Me
importa una mierda Charles Darwin y su teoría de la evolución
biológica a través de la selección natural. Otra cosa sería que el
guiri se hubiera centrado en la involución, fabulando en un marco
que se antoja tremendamente sugestivo para el hacedor literario. Sin
embargo, el barbudo naturalista desdeñó tamaña oportunidad
decantándose por la senda del rigor científico. Craso error
enmendado por Kurt Vonnegut en una de sus obras mayores: “Galápagos”.
Y sí,
cómo os figurareis el título hace referencia a esas islicas,
declaradas Patrimonio de la Humanidad en el 1978. Archipiélago sito
en el océano Pacífico y perteneciente a la República del Ecuador,
conocido principalmente por sus numerosas especies endémicas, los
estudios de Darwin y cómo no ese mal del siglo XXI llamado turismo. De
ahí que uno pueda bucear entre peces de colores, practicar surf
sobre tiburones martillo, avistar orcas desde Roca Ballena,
fotografiar al emblemático piquero de patas azules, molestar a las
tortugas gigantes en el entorno de sus criaderos o simplemente
tostarse al sol con un daiquiri en la mano en su célebre playa de
arena de coral.
Estamos
ante una de las novelas referenciales de este escritor estadounidense
fallecido en abril del 2007. Obra de ciencia ficción, pero no tanta,
con altas dosis de humor negro en la que, para no perder la
costumbre, Vonnegut ofrece su visión crítica de la sociedad. Y es
que, imbuido por el espíritu del darwinismo social y del otro, se
dedica a cuestionar las virtudes del cerebro humano desde una
perspectiva evolutiva.
Tenemos
ante nosotros a un reducido grupo de personajes que, a mediados de
los ochenta, naufragan en las Galápagos a bordo de un crucero. Pero
no es realmente un viaje de placer tal como se configuró
inicialmente. Nuestra tropa llega allí huyendo de los efectos de una
crisis financiera mundial que ha paralizado Ecuador, el Perú y la
economía mundial en general. Después sabremos que una enfermedad infecciosa
convierte en estériles a todos los seres humanos del planeta,
excepción hecha de nuestros náufragos. De ahí que, en el siguiente
millón de años, los descendientes de estos acabarán por
convertirse en el nuevo ser humano dos/punto/mierda. Una suerte de
mamíferos de piel aterciopelada, con hocico, pseudo-aletas y un
cráneo aerodinámico como el caparazón del Palau de les Arts.
La
historia nos la narra el espíritu de Leon Trout, hijo del recurrente
personaje de Vonnegut Kilgore Trout. Un veterano de guerra que se ve
afectado por las masacres del conflicto, deserta y se instala en
Malmö, dónde trabaja y muere decapitado en un astillero. En la
primera parte de la novela nos va presentando a los diferentes
personajes y sus bizarras circunstancias. En la segunda nos
describe el inicio de la involución propiamente dicha. El cómo la sobrevalorada especie humana devendrá en una suerte de
hombre foca pre-mental absolutamente imbécil y por ello
absolutamente feliz. Un gran libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario