Se
presentaban Nudozurdo por estas tierras dejadas de la mano de Dios y
lo hacían con nuevo material bajo del brazo. Se trata de la
adaptación acústica de diez de sus mejores canciones, aderezada por
una pequeña sección de cuerdas. Un interesante y nada aburrido
“Acústico” cuyo cupón de descarga se entregaba al acceder al
recinto. Sin embargo el trío madrileño prefirió recurrir a la la
electricidad en su show de anoche. Y la verdad, me pareció
un gran acierto. Y es que Nudozurdo son un enorme grupo de directo,
unos tipos capaces de darle otra dimensión a sus canciones. Unos
temas que, cuando suenan sobre un escenario son aún más oscuros,
más catárticos y desde luego muchísimo más pesados. Vamos, que
hasta sus composiciones más discretas, en vivo, pasan a la categoría
de temazos. Y no quiero decir con esto que desprecie su vertiente
acústica, para nada, pero me parece que esta versión clásica del
sonido Nudozurdo es la mejor y la que más se adapta a lo que uno
espera de ellos.
El
bolo, que fue largo, muy intenso y bastante jugoso, estuvo compuesto
principalmente por canciones incluidas en su último elepé
“Tara.Motor.Hembra” y en el Ep “Ultrapresión”. Por allí
desfilaron “Golden gotelé”, “Prometo hacerte daño”, “Dosis
modernas”, “Mensajes muertos” o las fantásticas “Conocí el
amor”, “Contigo sin ti” y “Chico promo”. Aunque también
tuvieron su espacio la reinterpretación de algunos de sus clásicos,
los del “Sintética” (“Mil espejos”, “El hijo de Dios”,
“Ha sido divertido”...) y esa maravilla de sus inicios titulada
“Dentro de él” que sonó en versión ultra extendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario