Nada es crucial

Ya estoy de vuelta. Siento mucho no haber comunicado el cierre temporal de este espacio, como venía siendo normal hasta ahora, pero es que circunstancias de última hora, un quítame allá esas pajas de larga duración y, porque no reconocerlo, la nula lógica de los vaivenes de la prima de riesgo española, me tienen más descentrado de lo habitual… Vale, okey, son todo excusas baratas. La auténtica razón es que estoy muy perro como para ponerme a escribir aun tratándose de puras tonteras, pero bueno, tampoco tengo porque contároslo todo, ¡para eso ya está Facebook!. El caso es que hoy es el día uno en el infierno laboral tras un par de semanas de vacaciones en tierras portuguesas. Compadezcanme please.

Si hago el esfuerzo de asomar de nuevo la cabecita por este olvidado y olvidable espacio, es para recomendaros mi última lectura, una gran novela que no deberíais dejar pasar. Se trata de “Nada es crucial” del onubense Pablo Gutiérrez, y supone un recorrido a través de la formación sentimental de dos personajes, Lecu y Magui “cuando sus vidas, como nuestras ciudades, estaban llenas de descampados". Una historia de supervivientes ambientada en los años ochenta, que está escrita de una forma sumamente bella y extraña. Y esto último es lo más alucinante del libro, esos continuos juegos con el lenguaje con los que este joven escritor construye puzzles narrativos donde cohabitan, en perfecto equilibrio, fondo y forma. Este Pablo Gutiérrez tiene una voz narrativa propia diferente y aunque en determinados momentos evoque a otros grandes maestros de las letras, nunca pierde su singularidad. Y es que la prosa -sí, sí, la prosa, la forma, el continente... ya sabéis- es una pasada, un espectáculo en si mismo. Creo que hasta sin una historia detrás sería disfrutable, pero es que encima nos cuenta algo, bonito por momentos, amargo en otros muchos. En definitiva que “Nada es crucial” es un muy, pero que muy, muy buen libro. Para degustar alejado de los calores que nos asedian en estas fechas. O incluso para quienes decidan incinerase al Sol como si no hubiera un mañana.

Por cierto, que no lo he dicho, si me decidí por este libro, es tras ver el nombre de Pablo Gutiérrez entre los elegidos por la revista Granta como “mejores escritores jóvenes en español” (or samzink laik dat). Bueno, por eso y por esta entrevista en "Página 2". …Y por el título… gran título, sí señor... porque nada es crucial, ni siquiera la prima de riesgo, visto lo visto.