanente incluída,por cierto.
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