lunes, 8 de febrero de 2010

Supercrepus es un crack!!!

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Joder, hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto. Ha tenido que venir un tío desde Sant Joan Despí para que pasara. Y eso que el sábado nos acercamos hasta la sala Wah Wah con todas las reservas del mundo. En primer lugar porque ni servidor ni Ivanrojo, mi  compañero para la ocasión, somos especialmente fans de esta especie de  trovador tecno. Además desconfiábamos de encontrar entradas lo cual, para que os voy a engañar, no hubiera supuesto problema alguno porque veníamos reventaicos de casa. Supongo que algo tendrá que ver la “Fiesta Vinilo Valencia” y el “Post-party” del día anterior… y eso que no lo hicimos muy largo, pero es que los años no pasan en balde.

Bueno, vayamos por partes. Por escrupuloso “orden de entrada” primero toca referirse a la fiestecica del viernes. Se ve que doña Rita andaba contenta con el comienzo de la Copa América y se dignó a sufragar un apetecible concierto que habría de celebrarse en el Tinglado 2 del remodelado Puerto de Valencia. Por este escenario desfilaron, por este orden, La Habitación Roja, el cantautor asturiano Nacho Vegas y los incombustibles granainos de Los Planetas. Como todo concierto gratuito que se precie, el recinto se llenó hasta los topes desde mucho antes que comenzaran las actuaciones. Además, sé de buena fuente que para muchos universitarios ese día terminaban los exámenes, circunstancia que sin duda ayudó a completar el aforo. Aunque para mi desgracia y para la de algunos más, ninguna de las tres bandas sonó especialmente bien. Pero como la gente tenía ganas de farra y de pasarlo bien, poco importó.

Abrieron fuego La Habitación Roja, probablemente la banda más sobrevalorada que ha parido esta puta ciudad. Sí, lo siento chavales, pero no puedo con ellos. Cada vez que le veo el jeto al Pau ese, o escuchó la voz (o más bien la ausencia de voz) del tal Jorge Martí me dan arcadas. Y eso que, honestamente, he de reconocer que fueron los que mejor sonaron. A continuación le tocó el turno al gran Nacho Vegas por el cual servidor siente auténtica devoción. Y eso que mi idilio con el gijonés se remonta a hace bien poco, y es que antaño me costaba entrar en su rollo autodestructivo. Para mi desgracia es la vez que menos he disfrutado de su actuación, que como he dicho antes, estuvo bastante lastrada por la mala sonoridad. Esperemos que se desquite con prontitud en algún otro concierto, ofreciéndonos su extraordinario repertorio de canciones, incluyendo la particular versión del “Fare thee wheel, Miss Carousel” escrita originalmente por ese tejano mágico llamado John Townes Van Zant. El cierre de la velada lo protagonizaron Los Planetas, la sempiterna banda de Jota, ese hombre sin voz y con el pelo a lo afro (antes, porqué ya está medio calvo) al que debemos algunos de las mejores álbumes de la historia del pop español. Adoleciendo del mismo problema que sus dos predecesores, Los Planetas consiguieron ganarse a un público, ya de por sí entregado, incluyendo en su tracklist varias de sus mejores composiciones de ayer y de hoy. Yo disfruté especialmente con “Santos que yo te pinte”, aunque la verdad es que sus más de 10 años de carrera dan para un puñado de buenas canciones.

Ahora, si el concierto fue claramente mejorable, mejor ni hablamos de la post-party que los amigos de Vinilo Valencia montaron en el espigón (o espiJón) con La Habitación Roja DJ y Los Átomos DJ’s. Me asombra leer en algunas crónicas que fue la polla y no se cuantas cosas más, ya que, ni el local era el adecuado para este tipo de eventos, ni los DJ’s eran nada del otro jueves. ¡Que cojones! la sesión fue harto deficiente, digan lo que digan. Así que, otra vez será.

Y ahora vamos a lo bueno: la actuación de Joe Crepúsculo del día siguiente. Podríamos decir que la cosa comenzó bien. En un bareto justo al lado de la sala, mientras devorábamos un bocata y unas tapitas en la barra, coincidimos con Nacho Vegas chupándose una cazallas como un campeón. Lo más gracioso es que, justo a su vera, aunque sin reparar en la presencia del asturiano, se colocó Joe Crepúsculo con dos colegas que se limitaron a tomarse unas birritas, mientras observaban en el televisor como el Real Madrid pasaba por encima del RCD Espanyol. Un tipo peculiar el señor Crepúsculo. Personaje enanizado, con el pelo a lo Billy Ray Cyrus y con una bartola que haría las delicias de cualquier treintañero acomplejado de ver como el tiempo pasa y los cuerpos degeneran. Pero lo más grande de todo, es que tienes la impresión de estar ante un tío que se saca la chorra y nos mea a todos. Y como no podía ser de otra forma, haciendo gala de esa capacidad de micción, el tipo se subió sobre el escenario, tocó lo que le dio la gana y como le dio la gana, acabó cuando quiso sin bises ni pollas y nos ofreció un pedazo de concierto que recordaré durante muchísimo tiempo. Y la cosa tiene mérito, porque mira que el hombre canta mal y tiene peor aspecto, pero es salir y ganarse al público con su mera presencia. Carisma o magnetismo o como coño le queráis llamar… menudo crack esta hecho el barrilete cósmico. Así fue enlazando “Siento que muero”, “Todo lo bello es gratis”, Dirirí Dirididá”, “Escuela de Zebras” o “Suena brillante”, aunque lo mejor de todo lo dejó para el final. Como despedida y cierre eligió una versión tecno de “Al alba” de Luis Eduardo Aute, ¡de auténtica traca! La cancioncita mejora ostensiblemente la composición original y tiene visos de convertirse en el hit hortera de la temporada. En fin, que me lo pasé de la hostia.

Para terminar, una breve mención al personal presente durante la actuación de Supercrepus. ¡Jamás había visto reunidos tamaña cantidad de freaks en una sala de conciertos! Vamos, ni en un concierto de jevatas se junta lo que había allí. Y encima completamente entregados a la causa, dándolo todo como si la vida les fuera en ello, coreando todas y cada una de las canciones… increíble… un espectáculo digno de ser visto. Durante muchos años recordaré los bailoteos de “el barbas” y su colega “el quinceañero eunucoide”… o un oso pelanas que teníamos delante… ¿y que decir de “ricitos de oro” y sus colegas de la tercera edad?… En serio, lo más grande que he visto en mucho tiempo. ¡Viva Joe Crepúsculo y viva la madre que lo parió!      

4 comentarios:

  1. Las risas que os tuvistéis que echar tú colega y tú con esa colección de freakies de la que hablas,eh,bandido? jajaja.
    El tío este es un crack.Tiene una actitud de increible.Yo me descojoné viéndole en el Primavera Sound del año pasado,pero no en su actuación,sino colaborando con La Bien Querida en un tema.Apareció allí tocó la pandereta un rato y se marchó a mitad cuando se cansó de estar allí.Único e inimitable.
    Muy buena crónica la que haces,lástima el sonido de mierda que hubo por lo que cuentas,aunque suele pasar en conciertos gratuitos.En vistas de que detestas profundamente a La Habitación Roja,colaboro un poco mas diciéndote que el Pau éste es culé hasta la médula,jajaja.
    Por cierto,disfruté mucho con la paliza del Madrid a los pericos.Odio desde lo mas profundo de mi ser a esos desgraciaos y el sábado noche fuí un merengue mas.Menudas patadicas se llevaron Guti y Albiol,por cierto...carniceros!
    Se ha notado tu ausencia aunque hayan sido sólo cinco días,los cagalló-adictos te añorábamos.
    Por cierto,a mi también me costó cogerle el rollo a Nacho Vegas,pero es muy grane ese hombre y Townes Van Zandt,que grande.Hago mía la célebre frase de nuestro querido Earle "Townes Van Zandt es el mejor escritor de canciones del mundo,y me plantaré sobre la mesa de café de Bob Dylan con mis botas de vaquero para decirlo".
    Un abrazo,maestro!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. La frase de Earle es muy grande y saca a la luz un tema harto interesante: ¿quien es mejor letrista Van Zant o Dylan? Y que conste que soy incondicional de Mr Zimmerman, pero existen otros cantautores incomprensiblemente relegados a un segundo plano.

    Lo del partidito del Madrid no lo vi, ya te digo, coincidió que lo estaban echando en el barucho donde coincidimos con Vegas y Crepúsculo. Cuando salimos de allí no había finalizado la primera parte (iban 2-0???).

    Mi inquina contra LHR viene de lejos. Una panda de pijos de La Eliana a los que conocí hace mucho.... demasiado tiempo. Que conste que el chaval que llevan de guitarrista es majete, pero los otros dos, especialmente el Pau, son lo puto peor. Si a eso le sumas que el sonido LHR, englobado en esa cosa que alguien denominó "La Explosión Naranja", es más de lo mismo pero peor, pues entenderás que no les tenga mucho aprecio. Por cierto, que la "Explosión" esa fue tan brutal que los cachos se fueron todos a tomar por culo... no queda ni una banda en pie de aquello. Bueno sí, una, los incombustibles LHR.

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  4. Yeh, tío, cómo me he reído leyendo esta insuperable crónica y rememorando lo vivido en el puerto y en Wah Wah. Sublime. Tan sublime como Su Majestad Crepuscular y su corte de fieles concubin@s. Mira, me voy a poner el Supercrepus.
    Iván Rojo.
    Pd: el que diga que la post-party portuaria fue la bomba que tengo los cojones de decírmelo a la cara. Lo único bueno: los retratos al vaho que me dedicó el gran Sulo. Una técnica tan efímero como infravalorada.

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