Del particular mundo de Dino Buzzati y del goce que
me supone acercarme a cualquiera de sus obras, ya os he hablado, al menos, en un par de ocasiones. Y es que, pese a haberle descubierto tarde, considero al
italiano como uno de mis escritores favoritos. Esas historias que parten de la
cotidianidad para después introducirse en los senderos de lo fantástico y lo
misterioso, esos relatos aparentemente sencillos pero repletos de enigmas y
símbolos a descifrar, son una auténtica delicia.
Durante estos días de invierno me ha dado por
retomar nuevamente a Buzzati. Ha sido a través de “El Colombre”, recopilación de relatos
titulada así en España por la editorial Acantilado y que hace referencia a la
pieza con la que se abre la
compilación. Un cuento en el cual el protagonista es un
colombre, o sea un pez diabólico
al que los marineros temen más que ningún otro en todos los mares del mundo. Un
escualo terrible y misterioso, más astuto que el hombre. El bichejo escoge a su
víctima y, una vez que lo ha hecho, la sigue años y años, la vida entera, hasta
que consigue devorarla. Y lo más curioso es que nadie puede verlo si no es la
propia víctima y las personas de su misma sangre. Un planteamiento fantástico y
perturbador marca de la casa.
El
libro se compone de cuarenta y seis relatos, algunos muy buenos y otros menos
buenos, pese a lo cual el tono general es sobresaliente. Con todo, me ha parecido
inferior a aquellos sesenta relatos sobre los que colgué una entrada el pasado mes
de octubre.
Además que de colombres, esta vez Buzzati nos habla de ángeles extravagantes que proponen a Dios la creación de la especie humana, chaquetas mágicas que hacen ricos a sus propietarios a costa de los demás, niños asustadizos con los que todo el mundo se mete y que terminan convirtiéndose en peligrosos adultos, extraños fenómenos que causan la muerte a los mayores líderes del mundo, corresponsales de importantes diarios que escriben crónicas desde los infiernos urbanos o personas que adquieren el don de la ubicuidad.
Lo dicho, muy grande este Buzzati.
Además que de colombres, esta vez Buzzati nos habla de ángeles extravagantes que proponen a Dios la creación de la especie humana, chaquetas mágicas que hacen ricos a sus propietarios a costa de los demás, niños asustadizos con los que todo el mundo se mete y que terminan convirtiéndose en peligrosos adultos, extraños fenómenos que causan la muerte a los mayores líderes del mundo, corresponsales de importantes diarios que escriben crónicas desde los infiernos urbanos o personas que adquieren el don de la ubicuidad.
Lo dicho, muy grande este Buzzati.
Diníssimo.
ResponderEliminarYa me lo pasarás.
Enorme...
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