Curiosamente,
no hace mucho, discutía yo con un amigo sobre grupos de directo y
grupos “enlatados”. O sea, aquellos que son capaces de sacar
brillo a sus canciones sobre un escenario frente a aquellos otros que
no lo son. Ya sabéis de lo que os hablo, a cualquier melómano de medio
pelo le ha pasado alguna vez, te gastas la pasta en la entrada para
ver a una banda con un buen puñado de buenas canciones y luego
descubres que, por incapacidad y/o desidia, en directo son una puta
mierda. Y es que una cosa son los discos y otra muy diferente las
tablas sobre el escenario, algo de lo que Sallie Ford & the Sound
Outside no andan muy sobrados. ¿Quien me lo iba a decir a mí?
Ilusionado como iba a verles, con la entrada comprada desde hace un
montón de tiempo... ¡Que decepción mas grande!
Venían
a Valencia por primera vez y con su nuevo disco “Untamed Beast”
debajo del brazo. Un disco que, sin ser tan bueno como su debut
“Dirty Radio”, no está nada mal, incluyendo cohetazos como “Bad
Boys”, “Addicted”, “Party Kids” o “Evil”. Pero todas
ellas sin excepción sonaron de puta pena el sábado noche en Wah
Wah. La cosa ya comenzó torcida. La propia Sallie se dio
cuenta de ello, tratando sin éxito de arreglar entre canción y canción el penoso sonido que
estaba produciendo su banda. Pero lejos de
ir a mejor, la cuestión fue empeorando con el paso de los minutos y
los temas. Algunos apenas si pude reconocerlos y mira que le he
pegado vueltas a los vinilos de esta peña. Y es que allí tan solo
había un sonido de bajo y un tipo aporreando la batería como si no
hubiera un mañana que se comían todo lo demás. La guitarra secreta
de Jeffrey Munger estuvo ausente del concierto y tres cuartos de lo
mismo se puede decir de la voz de Sallie, tan solo perceptible muy
hacia el final y malamente, perdiendo los tonos y modulaciones que
hacen de su voz algo especial. Así que muy mal. Uno de los peores
conciertos a los que servidor a asistido en su vida. Una auténtica
lástima.
Ah! Que no se me olvide. Por si alguien quiere buscar una coartada fácil en el mal sonido de la sala. Ni flowers chavales, yo he visto a gente ahí sonando infinitamente mejor. Sin ir más lejos a los Viva Las Vegas, teloneros esa misma noche.
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