Ando
de nuevo atravesando una de esas fases grises en las que no tengo
ganas de ná. Con la consiguiente pereza a la hora de aporrear el
teclado, claro está. ¡Y no será por falta de cosas que contar! He
ido a exposiciones, me he emocionado con discos, he visto pelis... De hecho he visto pelis que vosotros no creeríais. Pero
això ara no toca. También he visto los 10 episodios de Fargo 2 en dos días. Todo
quisque diciéndome que era la polla Montoya es lo que tiene. Y lo
es, incluyendo una maravillosa banda sonora, pero no es mejor que la primera parte. También he asistido a algún conciertillo a pesar de
que, rompiendo el criterio que da sentido a este espacio, he pasado
de las reseñas.
Primero fue Segunda Persona, proyecto en solitario de José Guerrero (Betunizer, Cuello, Jupiter Lion), quien presentaba su álbum “Faro sencillo” en un conocido café-librería de Russafa. Y no me gustó mucho, la verdad. No sé si por culpa de la acústica del recinto, o sencillamente porque me cuesta entrar en esos directos desnudos a los que demasiados artistas están cogiéndole el gusto. También es verdad que no sería lo mismo si el prota hubiera sido Ryan Bingham o Will Johnson o hasta Nacho Vegas, que queréis que os diga. El caso es que admiro la labor de Guerrero en Betunizer y sobretodo al frente de Cuello, pero liberado de instrumentos y acompañamientos, como que no me acaba de convencer.
Primero fue Segunda Persona, proyecto en solitario de José Guerrero (Betunizer, Cuello, Jupiter Lion), quien presentaba su álbum “Faro sencillo” en un conocido café-librería de Russafa. Y no me gustó mucho, la verdad. No sé si por culpa de la acústica del recinto, o sencillamente porque me cuesta entrar en esos directos desnudos a los que demasiados artistas están cogiéndole el gusto. También es verdad que no sería lo mismo si el prota hubiera sido Ryan Bingham o Will Johnson o hasta Nacho Vegas, que queréis que os diga. El caso es que admiro la labor de Guerrero en Betunizer y sobretodo al frente de Cuello, pero liberado de instrumentos y acompañamientos, como que no me acaba de convencer.
Eso fue el jueves tarde-noche. El sábado fue el momento de Las Ruinas, la banda de heavy pop (sic) de Barna. Y protagonizaron un concierto bastante decente. Divertidos como son ellos y con bastante solvencia sobre el tablao, desgranaron los mejores cortes de ese “Siesta Mayor”, su último álbum hasta la fecha. Por allí desfilaron “International Yonki Tour”, “Gabriel y Vencerás”, “Fruta de Temporada” o “Cosas tontas que hice por ti” a las que se unieron algunos de los hits más reconocibles del trío como “Ramón y Cajal” o “Cerveza Beer”. Además contaron con la colaboración a la guitarra de un Hans Laguna que, cuando no estaba sobre el escenario, lo daba todo en las primeras filas junto a una legión de fans capitanedada por un trasunto de McLovin que también tuvo su minuto de gloria haciendo coros en “Club de fans”. Pese al cansancio y la perrera que me embarga lo pasé realmente bien.
Ah! ¡Que no se me olvide! Antes que Las Ruinas tocaron unos tíos que atendían al nombre de Primates con Motosierras. Creo que son de la terreta. Muy malos. Sin matices.
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