Ayer
vi en el Telediario como Juanma
Lillo, actual técnico de la
UD Almería , se deshacía
en elogios con Pep Guardiola, su discípulo y amigo. Ya son varias las veces en
las que Lillo ha salido a la palestra defendiendo, no se de qué, al actual
técnico del FC Barcelona. Los medios
de comunicación han visto el filón y cuentan mucho con la pedantería del
tolosarra cuando se trata de hablar del de Santpedor. Lo de pelotear a Guardiola
vende en estos momentos y en ese cometido no hay nadie como Lillo, vendedor
estrella de la fábrica de "pelotas". Ojo, no pretendo criticar con esta
entrada que se le de bombo a Guardiola, el cual se merece esto y mucho más por
todo lo que lleva conseguido al frente de su equipo. Lo que me molesta es la
omnipresencia de Lillo que, con su jerga pedante e intencionadamente confusa,
acaba siempre sacando pecho por haber “descubierto” al Pep entrenador (“nació para ser entrenador”). Se ve que
es más fácil obtener tus minutos de gloria a costa del trabajo de los demás, porque
si nos hemos de remitir a su trayectoria, no ha hecho méritos como para tener
semejante cobertura mediática.
Cuenta
el técnico vasco, que ese descubrimiento se produjo cuando ambos coincidieron
en los Dorados de Sinaloa, de la Primera División
Mexicana , en la temporada 2005 - 2006. Allí se hicieron muy
amigos y también “quedaron enamorados de
la nítida salida del balón de los conjuntos aztecas”, aprendiendo mucho con
ello. El caso es que podría haber aplicado sus conocimientos al club que le
pagaba por aquel entonces, porque los pobres Dorados acabaron esa temporada descendiendo de categoría.
A
mi Lillo no es que me caiga mal, pero me parece que no da la talla para estar
donde está. Su curriculum como entrenador no pasa de mediocre y tan sólo su
labia le ha hecho aparecer de vez en cuando en televisiones y radios. Parece un
futbolista frustrado que quiso ser filósofo y acabó por ser entrenador… pobre UD Almeria. El típico que sabe explicarle a todo el mundo como se hacen las cosas, pero después es
incapaz de aplicarse el cuento a sí mismo.
Además con Lillo me pasa otra cosa. Es de esos tipos que me provocan que cambie de canal en
cuanto aparece en pantalla. Decía Laura, en una reciente entrada en su blog, que si alguien quiere que su hijo no
lea y prefiera salir de farra salvaje, poniéndose de coca hasta las trancas,
nada mejor que obligarle a ver alguna de esas patéticas tertulias literarias
que nos ofrecen las noches televisivas. Pues con Lillo pasa algo parecido, si uno
quiere que sus hijos se hagan obesos y se enganchen a la videoconsola, la
fórmula consiste en ponerle en sesión non
stop las “obras escogidas” de Juanma Lillo. Seguro que se le quitan las
ganas de hacer deporte para toda la vida.
Decía
Bakunin en las páginas de "Dios y el
Estado" que "la Iglesia
puede convertir a un genio en charlatán y a un charlatán en un genio" La tele también puede.
Madre mía! a menudo has ido a nombrar!! me has tocado la fibra,este tio en cuatro jornadas hizo el mas rídiculo espanto en el Zaragoza,por el cuál se ganó el apodo entre la afición y periodistas de Juan Malillo,jeje.Nunca dice nada,es patético y además fanfarrón,para mí el gran timo,sin duda.Pero aún con todo esto hay que atribuirle el mérito (que también poseía Aznar) de ser un humorista incosciente cojonudo.Impagable que hiciera su primera rueda de prensa en el Almería hablando con acento mejicano!!!
ResponderEliminarEn fin...aquí va un documento impagable,te vas a descojonar con las lindezas del Valdano de bolsillo.
http://queremosunblogdelillo.blogspot.com/
Por cierto...las risas que os hubieséis echado los madridistas si este personajillo hubiera acabado entrenando al Barça como quería la candidatura de Bassat por petición de Guardiola,unas risas solo equiparables a las nuestras cuando Juanito Navarro pensó en presentarse a la presidencia del Real Madrid.Tremendo! el fútbol es así...
Tengo que reconocer que he entrado más de una vez en ese blog... el genio de Tolosa merece eso y mucho más...
ResponderEliminar...ah!!!, y los madridistas hoy no estamos para burlarnos de nadie... je je je
Salutacions