jueves, 8 de abril de 2010

DBT en el Webster Hall (01/04/10)

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Como ya comenté en un post anterior, uno de los placeres ineludibles para cualquier melómano que visite Nueva York, es asistir en alguna de las míticas salas de la ciudad a un directo de una buena banda de rock, pop o lo que se tercie. El caso es que un servidor ya llevaba los deberes hechos de casa y se había estudiado la agenda de conciertos durante los días que iba a estar por allí. Y por encima de todo lo ofertado destacaba la actuación de los Drive-by truckers, en plena gira de presentación del que, para mí, es su mejor álbum en mucho tiempo: “The big to-do”. El evento se habría de celebrar en el Webster Hall, en la calle 11, un precioso teatro a dos niveles, con una sonoridad acojonante como pudimos comprobar.

Ese era el plan para el día 1 y allí que nos plantamos a eso de las 6 de la tarde (no ferem tard, no!!!). Justo en el momento que Patterson Hood y Brad Morgan por un lado, y Shona Tucker por otro, salían del recinto para darse una vuelta por los aledaños. Supongo que esa era la ocasión idónea para actuar como un fan y echarse unas fotos con ellos. Pero como soy un treintañero de vuelta de , pues casi me dio lo mismo tenerlos en frente. Vamos, ni que hubiera salido el puto Kurt Cobain renacido me hubiese acercado a mendigarles. Aunque a toro pasado, me arrepiento de no haberlo hecho… ¡la hostia puta!, ¡¡¡que pringao!!! En fin, que se le va a hacer.

Sobre las 20:00 h, salió a escena Langhorne Slim y su banda, los teloneros para la ocasión. Reconozco que no les conocía ni de nombre, por lo que su actuación supuso un gratísimo descubrimiento. Con una peculiar mezcla de alt-country, rock y jarana, el delgadito de Langhorne (Pennsylvania) nos dejó a todos con la boca abierta. Y no sólo porque tenga un puñado de buenas canciones en su haber, fácil de comprobar dándole una escucha a su último disco, sino más bien por la manera de interpretarlas en directo. Eléctrico, hiperactivo, gesticulante, en ocasiones bastante payasote… una auténtica gozada para los sentidos. Vamos que la Corde y un servidor disfrutamos como enanos y me da la sensación que gran parte del respetable también. Encima el tipo es muy majete. Nos lo demostró al final de la actuación de los DBT, cuando conversamos animadamente con él y otro miembro de su banda.

Después, sin más prolegómenos, saltaron sobre el escenario los Drive-by Truckers. Y lo hicieron para ofrecer a todos los allí presentes, un concierto de esos que podemos calificar como memorable. No exagero si digo que es una de las mejores actuaciones musicales que he presenciado en mi vida. ¡25 canciones en poco más de dos horas! Entre ellas casi todos los cortes incluidos en “The big to-do” (saltándose la magnífica “Daddy learned to fly”, el único pero a su actuación), además de incorporar otros hits extraídos de sus álbumes anteriores. No lo hago nunca, pero por esta vez voy a transcribir el tracklist para que veáis el nivelazo:

01 intro
02 The Fourth Night of My Drinking
03 Birthday Boy
04 Girls Who Smoke
05 Marry Me
06 Sink Hole
07 Drag the Lake Charlie
08 (It’s Gonna be) I Told You So
09 Get Downtown
10 This Fuckin’ Job
11 Carl Perkins’ Caddy
12 Living Bubba
13 One of These Days
14 Dead, Drunk & Naked
15 Guitar Man
16 Home Field Advantage
17 That Wig He Made Her Wear
18 Self Destructive Zones
19 Hell No I Ain’t Happy

20 encore break
21 The Flying Wallendas
22 Zip City
23 Let There Be Rock
24 Lookout Mountain
25 People Who Died

Todas ellas sonando a todo trapo en el incomparable marco del Webster Hall. Con un escenario decorado para la ocasión con numerosas referencias al mundo del circo. Una metáfora de la cual se sirve Patterson Hood para dar su visión del loco mundo del rock’n’roll, omnipresente en el undécimo disco de la banda (11 contando los directos, recopilatorios de caras y demás).

Algo digno de ser visto… y oído. C’est magnific!!!

2 comentarios:

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