Aprovechando que he estado malito y por consiguiente desarrollando sesiones non-stop de mantita y pelis como no recordaba, hoy he decidido introducirme en el universo del séptimo arte. Más concretamente en el de uno de los directores actuales que más concitan mi atención, el canadiense Denis Villeneuve.
Ya hace tiempo venía barruntando la posibilidad de escribir sobre este cuarentón cuyo ilustre apellido nos remite al universo del (pseudo)deporte de las cuatro ruedas. Pero es ahora, tras ver la fantástica "Enemy"(2014), protagonizada por el siempre resultón Jake Gyllenhaal y las guapas Mélanie Laurent y Sarah Gadon, cuando me pongo a ello. Pero dejadme que os hable de esta cinta un poco más adelante. Más que nada por respetar el orden cronológico en el cual se ha ido gestando mi idilio con Villeneuve.
Ya hace tiempo venía barruntando la posibilidad de escribir sobre este cuarentón cuyo ilustre apellido nos remite al universo del (pseudo)deporte de las cuatro ruedas. Pero es ahora, tras ver la fantástica "Enemy"(2014), protagonizada por el siempre resultón Jake Gyllenhaal y las guapas Mélanie Laurent y Sarah Gadon, cuando me pongo a ello. Pero dejadme que os hable de esta cinta un poco más adelante. Más que nada por respetar el orden cronológico en el cual se ha ido gestando mi idilio con Villeneuve.
Mi primer encuentro con el quebequense se produjo casi por casualidad. Tenía un par de horas libres tras un pesado día de trabajo y decidí refugiarme en el (casi)siempre gratificante mundo del cine. Me acerqué hasta unos conocidos cines de mi ciudad y vi como entre las películas programadas se había colado "Incendies" (2010), obra de un joven talento canadiense que había recogido un puñado de buenas críticas, además de estar nominada a los Oscar y los BAFTA en la categoría de mejor película de habla no inglesa.
Antes que nada decir que "Incendios" no es una película fácil. Tampoco es un producto que te deje indiferente, para bien o para mal. Trata de algo tan peliagudo y tan duro -¡durísimo!- como son los oscuros secretos de familia. El sórdido pasado del que algunos han de huir, soterrándolo y sufriendo en silencio permanente, para poder continuar con su vida y proteger la de aquellos que vinieron después. Basada en la obra de teatro de Wagdi Mouawad, "Incendios" es sobretodo un drama, pero también un thriller. Nos cuenta la odisea de los gemelos Marwan a partir de la muerte de su atormentada madre. Unos hijos que descubrirán con sorpresa que aún tienen un padre y además otro hermano. Por ese motivo emprenderán un peligroso viaje hasta El Líbano, en guerra, para localizarles y encontrar respuestas a su existencia. Como ya habréis intuido, nada de lo que allí encuentren les resultará grato.
Sobría, contundente, dura y asfixiante, me quedé absolutamente prendado de la atmósfera conseguida por Villeneuve. De ahí que decidiera que seguirle la pista a este hombre bien merecía la pena.
Sin embargo me olvidé... como tantas veces y con tantas cosas.
No fue hasta dos o tres años después y también de chiripa, cuando se produjo el reencuentro. Fue a través de "Prisioneros" (2013) y eso que al principio me costó relacionar al creador de esta película gringa con apariencia de blockbuster, con el autor de aquella joyita del cine indie canadiense. Y es que, como pasa tantas veces, las apariencias engañan. Porque contra lo que pudiera parecer, "Prisioneros" no es cine de palomitas, por mucho que sus protagonistas sean Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, que repite junto al director de Trois-Rivières.
Sobría, contundente, dura y asfixiante, me quedé absolutamente prendado de la atmósfera conseguida por Villeneuve. De ahí que decidiera que seguirle la pista a este hombre bien merecía la pena.
Sin embargo me olvidé... como tantas veces y con tantas cosas.
No fue hasta dos o tres años después y también de chiripa, cuando se produjo el reencuentro. Fue a través de "Prisioneros" (2013) y eso que al principio me costó relacionar al creador de esta película gringa con apariencia de blockbuster, con el autor de aquella joyita del cine indie canadiense. Y es que, como pasa tantas veces, las apariencias engañan. Porque contra lo que pudiera parecer, "Prisioneros" no es cine de palomitas, por mucho que sus protagonistas sean Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, que repite junto al director de Trois-Rivières.
“Prisioneros” también es un thriller enmascarando un drama. El de un padre dispuesto a hacer cualquier cosa por encontrar a su hija. Es muy agobiante en el buen sentido de la palabra, compartiendo también con “Incendios” el ambiente malsano. Una buena dosis de malroller touch que hace que en no pocas escenas nos cuestionemos si realmente va a pasar lo que parece que va a pasar.
Si en "Incendios" teníamos a unos hijos en busca de un pasado oculto, en " Prisioneros" tenemos a un padre a la caza y captura de un futuro que se le escapa de las manos. Y es que el amigo Keller se enfrenta a la peor de sus pesadillas, la desaparición de su hija pequeña. Va pasando el tiempo y el pánico inicial se transforma en desesperación y esta se concreta en la toma de un serie de decisiones cuando menos discutibles. El asunto estiba en que nuestro protagonista está dispuesto a llegar hasta donde haga falta para recuperar a la niña. Suponga eso lo que suponga y caiga quien caiga. ¿Le va bien en el empeño? Obviamente no. Y no me estoy refiriendo a si encuentra o no a la chiquilla, que al final es lo de menos. Un film tenebroso, desasosegante, tenso y tremendamente complejo. Desde mi punto de vista, el mejor de los tres sobre los que estoy comentando.
Y ya para acabar, retomo lo dicho al inicio sobre "Enemy". Maravillosa película libérrimamente inspirada en "El hombre duplicado" de José Saramago. Adaptación lynchiana del Nóbel portugués, protagonizada por un afable profesor de historia que lleva una vida bastante monótona y que un día, viendo una vídeo, descubre como uno de los actores es alguien idéntico a él. Obsesionado con la idea de que tiene un doble, la búsqueda de ese hombre tendrá como consecuencia una serie de terribles acontecimientos. Sobretodo porque nada es lo que parece y aquello que creemos inamovible, acaba por moverse más que un rascacielos en medio de un terremoto de ocho grados en la escala de Richter.
Si "Incendios" o "Prisioneros" eran inquietantes, ni os cuento esta. Extraña y fascinante. Thriller psicológico repleto de dobles sentidos. Eso sí, más allá de las complejas interpretaciones que se le puedan dar (y que podéis encontrar con suma facilidad en la red de redes), lo que destaca poderosamente de "Enemy" es la construcción del personaje principal. Amén de una magnífica interpretación al cargo de Jake Gillenhaal (again), quien pone cara al desdoblado protagonista de la historia. Casi una obra maestra, con un arranque y un final esplendoroso. No digo más.
Y como diría Bugs Bunny, “esto es todo amigos”. Nada más, al menos por el momento, sobre el señor Villeneuve. Y ya sé que podría haber hecho referencia a sus primeras producciones, especialmente "Polytechnique" (2009), basada en la masacre de la Escuela Politécnica de Montreal, de la que me han hablado mucho y bien. Aunque entiendo que para ello debería echarle un vistazo primero.
Lo que comentas de la atmósfera de sus pelis, es precisamente lo que más me gusta del estilo de Villeneuve. Esa tensión constante y ese rollo claustrofóbico constante, es genial. Vi 'Prisioneros' con la misma sensación que tú, pensando que sería una más entre el montón de pelis de presupuesto grande, pero luego me encantó. Me pasó lo mismo con 'Dolor y dinero', de la cual hablamos en su día, a veces las apariencias engañan. Esta semana veré la de 'Polytecnique', ya te contaré...
ResponderEliminarPor cierto, no te pareció una maravilla como se ve Toronto en las imágenes de 'Enemy', me parece un elemento más para hacer enorme a esa pelicula, y los créditos son los más.
Sí, el tío tiene ese touch que lo hace diferente. Parece sencillo pero no lo es. Ya me contarás que te parece Polytechnique. Yo intentaré ir estas semanas al cine para ver Sicarios... Auuuu
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